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Reseña Descriptiva de La Iglesia y el arte: una doctrina permanente

1072672Reseña21 de Noviembre de 2018

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Reseña Descriptiva de La Iglesia y el arte: una doctrina permanente

Autor: Joaquín Pallás

Este texto abre hablando de el arte y de como esta se convierte en una forma de comunicación y de expresión para el ser humano. El sentido de belleza, proporción y armonía es heredado de la tradición griega y es trasladada a la iglesia como medio de evangelización y enseñanza. Así, el arte se vuelve básicamente una expresión de Dios a través de imágenes, expresando sentimientos de desde alabanza a temor, pero siempre, desde una imagen padre hijo, un Dios que nos cuida y nos protege, que provee para nosotros mientras nosotros lo observamos como figura de autoridad. Aún así, a pesar de que estas imágenes representen la grandeza de Dios, no se llegan a acercar si quiera a la verdadera grandeza del ser divino que llamamos padre.

El cristianismo es en gran parte el culto a las imágenes de los iconos religiosos, lo cual en gran parte lo diferencia del judaísmo, ya que este no solo no practicaba dicho culto, de hecho, atacaba y rechazaba completamente a los ídolos. Esto, se debía a que para ellos, Dios se alababa sin imagen ni materia, ya que esta únicamente desvirtúa la total perfección del señor.

En este texto, también se habla de cristianismo desde sus épocas, iniciado en los primeros tiempos del cristianismo, cuando Dios es conocido por las obras que traducen su perfección. Sin embargo, el culto a las imágenes se volvió ilegal, un crimen contra el estado y la dominación romana. El edicto de Milán cambia la mentalidad, ya que concede la oficialidad a la religión cristiana, surgiendo así una nueva moral basada en virtudes, en la fe como acto público y comunitario y en la esperanza de una vida después de la muerte, otorgada por un Dios misericordioso. Sobre todo, surge la importancia de la caridad y sacrificio, algunos de los valores principales de la religión. Al oficializarse, del cristianismo también surgen símbolos, inicialmente hallados en las catacumbas, desarrolladas más adelante en el arte románico. Estos símbolos eran basados en parábolas y evangelios, tales como la cruz, el alfa y omega, la mano creadora de Dios, el buen pastor, el agua del bautizo, la luz de Dios, la paloma blanca, representante del espíritu santo, entre muchos otros símbolos de la religión.

Las imágenes, son realmente importantes para expresar las verdades de la fe, el pintor debe ser conocedor, debe ser claramente de la doctrina ya que su trabajo es más de docente que de cualquier otra cosa. Por ende, si no es veraz, no puede enseñar bien a los observadores. La función de dichas imágenes y del arte, es fundamental, por ello, solo se utilizaba en entornos donde no se desvirtuara apara nada, por ejemplo, en monasterios.

También, el arte se encontraba siempre al servicios de Dios, pero teniendo en cuenta que esta no debía caer en idolatría y exageración, por ende era regulada por entidades superiores como la iglesia.

Al hablar del mundo bizantino, el autor habla de imágenes de santos con diferencias en los modelos observados naturalmente. Esto se hacia para que los fieles no confundieran a sus superiores con sus semejantes, de hecho, se puede decir que estos personajes están espiritualizados, sin limitaciones humanas. Eso solo es intuible, pero se buscaría que al llegar la vida plena, se pudiera contemplar la verdadera imagen de Dios. En el siglo V, surgen los iconos de uso privado, que generan controversia y a comienzos del siglo VII, una guerra civil. En el siglo IX, se restaura dicho culto.

En la edad media, según el texto, las imágenes eran estilizadas, sin naturalismo ni espontaneidad y además, estaban completamente alejadas del esperctador. Las imagenes, eran la ley. Más tarde, en el mismo siglo IX aparece una iconografía más naturalista, basada en valores y con características muy narrativas, desarrollando también un simbolismo a través de la luz con el mosaico.

Los pintores italianos del renacimiento inicial se inspiraron en la tradición oriental bizantina, con fondos dorados, azul celeste, la imagen de Cristo soberano, la virgen rodeada de ángeles, etc. Todas estas imágenes de Cristo, la virgen, santos y apóstoles en perfecta simetría llenaran todo el treceno italiano. 

