ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Tema que aborda: El tema escogido del curso es “bioética”


Enviado por   •  13 de Febrero de 2018  •  Tareas  •  1.721 Palabras (7 Páginas)  •  182 Visitas

Página 1 de 7

FICHA TÉCNICA

Nombre: Carlos Enrique González Arriola

Matrícula: S17011096      Edad: 26 Años

Correo: Carlosegarriola@Gmail.com

Proyecto Final: Cuento

Tema que aborda: El tema escogido del curso es “bioética”, como subtema “la voluntad anticipada”, específicamente el rechazo a recibir determinados tratamientos médicos como un derecho del paciente.

Objetivo: Hacer reflexionar al lector acerca de la vida, la autodeterminación, la dignidad humana y la libertad de un paciente para decidir acerca de los tratamientos médicos que quiere o no recibir.

En el caso de la voluntad anticipada, las voces en contra manifiestan que se atenta contra la vida, la salud y el objetivo de la medicina de salvar vidas.

Sin embargo, las voces a favor hablan de preservar la dignidad humana de las personas, ante enfermedades en fase terminal, que tengan la opción de poder elegir sus tratamientos, y en determinado caso, rechazar recibirlos, y alargar innecesariamente un tratamiento que no garantiza la vida del paciente.

Personajes:

Principal:

Carmen. Una señora de 65 años de edad, casi por cumplir los 66; que en la temporalidad actual del cuento tiene una enfermedad terminal, “Cáncer de páncreas”, sin verdaderas posibilidades de salvarse. Se encuentra frente a la opción de rechazar tratamientos médicos, optando por manifestar su “voluntad anticipada”, y acelerar el proceso de su muerte.

Secundario. El médico, quien atiende a Carmen.

Incidentales: Andrés, María y Eugenio. Los dos primeros son hijos de Carmen, el último es su nieto, ellos junto con un hijo y tres nietos más (cuyo nombre, edad y género no se definen), y su difunto esposo, forman la familia de Carmen, quienes solo aparecen mencionados en el Cuento.

Comentarios finales:

El presente cuento está escrito en primera persona, siguiendo la estructura del cuento, una redacción breve con introducción, desarrollo y desenlace; en un estilo particular, quizá semejante al cuento latinoamericano, en cuestión del juego temporal, pero sin el contexto del realismo mágico.


Vuela Mariposa…[pic 1]

La tarde es fría, llueve demasiado, y por la ventana apenas alcanzo a ver el jardín que tanto amé; en sus mejores momentos era colorido, lleno de flores y aromas, pasaba largas horas cuidándolo, podando las ramas secas para dar paso a nuevas y mejores.

Siempre disfruté, desde muy pequeña, de las mariposas, amaba ver su vuelo, jugueteando, libres, quizá, si tuvieran emociones, felices.

Hoy llueve, y tengo frío, intensamente, frío en el alma y el corazón, frío en los huesos, frío en los labios; ha pasado el tiempo, mi juventud se ha marchado acompañada de cronos, ese juez implacable que a todos castiga con su ritmo incesante.

Somos materia, un costal de carne y huesos que se pudre, y que encierra la belleza y la fuerza de un ayer que resulta lejos y confuso para mí.

Hasta hace apenas un año cumplía yo 65 de edad, he tenido una vida feliz, tres hijos y cuatro nietos; una familia como siempre fue mi sueño. Mi viejito se me adelantó hace ya 5 años, así es la vida, así es la muerte.

Hasta hace apenas un año, aún tenía vida, aún cuidaba mi jardín, aún jugaba con mis nietos, aún reía con mis hijos; en esta ciudad alborotada, la capital de mi México aún tenía mi propio rincón de paz en pleno 2016.

Recuerdo bien ese 14 de septiembre, estaba como cada tarde junto a la chimenea, recordando, pensando y viviendo el ayer a través de las imágenes de la memoria; cuando de repente un dolor inmenso atacó mi equilibrio, sentí que el suelo se hundía, que perdía el aire.

Hacía semanas que presentaba un malestar de mareo y fiebres, incluso fui perdiendo peso, y el dolor en mi estómago, o quizá más arriba, nunca fui buena poniendo atención a los dolores; y es que a esta edad todo duele, no se me hizo raro, y sólo me fui preparando mis remedios.

Pero ese 14 de septiembre, perdí el conocimiento, mi hija María vive conmigo, y mi nieto Eugenio; éste fue quien me encontró en el suelo, dicen que estaba amarilla, como canario.

Empezaba todo, aparecía por primera vez el nombre que me acompañaría durante meses; desperté, un poco atontada todavía, entubada, y con mi familia alrededor mío; no serían buenas noticias las que prosiguieran a esa escena, pensé. Efectivamente se apresuró el médico a revisarme:

  • Doña Carmen, ha despertado usted – me dijo el médico.

El tono de su voz era vacilante, ¿Qué tengo doctor?, le pregunté. Inicio con rodeos, como preparándome para la muerte, y entonces fue que lo dijo. “Cáncer”, la maldita enfermedad del Cáncer en el Páncreas.

Mi tía Chata lo tuvo en un seno, fue la primera imagen que vino a mi mente, una mujer muy fuerte, que terminó midiendo la mitad de su altura, sin senos, consumida.

Me horrorizó el recuerdo, y entendí el rostro de mi familia;

  • ¿Cuánto tiempo?, pregunté.
  • Si seguimos el tratamiento, quizá pueda seguir con nosotros un par de años – respondió el doctor. La enfermedad está muy avanzada, no podemos operar.

La vida para mi había transcurrido ya, había sido feliz; había logrado una familia y prácticamente mis sueños estaban cumplidos.

¿Pero morir?, no lo había pensado tan pronto. Nunca se está preparado para las despedidas, sobre todo cuando tanto se ama a los que nos acompañan.

Mis hijos, mis nietos; no podía partir ahora, siempre había sido luchona, como todos decían, no podía perder esa batalla.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10.5 Kb)   pdf (114.8 Kb)   docx (33.6 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com