Plaza de las Flores Urbanismo

Resumen:

Un espacio público es un lugar que sobresale dentro de una ciudad, estos son accesibles a todos los habitantes y turistas que se encuentran cerca de ella, sin importar raza, religión, situación económica o social aun siendo un bien nacional.

“El espacio público es un bien nacional que se encuentra bajo el dominio del Estado y éste es quien regula su uso” (Durán & Vanegas, 2015).

No deja de ser un espacio en el cual se pueda realizar diversas actividades de carácter público que ayudan a la interacción y convivencia de los ciudadanos.

El 27 de julio del 2006 la comisión del Centro Histórico de Cuenca, aprueba el Anteproyecto de la readecuación de la plazoleta “Del Carmen” o más conocida como la “Plaza de las Flores”.  La misma que se encuentra ubicada en el Centro Histórico de la ciudad de Cuenca en la intersección de las calles Padre Aguirre y Mariscal sucre. El objetivo del proyecto era renovar el centro histórico, con el fin de motivar el turismo y recuperar la jerarquía del peatón en interacción dentro de la ciudad, manteniendo su principal actividad que es la venta de flores, por lo que se crearon nuevos puestos adecuados para esta actividad. Teniendo así en la primera intervención reacciones negativas de las vendedoras ya que decían que es un cambio radical ya que la Plaza de las Flores había mantenido su espacio tradicional por casi tres siglos en la ciudad así que se generó una segunda intervención con resultados positivos.

Palabras Clave:

Centro histórico, intervención urbana, Plaza de las Flores, espacio público.

Introducción:

La plaza del Carmen se encuentra ubicada en una zona urbana de carácter comercial. Este espacio público es utilizado cotidianamente para el expendio de flores y plantas, así como sitio de paso de transeúntes y como espacio anterior al ingreso a la iglesia. El sitio es visitado a diario por turistas.  La problemática que se presenta es uno de los principales que no solo afecta a este espacio sino al centro histórico y a la ciudad en general es el ataque que sufren todos los sectores de un irracional parque automotor que lejos de estabilizarse va en aumento.

Otro de los problemas considerado grave es la inhumana condición de comercialización y bodegaje al que estaban sometidas las vendedoras. El mobiliario que ciertos sectores lo asociaron con un mercado andino, no era más que una serie de parasoles improvisados que estaban muy lejos de cumplir unas mínimas condiciones de protección contra los agentes climáticos y en la conservación de los productos y de la propia salud de los vendedores.

La falta de una correcta iluminación en la plazoleta y el monumento, la inseguridad, el deterioro mobiliario urbano, las pésimas condiciones de mantenimiento de los álamos de la plaza, entre otros problemas.

Historia:

Antiguamente, la plaza era el espacio público de la comunidad, la conformación de la nueva ciudad a partir de la Plaza Mayor junto a la cual serían ubicados el poder civil y religioso. Esto se puede encontrar en forma clara en el Centro Histórico, donde la mayoría de las iglesias y conventos principales fueron concebidos de esa manera. De ahí se tiene que San Francisco, Santo Domingo y La Merced, tienen su plaza, y junto a la Plaza Mayor se encuentra La Catedral, implantada de acuerdo a una de las formas tradicionales de las ciudades europeas, lateralmente a la plaza.
Se puede encontrar que el espacio público (la plaza), tenía una relación directa con un espacio de actividades (la iglesia).
Desde la llegada de los Carmelitas a Cuenca y la construcción de la Iglesia y la Plaza, son tradicionales los festejos religiosos caracterizados por la colaboración de las vendedoras de flores encargadas de adornar los altares, para venerar numerosos santos y homenajear a la Virgen, así como arreglar con sus flores el exterior de la iglesia y programar distracciones populares durante las festividades religiosas.
Hace más de 50 años, pocas personas vendían las flores en los alrededores de San Francisco por lo que las autoridades para comodidad les brindaron un espacio en el mercado Diez de Agosto.
A los turistas o ciudadanos, no les agradaba ir al mercado porque las flores se vendían en medio de carnes, pollos y otros productos comestibles. Ante esto las autoridades deciden reubicarlas en el predio junto al Monasterio del Carmen de la Asunción dando origen a la Plaza de las Flores, que en pocos años se convirtió en uno de los lugares más importantes del turismo en Cuenca. Cuando recién inició la Plaza de las Flores solo nueve personas trabajaban y ahora se duplicó  el número.
Intervención:
En el año de 2006 el gobierno local arranca la ejecución obras sobre algunas plazas históricas de la ciudad, entre ellas la Plaza de las Flores. Se pretende regular el uso del espacio público destinado a la comercialización e integrar este espacio público a un recorrido de atracción turística.
Las obras iniciaron el 20 de julio de 2007, y se reubicaron a los vendedores, en marzo de 2008, la plaza de las flores mostró su nuevo rostro a la ciudad, los constructores pretendían reflejar un sitio ordenado, mejor presentado y totalmente renovado. El diseño presentó 16 casetas para la venta exclusiva de flores, y 14 puestos eventuales para fines de semana, adjudicado a los vendedores de plantas. Anteriormente los puestos eran de metal, cubiertos con toldos para protegerse de las lluvias o fuerte sol del impredecible clima de la ciudad.
Hubo apreciaciones positivas para unas vendedoras ya que las casetas eran más cómodas y las protegían de la lluvia y el sol directo. Por otro lado existían comentarios negativos, la ubicación de las casetas no respondían a las de otras vendedoras porque consideraban que el municipio no tomó en cuenta sus sugerencias presentándose perjudicados con el cambio del lugar.
El cambio presentado en marzo de 2008 incorporó casetas de policarbonatos con aluminio que reemplazaba los improvisados espacios que por años habían utilizado las comerciantes de flores en el lugar. Pero en septiembre del mismo año, el municipio retiró las casetas por cuestionamiento popular y la oposición de instituciones gubernamentales como el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, argumentando que se había eliminado un elemento que identificaba al mercado popular andino y las herencias culturales de la ciudad.
Las críticas se referían a que las intervenciones eran más bien experimentos en las plazas, yendo en contra de las leyes y la memoria patrimonial tangible y simbólica de la ciudad.
Estado actual:
Debido a algunas polémicas generadas, la municipalidad ordenó el retiro de las casetas, que fueron trasladadas al Cementerio Municipal y al mercado El Arenal para la venta de flores y otros usos.  Los cambios producidos en este espacio fueron para los habitantes, un cambio radical ya que la Plaza de las Flores había mantenido su espacio tradicional por casi tres siglos en la ciudad. Luego de tres meses de retiradas, estos elementos, la municipalidad convocó a un nuevo concurso para la solución en el espacio.
Actualmente, la plaza no cuenta con mobiliario para la tradicional venta de flores, en esa zona existe un solo nivel con la calle; las vendedoras de flores ubicaron sus puestos frente a la plaza junto a la fachada lateral de la Catedral de la Inmaculada Concepción. 

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