Al aparecer el Románico se mantiene la tradición bizantina pero se introducen nuevos elemento de carácter tanto técnico como iconografico, como por ejemplo, la pintura mural, representaciones de Apocalipsis (año mil), la devoción al la concepción inmaculada, etc. La arquitectura eclesiástica se consideraba un reflejo muy claro de la belleza de Dios, así, no se buscaba la perfección sino la enseñanza, el darle un sentido didáctico al arte. También, el poder reflejaba la autoridad de Dios en nuestro mundo, por ello, el artista trabajaba para los gobernantes; debido a esto, el anonimato del artista era supremamente común, por lo tanto, quienes patrocinaban al artista tenia el crédito de la obra. En la obra, Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, por esto, el hombre esta en un lugar de preferencia ante el mundo. Cristo en las imágenes aparece en gloria y majestad, dominando el universo. Es una imagen de autoridad constante, el juez y señor, el rey, a su lado el espíritu santo en forma de paloma, mientras la virgen María, es la mediadora entre Dios y los hombres.

El texto llega también a abordar la época Gótica, la cual es técnicamente muy similar al románico, pero se destaca el sentido lineal y las zonas de color en los dibujos. Los temas representados siguieron un camino ascendente, aunque los murales dejaron de tener la importancia que antes poseían. Esto se debe a lo ligada que estaba la pintura románica a la arquitectura, mientras la gótica llega a desligarlo un poco. La liturgia evoluciona, se modificaron los altares y el retablo se convirtió en un arte monumental. En la pintura, la belleza y la bondad siguen siendo parte del gótico, pero se toman también entran elementos de la tradición Arabe . 

La obra bella fue considerada aquella que cumpliera con los principios de la naturaleza, que despertara sentimientos amorosos y de admiración en el espectador y  el artista gótico, descubre esa belleza. Consigue la armonía entre lo lineal y lo corpóreo, mientras la parte iconografica dio un salto cualitativo, prestando más atención a la parte sentimental y al detalle de la pintura. Buscaba la claridad de la composición, el orden , la jerarquía, la narración de acontecimientos de alguna manera metidos en las obras.

En el paso del siglo XIII al XIV llega Giotto, quien elimina las siluetas coloreadas, los cuerpos recortados sobre fondo plano y sitúa los cuerpos en espacios arquitectónicos, rodeados de paisaje creando así la sensación de perspectiva. La pintura abandono el el realismo y volvió a la realidad ya que sus personajes parecen conocer los sentimientos. 

Debido a esto, resurge el idealismo y aparecen imágenes pre-renacentistas,  el oro y la luz, son parte fundamental de la estética de Giotto ya que el oro es como un símbolo de claridad que nos acerca a lo divino. También, la nobleza del material empleado es símbolo de la nobleza de los hechos representados en las majestuosas obras. 

Después, llega por completo el renacimiento en el siglo XVI , donde se difunden manuales de como hay que representar los misterios de la fe. En la Europa occidental, la mayoría de los artistas eran laicos, con contratos que limitaban su creatividad, por ello,

el arte renacentista supone la ruptura de la concepción geocéntrica y surge el humanismo, la obra para el humano. Gracias a este mismo, surgen nuevos temas en las obras.

                 

El santo padre y los artistas del mundo contemporáneo 

En esta segunda parte del texto se comienza en el año 2000, cuando el Santo Padre comentaba la valoración del arte y de la historia en Roma. Como el arte nos lleva a la verdad, abre nuestras mentes a la contemplación de los misterios.

 

Desde la Capilla Sixtina, en la que Miguel Ángel, representa completamente a Dios como creados, tanto en la acción de pintar como en la obra que pinta en si, se puede ver como el arte refleja menajes y es completamente universal. El arte es un idioma de todos y para todos. El objetivo es y será lo bello, crear obras majestuosas que en algo se acerquen a Dios. Por esto, el texto plantea los museos como representación de la salida del materialismo y la llegada a la fe  y el simbolismo como la verdadera admiración del universo.

 

Las mayores autoridades de la iglesia han hablado públicamente del artista, el Papa Pablo VI en 1965 habla de los artistas, diciendo que son traductores de la divinidad, mientras los intelectuales, son buscadores de la verdad. El papa Juan Pablo II dice también que la sed del infinito debe estar llena de belleza y arte.  

Es nada más y nada menos que el artista quien revela al hombre como imagen de Dios. De hecho, el santo padre define a los artistas como constructores de belleza, diciendo que el arte y el creador están en constante comunicación y que  la vida en si es una obra maestra, ya que Dios esta hecho carne en cada uno de nosotros.

Desde la antigüedad, con sus representaciones del antiguo testamento, la edad media con los estilos previamente mencionados y el renacimiento, con su idea más abierta del mundo. El arte a estado siempre de cierta forma al servicio de la fe, es sagrado.

Bibliografía:

Pallás, Joaquin (2003) La Iglesia y el arte: una doctrina

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