CRÍTICA A LA EDUCACIÓN ACTUAL

CRÍTICA A LA EDUCACIÓN ACTUAL

Por Carolina Ochoa Dávalos

Hoy en día, el mundo nos exige más, nos demanda que seamos creativos, auténticos, que creemos cosas nuevas, que avancemos y en muchos aspectos, como el tecnológico, se ha logrado estar a la altura de la actualidad. Sin embargo existen otras cuestiones que simplemente están estancadas y que por más que se tratan de cambiar vuelven a lo mismo. La educación es el espejo de una sociedad, ya que en ella se reflejan la situación económica, social y política de un país, los valores, la ética, el entramado cultural, las expectativas y aspiraciones de la sociedad.

A continuación se hablará de la educación actual y se hará una crítica constructiva desde una perspectiva posmoderna, basándose en filósofos como Lyotard y Foucault para demostrar que es insuficiente, obsoleta y anticuada y que al ser la clave para el progreso del país, es crucial que evolucione.

Actualmente, ya no son suficientes las bases que nos dan en la escuela. El mundo en el que vivimos nos exige más, no que sepamos más historia o matemáticas, pero que podamos calcular impuestos, declarar la renta, prestar primeros auxilios o manejar dinero. No que pensemos como nos dicen, sino que seamos personas independientes y preparadas para la vida real. Y esta independencia y autonomía es lo que se necesita para construir una mejor sociedad, se necesita gente que razone.

A su vez, estas ideas tienen origen en la ilustración pues propagó las ideas de la libertad, de la emancipación, de la igualdad, con lo cual buscaba terminar con la esclavitud, la heteronomía y el miedo; sin embargo, establecía una nueva forma de explotación del hombre por el hombre, lo que termina en una percepción incorrecta del ser humano, como una bestia, pues el dominio que el sujeto moderno despliega sobre la naturaleza y sobre sí mismo, establece diferencias, desigualdades, establece roles de poder, en donde, unos (quienes tienen más poder) se transforman en los explotadores y beneficiarios principales de las fuerzas de trabajo de otros.

Dejando de lado la parte de la explotación y volviendo al ideal de la ilustración, aquel que seas tu propio dueño, podríamos argumentar que el razonamiento y la toma de decisiones conscientes son lo que pueden lograr un país sin desigualdades y garantizando los derechos individuales de cada individuo, a su vez, este razonamiento sólo se lograr al desarrollar la educación, pues de ahí viene lo fundamental. El ser capaz de llegar a una conclusión por ti mismo, cuando conoces todos los factores, eso hace a un ser autónomo.

Si un ciudadano no está informado para tomar una decisión, es muy probable que la tome mal. Es por eso que el sistema educativo debe dedicarse a formar adultos competentes, capaces de formular ideas propias, informados sobre economía y política, pero también de historia, literatura y matemáticas, es decir, formar personas integrales, porque eso es lo que se necesita para mover un país y para progresar.

Piensa en esto: te gradúas de la preparatoria y te vas a vivir a otro estado para estudiar la carrera que quieres. Vas a vivir solo, tienes que pagar una renta, pagar el agua, gas, electricidad y además trabajar para pagarte la universidad. Sabiendo todo esto, conociendo tus gastos y el salario mínimo, es más probable que ejerzas un voto más consiente (hablando de elecciones presidenciales) que alguien que no lo sabe.

Esta es una de las razones por las que a un gobierno corrupto, como el de México, que es poco progresista, ni le conviene ni le gusta que las personas piensen. Para ellos es mejor que todos se crean sus mentiras de campaña, que ni nos cuestionemos cómo van a aumentar el salario mínimo o erradicarán la corrupción.

Las instituciones educativas se han ido convirtiendo en una herramienta del Estado para controlar a los ciudadanos, pues se nos enseña a razonar de la misma forma, a

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