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Comentario De Texto De Platon


Enviado por   •  2 de Abril de 2013  •  1.458 Palabras (6 Páginas)  •  530 Visitas

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Comentario texto PLATON

Platón comienza por definir qué entiende por recta educación. La define como la virtud que se da a los niños desde pequeños para que distingan lo bueno y lo malo. En cambio, siempre hay hombres que se salen de la virtud y para ellos los dioses otorgan un periodo de festividades.

Platón hace una importante distinción entre hombres y animales y es que estos últimos no son conscientes del orden de los movimientos (que denomina ritmo y armonía) y los hombres sí. Por eso, el ser humano es capaz de cantar y bailar, pero sólo el bien educado lo hace correctamente. El buen canto y el buen baile es el vinculado a la excelencia del alma y el cuerpo; cualquiera que se salga de esto es vinculado al vicio.

A partir del epígrafe 656a, Platón añade que si un hombre practica canciones y bailes malos puede resultar dañado y que la ley debería regular todo lo concerniente a educación musical. En cambio, esto sólo se hace en Egipto. Allí determinan cuáles son las melodías adecuadas para la educación y censuran a aquellos artistas que se salen de los cánones establecidos. Las buenas melodías tienen origen divino y en Egipto son las compuestas por Isis.

A continuación, Platón se plantea cómo se debe juzgar a los artistas y quién debe hacerlo. Pone el ejemplo de un certamen cualquiera al que acudiese toda la ciudad y cada estamento votase a los candidatos. Los niños votarían a los títeres, los jóvenes y mujeres las tragedias, etc. Pero quienes deben triunfar deben ser los elegidos por los hombres de edad madura, ya que éstos tienen más experiencia. Además, la multitud sólo juzga la música por el placer, pero el verdadero juez no debe hacerlo por esto. Tras todo esto, llega a la conclusión de que hay que educar a los niños desde pequeños para que aprendan a distinguir lo bueno de lo malo. La forma de educarlos es darle nombres de juegos a los cantos, omitiendo cualquier signo de seriedad.

Además, el dirigente político debe velar porque los artistas compongan conforme a lo que se determine como recto y apropiado para la educación. Clinias apunta que esto no sucede, que se hacen innovaciones en la música y que las leyes no recogen nada de esto. Su interlocutor le contesta posteriormente que precisamente son estas normas las que ambos deben difundir, diciéndole a los artistas cómo han de componer.

En la página 147 se plantea qué hombres son más afortunados, si los que viven más rectamente o los que se dejan llevar por los placeres. Platón se decanta por la “vida justa y piadosa” y que esta creencia ha de ser adoptada por los jóvenes.

A partir de la página 150, Platón se adentra en la clasificación de los cantos. Concretamente, estipula que debe haber tres coros: el de Apolo, el de las Musas y el de Dionisos. Todo el mundo debe cantar, debe generalizarse el gusto de la gente por los himnos. Los ancianos, en honor a Dionisos y para librarse del pudor que pueda provocarles cantar en público a su edad, pueden recurrir al vino.

En el epígrafe 668a, Platón expone una idea importante: la música no se juzga por el placer sino por su rectitud a la hora de imitar la belleza. El arte es imitación y para apreciarla hay que conocer qué pretende imitar, la técnica utilizada para llevar a cabo tal imitación y el valor moral de la obra. La música, si no sigue estos parámetros, puede resultar más dañina que cualquier otra disciplina. Las Musas jamás se equivocarán al componer melodías, pero el hombre puede confundirse.

En la página 159, Platón aporta la idea de que la música debe estar al servicio del texto, que no sirve de nada utilizar sólo música instrumental.

Poco después (página 160), apunta que los artistas sólo tienen la habilidad técnica pero que no tienen la capacidad de decidir cuál obra es bella y cuál no. Eso es función de los ancianos.

Al final del texto (página 161), vuelve al coro dionisíaco y a su vinculación con la bebida. Ahora añade que deben legislarse los banquetes, ya que estos hacen que los hombres se emborrachen y no sean dueños de sí mismos. Los generales son quienes deben velar por que estas leyes se cumplan, ya que beber exige tanta disciplina como la guerra. Platón cuenta el relato de Dionisos, en el que se narra cómo éste, hijo nacido de un adulterio de Zeus, se volvió loco por culpa de su madrastra y esposa de su padre, Hera. El vino nos hace perder el juicio, según algunas fuentes, porque Dionisos se

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