DEBERES Y CONSECUENCIAS: EL QUEHACER MORAL

FORTALECIMIENTO DE LA ÉTICA

PRIMER MÓDULO: INTRODUCCIÓN A LA ÉTICA
REALIZADO POR: Nataly Santana Venegas

EXAMEN INTERMEDIO:

SEMANA 2 “DEBERES Y CONSECUENCIAS: EL QUEHACER MORAL”

Dilema

“Somos testigos de cómo un hombre roba un banco. Sin embargo, observamos que el ladrón no se queda el dinero, sino que lo entrega a un orfanato que carece de recursos para sustentar a los huérfanos que en él viven. Podemos denunciar el robo, pero si lo hacemos es probable que el dinero que el orfanato ahora puede usar para alimentar y cuidar a los niños tenga que devolver lo robado”. Por un lado, el sujeto ha cometido un delito, pero por otro lo ha hecho por una buena causa. ¿Qué hacer? El dilema puede complicarse si se añade, por ejemplo, que durante el atraco al banco ha muerto una persona.

Análisis

En este caso la pertenencia del problema se podría describir como algo que es bueno con un trasfondo deshonesto ya que está robando dinero que probablemente es de gente que ha trabajado muy duro y decide ahorrar en el banco para su futuro creyendo que es una mejor opción, pero por otro lado la manera en que donó el dinero hace que su acción sea bien vista. Entonces lo que podemos identificar que el principal problema es la falta de recursos en los orfanatos, y la acción del ladrón al realizar el robo con un fin altruista, pero como principal consecuencia es que ha violando la ley y viéndolo desde mi opinión considero que de una manera u otra sigue siendo robo.

Para poder analizar este dilema hay varias perspectivas que se pueden tomar en cuenta. Empezaremos con la perspectiva social ya que algunas personas lo pueden ver como un acto bueno: el dinero sustraído va dirigido a un orfanato y no para el uso propio del ladrón. Otra perspectiva que se puede tomar en cuenta seria la parte legal ya que se puede ver como algo demasiado malo ya que de acuerdo con las leyes establecidas en cada uno de los país, cualquier acto que viole las mismas se considerada como un delito que debe ser sancionado. Y por otro lado se evidencia la perspectiva lo emocional que correspondería netamente a la vivencia de cada persona: tomando como suposición que el ladrón pudo tener un pasado parecido al de los niños del orfanato y sabe en carne propia las situaciones y las necesidades que se pueden presentar dentro del mismo.

Por el contrario, en mi forma de pensar y autoría mi respuesta seria que denunciaría el acto delictivo de este personaje. La primera razón que tengo para hacerlo es el hecho de que en el robo pudo haber como resultado muerto una persona que obviamente no podrá seguir apoyando y sustentando recursos a su familia o a las personas que se encuentran a su cargo. Segundo, el fin nunca justificará los medios, aunque la situación del orfanato por muy precaria nunca justificará el hecho de que un individuo cometa actos delictivos y de violencia como ha sucedido en este caso, existen muchos medios y maneras de apoyar a este tipo de lugares. Ya sea por medio de fundaciones o eventos caritativos, que no perjudican a personas o son acciones son bien vistas; pero cometer un robo que va a terminar perjudicando la vida de una persona inocente nunca lo pasaría por alto, aun sabiendo que la situación del orfanato es muy delicada.

Claramente considero que este ladrón es un delincuente. El hecho de cometer actos que están prohibidos y penalizados por la ley como el hurto en esta ocasión deben ser sancionados. A pesar de que haya realizado todas estas acciones con la intención o justificación de ayudar a un orfanato en su situación económica, no lo exonera de ninguna manera de los cargos por los que será acusado luego de cometer este delito.

Aunque si nos detenemos a pensar y analizar en situaciones normales y basándonos en los buenos principios que aparenta el personaje, por sus valores y principios demostrados al querer ayudar a los pobres niños del orfanato y el hecho de haberlo realizado con las mejores intenciones del mundo no se le puede tratar o nombrar como una persona noble, porque si  tenemos en cuenta que ninguna persona honesta y con sus cinco sentidos cometería una acción tan deshonesta como el robo sino que buscaría otras formas de ayudar sin que nadie saliera perjudicado; por ende se lo debe considerar como una persona que ha cometido un hecho delictivo, es decir, un delincuente.

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