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Busqueda De La Felicidad


Enviado por   •  7 de Julio de 2015  •  1.811 Palabras (8 Páginas)  •  217 Visitas

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En Búsqueda de la Felicidad

Introducción

En el presente ensayo tiene como objetivo explicar la búsqueda de la felicidad.

Como estudiante considero que el desarrollo del presente ensayo académico, sobre la propuesta ética de la búsqueda de la felicidad, me va permitir desarrollar mi competencia comunicativa escrita en la asignatura de filosofía y mi carrera profesional.

La pregunta que ha motivado mi ensayo es ¿Eres Feliz? ¿Dónde se manifiesta más la felicidad? ¿Cuál es el origen de la felicidad? ¿Los placeres influyen en nosotros?

Para dar respuesta a mi pregunta de ensayo, he buscado información relacionado con el tema. Puse en práctica la técnica del fichaje, la consulta de libros de filosofía, las visitas a las páginas Web especializada y a las Bibliotecas, etc.

La redacción del ensayo me ha llevado a tomar conciencia en la práctica de producir un documento académico escrito formal y personal. El cual me ha introducido dentro del ambiente de la investigación científica universitaria, y prepararme dentro de la cultura de investigación.

la búsqueda de la felicidad se creía que todos podemos hallar un modo de ser felices, el problema, es que buscamos en el sitio equivocado, varios ponentes tenían una idea de la felicidad bastante divertida, decía que no deberíamos sentirnos culpables, por desear una vida placentera y divertida y prometía mostrarnos el camino hacia ella.

En tal sentido, en el presente ensayo, se busca hacer un tratamiento más o menos detallado de la propuesta ética elaborada por Epicuro de Samos. El cual incluye breves datos biográficos; referencias a las fuentes de su pensamiento; las diferencias entre ambos pensadores en torno a sus concepciones éticas y por último una breve conclusión.

La clave de la felicidad:

A lo largo de la historia las personas han buscado su felicidad, anhelando poder encontrarla o sentirla la han asociado equívocamente, en las primeras civilizaciones se concebía como felicidad a aquellos seres que poseyeran más tesoros económicos, tal es el caso de los emperadores, esta concepción fue evolucionando, hasta terminar atribuyéndose el término a aquella persona cuyos conocimientos fueran mayores, poseyera un apellido y una clase social elevada, fue considerada así durante la época monárquica. Sin embargo con el cauce del mismo la necesidad de la persona a encontrar su felicidad la llevo a buscarla en los placeres terrenales, dejando de lado los esenciales para el alma; siendo así en la actualidad asociada la felicidad a los placeres carnales y económicos, renunciando a aquellos placeres necesarios para el crecimiento del alma y centrando en el bienestar del cuerpo.

La divergencia de los placeres, ha conllevado a que nuestra sociedad conciba como correcto la aferración a los placeres terrenales como medida de llenar su alma y conseguir su ansiada felicidad, sin embargo cabe preguntarnos ¿Solo los placeres terrenales pueden otorgarnos la felicidad tan ansiada?

La necesidad de comprender que placeres generan felicidad en alma y no solo en el cuerpo, y que felicidad es la buscada, requiere abarcar más que solo la actualidad, es así que durante cada periodo de la evolución histórica diversos placeres fueron esenciales para conseguir ser feliz. Por ello, no solo los placeres terrenales generan felicidad al hombre, pues no todo cuerpo en bienestar implica un alma armoniosa. Debido a esto se requiere más que solo placeres terrenales para saciar las ansias a felicidad, requiere también el enriquecimiento del alma.

No obstante durante la cotidianidad no todas las personas conciben de manera similar la felicidad, sin embargo la gran mayoría la relaciona al bienestar económico y a los placeres carnales y el poder, sin concebir otra posibilidad. Por ello, el presente ensayo tiene como finalidad desarrollar los argumentos sobre la gran importancia de los placeres para conseguir la felicidad, ya que no solo los terrenales nos abrirán las puertas a una vida feliz, serena y armoniosa. La importancia de aclarar en qué placeres radica la felicidad es esencial para el logro de la misma, en base a ello existen diferentes causales y circunstancias que influyen, de las cuales, las más importantes son:

• La necesidad del bienestar del cuerpo.

• El enriquecimiento del alma.

• La constante evolución del mundo.

Ya que esta búsqueda, ha sido el fin primordial desde tiempo remotos, no fue ajena a los principales pensadores griegos, entre ellos, Epicuro de Samos, quien refiere que existen ciertas características y mecanismos que nos conducen a ella, y por tanto para el alcance pleno de la misma debemos aprender y establecer una jerarquización de lo necesario en nuestra vida; por tanto manifiesta:

“[…] el placer lo necesitamos cuando su ausencia nos causa dolor, pero, cuando no experimentamos dolor, tampoco sentimos placer. Por este motivo afirmamos que el placer es el principio y fin de una vida feliz, […]” (Epicuro de Samos, párr. 8)

Por tanto para tener una vida feliz, debemos disfrutar de los placeres adecuados, y no centrarnos en el beneficio del cuerpo.

En el siglo XXI, los conceptos de placer pueden adoptar un sentido materialista, y alejarse de la concepción original y la ataraxia planteada por Epicuro, pues con la evolución de la tecnología y la creciente economía global, ya sea por la globalización o los diferentes tratados establecidos internacionalmente esto ha generado la asociación de la felicidad, con la obtención de riquezas o de poder. Siendo así como manifestó Epicuro:

“[…] algunas veces el bien se torna mal y otras veces el mal es un bien”. (, párr. 8)

Descripción que refiere a nuestra sociedad, la inmersión de la globalización en el mundo surgió como una manera de crecimiento de los países, que sin embargo ha denigrado la moral y el sentido que implica una correcta felicidad, generando así la actual distorsión de la felicidad.

