Campo intelectual de la educación
ericagaitanEnsayo22 de Mayo de 2013
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Campo intelectual de la educación:
El concepto de campo originalmente proviene de Bourdieu (y en parte de Foucault) y ha sido empleado por Berstein y sus discípulos para descubrir metafóricamente los contextos internos y externos de la educación.
La noción de campo, como una noción estratégica que describe una instancia relativamente autónoma, estructurante, de posiciones, oposiciones y disposiciones abre la posibilidad de establecer las bases sociales de generación de los discursos y prácticas que circulan en las instituciones del sistema educativo. La metáfora espacial del campo de fuerzas y, al mismo tiempo, campo de luchas, permite considerar el espacio del discurso como terreno y encrucijada de prácticas políticas.
Para Mario Díaz el campo intelectual de la educación no puede reducirse a un simple agrado de agentes o a la yuxtaposición de los discursos que lo constituyen que generalmente se analiza en su continuidad temporal y en su desarrollo progresivo. La identidad del campo intelectual de la educación no se construye tampoco alrededor de nombres, que se asumen como las conciencias representantes y representativas o de la totalidad de sus textos. Los sujetos, discursos y practicas constitutivas del C.I.E pueden describirse como sistemas de fuerzas cuya existencia, posiciones y combinaciones determinan la estructura especifica del campo en un momento histórico dado (estas fuerzas pueden entenderse a partir de la creciente diferenciación tanto del campo de la educación como de su campo intelectual. Esta diferenciación ha traído a estos campos una mayor oposición definida por la pugna, por la legitimidad, el status y el poder decisivo.
El campo intelectual es un sub campo de control simbólico. Para Berstein el campo de control simbólico, regula los medios, contextos y posibilidades de los recursos discursivos y se ubica en lo que se ha llamado las nuevas profesiones que regulan el cuerpo , las relaciones sociales , sus contextos espáciales y profesiones temporales. El campo de control simbólico traduce las relaciones de poder en discurso y el discurso en relaciones del poder.
La división social del trabajo de control simbólico a producido diferente sub campo, entre los cuales el campo intelectual es unos de ellos.
Para Mario Díaz este campo se refiere a las posiciones, oposiciones y prácticas que surgen de las producciones discursivas y no de la reproducción del discurso educativo y sus prácticas que realizan en el campo de la reproducción al cual lo hemos denominado como campo pedagógico. Contemporáneamente la relación entre estos dos campos se ha vuelto más abierta pero más compleja produciéndose tensiones expresadas en intereses movilizados alrededor, ya sea de las demandas discursivas, de los agentes del campo pedagógico y del campo de dichas demandas por los intelectuales de la educación , ya sea de las formas de organización del campo pedagógico o de los proceso de comunicación entre los dos campos .
El campo intelectual de la educación puede considerarse una fuente importante en la generación de las posiciones en la teoría, investigación y práctica educativa, y en la definición parcial de los discursos y de las prácticas pedagógica que circulan en el sistema educativo, en sus diferentes niveles. La determinación de los límites discursivos del campo intelectual depende, por una parte, de su estratificación interna y de las luchas por la definición de discurso y practicas legítimas.
Por otra parte, los límites externos del campo intelectual de la educación dependen de la relación que se establece con otros campos como el campo de la producción, el campo de control simbólico y el campo del estado. Así como por ejemplo , agente del campo intelectual de la educación pueden estar vinculados a las agencias pedagógicas del estado o del sector publico ya sea mediante prestación de serviciones administrativas o académica (asesoría , consejería , investigación , comité, y otros ), o mediante la producción de textos o la asesoría de su reproducción .
De acuerdo con estas perspectivas diferentes formaciones históricas expresan diferentes relaciones de poder entre los grupos dominantes de los campos mencionados y producen diferente estructura de limitante en un sistema educativo , las luchas sobre los limites básicos definitorios de un sistema educativo nacional expresan principios tanto de clase como de campo (producción control simbólicos ,estados )esto es desigualdades y diferencias.
Teniendo en cuenta que tanto las relaciones dentro del campo intelectual de la educación como sus relaciones con otros campos expresan las lógicas de la dominación. De allí la importancia de considerar la dinámica histórica del C.I.E articulada con diferentes procesos sociales que bien pueden incluir los conflictos de clase, la restructuración y cambios institucionales del sistema educativo, los movimientos sociales y culturales; o las transformaciones sociales, culturales e intelectuales. También podrían figurar como condicionantes de la estructura y funcionamiento del C.I.E, entre otros, las relaciones entre este y el campo político de donde dependería la mayor o menor autonomía del campo, los conflictos e intereses de subgrupos que conforman el C.I.E y las características especificas de sus agentes.
Los intelectuales del C.I.E: Gouldner (1979) plantea que con el advenimiento de la sociedad industrial y tecnocrática la posición social del intelectual humanista cultivado entro en decadencia frente al surgimiento de los intelectuales modernos que se configuro dentro de una nueva clase internamente diferenciada en un amplio mercado de ideologías, posiciones y funciones que se especializaban en el sistema educativo.
Para Mario Díaz los intelectuales modernos constituyen una fracción que sobrepasa la noción delimitada, en función y contenido, del intelectual tradicional –o gran figura- ubicado en el contexto de la vieja clase media. Todas estas expresiones coinciden en indicar el ascenso de nuevas capas sociales, la transformación del proceso de trabajo, la integración cada vez mayor, del trabajo intelectual en este último, por mediación del tecno-conocimiento, pero también, nuevas configuraciones del poder. En el contexto moderno ya no es el intelectual tradicional quien está llamado al lugar predominante.
El intelectual moderno es producto de la expansión y diversificación del mercado cultural y de su progresiva organización en torno a funciones profesionalizadas y burocráticamente integradas. El intelectual moderno es un intelectual profesionalizado orgánicamente articulado en una red compleja de posiciones y funciones discursivas en diferentes campos. Este, es el concepto específico que Mario Díaz aplica para definir a los intelectuales de la educación.
Es, pues, el complejo de relaciones discursivas, sociales, ideológicas y políticas contemporáneas y no el carácter intrinsico de la profesión (educar-educador, trasmisor de conocimientos) el que ha determinado el surgimiento de un grupo relativamente autónomo de intelectuales profesionalizados diversos – provenientes de diferentes disciplinas y regiones- orgánicamente ligados al campo de la educación.
A su vez, la producción intelectual crea una división del trabajo entre los intelectuales de la educación. Por una parte, y que se especializan las agencias del campo de producción, del campo de control simbólico y del campo del estado, por la otra. La división social del trabajo crea, pues, la categoría de intelectuales de la educación (o intelectuales adscritos al campo de la educación) extremadamente diversos en su formación profesional y académica en diferentes sistemas teorico-metodologicos; que en el campo educativo ( o pedagógico), especialmente en la universidad –aunque no siempre- cumplen diversas funciones. En términos generales podríamos caracterizar estas funciones de los intelectuales así:
a. Funciones criticas y discursivas o de estructuración de discursos, difusión de paradigmas y perspectivas de los campos científicos y educativo, nacional e internacional, de investigación. Es posible considerar la existencia de investigaciones aislados de grupos especializados dedicados tanto a la crítica como a la producción o al desarrollo de conocimientos. Estos intelectuales pueden pertenecer a centros especializados de investigación generalmente, aun cuando no siempre, educativa, o a instituciones universitarias de alto nivel donde alternan la investigación con la docencia. Los intelectuales en general, tienen una gran su interés es fundamentalmente critico, hermenéutico, emancipatorio y, por lo general político.
b. Funciones
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