ENSAYO - POSITIVISMO

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INTRODUCCIÓN

En términos generales, el pensamiento filosófico surgió a la par de una enorme cantidad de posturas que tenían como claro objetivo descifrar y explicar las distintas incógnitas del conocimiento; muchas de ellas mantienen aún vigencia y son utilizadas aún sin el conocimiento de quien las utiliza. Incluso se ignora el procedimiento que está llevando a cabo. Otras posturas permanecen resguardadas en los libros o documentos viejos que se conservan en bibliotecas, simplemente como medios de consulta, y otros medios de almacenamiento de la información a veces física, a veces electrónica. Aunque mucha de la información ha sido interpretada y reinterpretada por distintos analistas de los diferentes pensamientos filosóficos, quienes han también desarrollado distintas posturas.

Dentro de esta variedad de posturas, hay algunas muy significativas que han dejado enorme y transcendental legado, sería incluso muy complejo ver el mundo tal y como lo vemos actualmente pues, sin lugar a dudas, fue muy significativo el aporte que dejaron pensadores como Saint Simon, Auguste Comte y Emile Durkheim, que compartían la corriente del positivismo, aunque cada uno tenía sus variantes en la concepción de dicha corriente. Es importante agregar que la aparición del positivismo fue consecuencia del auge alcanzado por las ciencias naturales en los estudios filosóficos del siglo XIX. El positivismo es una postura filosófica que tuvo un impacto trascendental y por tanto tuvo y tiene una influencia enorme en el campo de lo científico y por supuesto la búsqueda del conocimiento comprobable y válido.

El presente ensayo trata, precisamente, de dicha corriente filosófica llamada positivismo, que surgió en antítesis al pensamiento feudalista, en el cual la Iglesia y Dios poseían un atributo inalienable de supremacía, y el misticismo religioso y dogmático, eran principios y valores obligados de la sociedad, es decir, la religión tenía un fuerte dominio dentro del pensamiento de la sociedad. Es importante conocer esta filosofía, analizarla y tomar posición, en tanto pertenecemos a una sociedad cuyos integrantes luchan por obtener una forma de vida más equitativa y con un proyecto social de mayor armonía.

Este ensayo tiene como objetivo evaluar, analizar detenidamente, comprender y comparar al positivismo con respecto a otras corrientes del pensamiento humano, la multiplicidad de criterios ideológicos y racionales, que permean de manera profunda algunas veces y otras con una marcada imposición cultural, en las sociedades a través de la historia. Es impresionarte sumergirnos en este mundo de conocimientos que han mantenido con vida a lo largo de dos siglos.

GENERALIDADES (que no por serlo dejan de ser fundamentales).

Comenzaré hablando sobre el positivismo, el cual se enfoca en los datos empíricos y pretende dar a la ciencia fundamentos sólidos, que no se encuentren sometidos a la titubeante opinión de las personas pues existe un mar de opiniones distintas acerca de un mismo objeto. La tentativa del positivismo es que la ciencia salga del estado de una llana opinión, y logre así firmeza irrefutable. Y el sostén que dará la solidez absoluta que resguarda el positivismo es la observación empírica.

Existen variedad versiones, encuentros y enfoques filosóficos de diversos matices de la realidad, chocando en ocasiones las unas con las otras. Debido a este vaivén y encuentro de ideas, los teóricos de la ciencia pretendieron que ésta se fundamentara en algo más consistente que los conocimientos intelectuales que podrían estar sujetos a la opinión, errores, dudas o malas interpretaciones.

Según el positivismo, el método científico debería enfocarse en llevar un registro de los fenómenos observados, y a asentar las conexiones entre ellos, de modo que esas conexiones serían las tesis de la ciencia. Con ayuda de este método, la ciencia no se apoyaría nunca en opiniones, prejuicios o dudas, sino sólo en hechos empíricamente comprobados.

Saint-Simon se planta como propósito analizar la realidad social de la sociedad feudal, la sociedad de transición y la sociedad industrial, para posteriormente cuestionarse por el tipo de política que debía ir de acuerdo con la nueva sociedad. Planteó que las sociedades no pueden ser dirigidas sino se las convierte en objeto de ciencia, y ello sólo es posible descansando en las Ciencias de la Naturaleza.