El Bienestar Corporal

La equivoca asociación de la felicidad con el cuerpo ha generado, lo que actualmente conocemos como materialismo, sin embargo este tipo de asociación apareció por primera vez en el mundo, con los reinados e imperios, puesto que el poder y lo que implica poseerlo, mostraban la superioridad y, erróneamente afirmado, la felicidad.

Sin embargo, el establecimiento de esta ideología, no era adoptada por todos, con la inmersión en el mundo de los filósofos surge un nuevo concepto de felicidad, y así Epicuro en su Carta a Meneceo manifestaba:

“[…] Pues ni los banquetes ni los festejos continuados, ni el gozar con jovencitos y mujeres, ni los pescados ni otros manjares que ofrecen las mesas bien servidas nos hacen la vida agradable, sino el juicio certero que examina las causas de cada acto de elección y aversión y sabe guiar nuestras opiniones lejos de aquellas que llenan el alma de inquietud.” (, párr. 12)

El hedonismo actual, es la contraposición total a la percepción original, la distinción necesaria de placeres en la actualidad infiere la separación progresiva y la deslindación de la persona a sus conceptos preestablecidos, lo que implica una ardua labor. Las fiestas, el derroche de dinero, el equipamiento tecnológico de última gama, la disposición y facilidad de viajes, el acceso a una mejor vestimenta exclusiva o el simple hecho de residir en una casa grande, en un buen distrito son asociados actualmente a la felicidad. Puesto que el concepto de felicidad actualmente implica el bienestar del cuerpo, el disfrute de los placeres terrenales, a lo cual solo se puede llegar mediante el poder, situación que genera la explotación y otros tipos de actos que generan felicidad en unos y hunden en la infelicidad y desgracia a otros.

La concepción de esta manera, implica abstenerse de los placeres que puedan provocar felicidad, mediante el enriquecimiento del alma, del espíritu, abocándose necesariamente, al cuerpo.

El sentirte bello, guapo, codiciado, envidiado, admirado por los bienes materiales que producen generan la felicidad que ellos buscan, por lo tanto no es extraño que si a un niño le preguntas que desea ser de grande te responda ser médico, porque quiero ayudar a la gente a curarse, sin embargo tras 10 años o poco más si le preguntas a ese mismo niño, ya hombre, porque decidió ser médico, puede ser común la respuesta, porque es mi vocación pero además te pagan bien y tienes un buen nivel de vida, dándote los lujos que desees. Sin embargo la pregunta esencial es: ¿Eres feliz? Por lo que la respuesta suele ser, tengo todo lo que quiero, soy feliz.

Situación a la que lentamente se ven inmersos también aquellos niño que aún mantenían la pureza en su alma, tal como es el caso de aquel niño que coerciona a sus padre diciendo: Papi yo seré feliz si me regalas una consola de video juegos u otro objeto de similar índole.

Claro ejemplo de la distorsión de la cual ha sido objeto la felicidad, actualmente asociado al materialismo, a lo corporal.

Enriquecimiento del Alma

Si bien el materialismo es lo predominante en la actualidad, no debemos enajenar totalmente el concepto de felicidad del enriquecimiento del alma. Las circunstancias y el actual contexto social, lentamente han dejado de buscar el enriquecimiento del alma, para buscar el enriquecimiento del cuerpo, pese a ello, no exento de toda la sociedad esta concepción.

Podemos asociar un alma fuerte, rica y sólida, a las virtudes propias de las personas, virtudes que generen un estado de bien general en cada ser. Así pues, Epicuro refiere:

“El principio de todo esto y el bien máximo es el juicio y por ello el juicio, […] no existe una vida feliz sin que sea al mismo tiempo, juiciosa, bella y justa, ni es posible vivir con prudencia, belleza y justicia sin ser feliz.” (, párr. 13)

Pues bien las virtudes son los únicos medios por los cuales el alma puede crecer y enriquecerse, es así que la amistad es uno de los bienes más importantes, que aunque actualmente, generalmente nace por un beneficio personal, más que por una convivencia social o la intención de generar felicidad, una vez establecida esta puede generar la autosatisfacción personal que refiere una mejoría y un incremento de felicidad en el alma. Pues bien no solo genera esta satisfacción, aún incluso establece un pacto social; como manifiesta Elena de la Cortina Montemayor:

“[…] supone el origen de la justicia social, concebida como un pacto de “no dañar ni ser dañado” en el que se fundamenta en definitiva, toda sociedad” (párr. 18)

La situación del alma y el ser es esencial en el camino de la búsqueda de la felicidad, el correcto empleo y disfrute de los placeres deben generar satisfacción y ausencia del dolor, no solo corporal, también espiritual. Siendo esta obtenida mediante las acciones que generen tranquilidad y armonía interna, tal como el caso de las personas filantrópicas, cuyo principal objetivo es la búsqueda y la ayuda a generar la felicidad de otros sin obtención de beneficio alguno.

Si bien la ayuda pluralizada y sin beneficio alguno produce una satisfacción personal, actualmente la divisación de la misma es reducida, sin embargo con la economía y situación social aún es posible la retracción de esa conducta interesa preponderante, buscando así el menor perjuicio y mayor apoyo a la sociedad, para el crecimiento individual.

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