“La nueva sociedad socialista debe ser basada en el conocimiento científico y la industria. Esta nueva sociedad industrial tiene que ser gobernada por tres cámaras representadas por los verdaderos productores: en la cámara de inventos están los ingenieros y artistas; en la cámara de expertos los matemáticos, físicos y fisiólogos; y, en la cámara de diputados los agricultores e industriales”. (Estermann, 2001, pág. 75)

A Saint Simon se le puede considerar como un precursor del positivismo, concebía la necesidad de fundar una ciencia de la sociedad fundamentada en una filosofía positivista, en hechos observados y discutidos. Consideró esta ciencia social como fisiología social. Afirmaba que todo sistema social, requería un nuevo sistema filosófico que le sirviera de base. Volver a ordenar la sociedad sobre las bases de la ciencia y la industria para conseguir una sociedad sin clases, y a través, de una renovación ético-religiosa.

Comte proponía una reorganización intelectual, moral y política del orden social, la clave era asumir una actitud científica de cualquier reconstrucción. Aunque refutaba la creencia en un ser trascendente, Comte admitía el valor de la religión, pues intervenía en la estabilidad social, propone una religión de la humanidad que estimulara una conducta social benéfica.

Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos. La ley de los tres estados es, a la vez, una teoría del conocimiento y una filosofía de la historia.

“Se confirma que la ley de los tres estadios de Comte es una ley general de la evolución del pensamiento, cuando en su dinámica social la expone como la ley esencial. Su análisis sociológico le lleva a presentar el factor intelectual como el más importante entre los factores sociales cuya evolución constituye el progreso de la humanidad (…) Será pues la ley fundamental de la ciencia social (…) Para Comte es la historia del pensamiento la que domina sobre la historia social”. (Campillo, 1992, pág. 89)

Estos tres estados se llaman:

Estado Teológico: Aquí  la mente busca las causas y los principios de las cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Da explicaciones simples de los fenómenos naturales creando dioses para explicarlos. Hay en él tres fases distintas: Fetichismo, que es en el que se personifican las cosas y se les atribuye un poder mágico o divino. Politeísmo, es en el que la animación es retirada de las cosas materiales para trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las cuales presenta un grupo de poderes; monoteísmo, la fase superior, en que todos esos poderes divinos quedan reunidos y concentrados en uno llamado Dios.

Estado metafísico: es una etapa intermedia entre el estado teológico y el positivo. En él se siguen buscando los conocimientos absolutos. La metafísica intenta explicar la naturaleza de los seres y sus causas. Busca respuesta al cómo suceden las cosas.

Estado Positivo: Busca sólo hechos y sus leyes y no causas ni principios de las esencias o sustancias. Es cuando llega a una estructura científica de la mente buscando las causas de los fenómenos con la razón a través de la experimentación, la observación y la experiencia para descubrir las leyes científicas que regulan sus relaciones. Busca respuesta al por qué suceden las cosas.

Este positivismo científico motiva a Durkheim a hacer de la sociología una ciencia con el mismo rigor de las ciencias naturales, acentuando la relevancia de las leyes generales para la explicación científica y criticando como no científico a todo saber que aspire a ser ciencia y no siga el mismo método. Durkheim rechaza la posibilidad de cimentar una moral o una política exclusivamente científica, porque las sociedades necesitan construir sus universos políticos y morales.

“En “Las formas elementales de la vida religiosa” Durkheim, aparentemente preocupado por hallar las fuentes de la importancia de la religión en todas las sociedades, descubre algo que es totalmente pertinente para la sociedad actual: la necesidad de un marco simbólico común, de un conjunto de ideales que represente a la sociedad, y que en la medida que sean aceptados y compartidos por el conjunto de sus miembros, se constituyan en el fundamento de la integración”. (Girola, 2005, pág. 163)

En la obra "El oficio del Sociólogo", los autores sostienen que es posible ver en el principio durkheimiano, en donde hay que contemplar los hechos tal como si se trataran de cosas. Durkheim es un positivista que modifica radicalmente su postura epistemológica en los últimos años de su vida, acercándose más a una concepción no empirista del hecho social.

“Es posible ver en el principio durkheimiano según el cual "hay que considerar los hechos sociales como cosas" (se debe poner el acento en "considerar como") el equivalente específico del golpe de estado teórico por el cual Galileo construye el objeto de la física moderna como sistema de relaciones cuantificables”. (Bordeau, Chamboredon, & Passeron, 2002, pág. 52)

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