Comentario de Nietzsche.

Este texto es una crítica a la moral y la religión occidental, sirviéndose de un personaje de rasgos bíblicos, Zaratustra, hombre valiente al que se dirige tanto para los que están ya preparado para escuchar lo que tiene que decir, como para los que no y que, probablemente, simboliza la urgencia que Nietzsche siente por transmitir sus ideas, este profeta se ha enfrentado a la soledad del desierto (el nihilismo), ha sobrevivido (a la opresión de los valores falsos), ha dejado de ser un esclavo y niega la existencia del más allá (la metafísica y el cristianismo). Al mismo tiempo, anuncia el advenimiento de una nueva clase de hombre, dueño de su existencia y creador de nuevos valores, que afirma la vida por encima de todo. En resumen, estamos ante la representación de la necesidad de una transformación radical del hombre y con él, la cultura occidental.

Nietzsche en su filosofía hace un análisis de la cultura occidental usando el método genealógico con el que pretende encontrar los motivos que impulsaron a occidente a adoptar unos valores molares, creencias religiosas y doctrinas filosóficas determinados. Para ello utiliza el estudio de la historia, la mitología y la gramática. Su explicación se remonta a la Grecia arcaica cuando se representaba el mundo como la lucha trágica  entre dos fuerzas estéticas que combaten: lo dionisiaco y lo apolíneo. Apolo representa el equilibrio, la razón, la armonía, el orden, la rectitud, la vida y el día. Mientras que Dionisio es el desorden, la irracionalidad, la pasión, la inconsciencia, lo trágico, la muerte y la noche. Será con la aparición de la filosofía  y, concretamente, con la llegada de Sócrates, el gran corruptor (en palabras de nuestro autor), cuando empezó la decadencia de occidente. Lo apolíneo, fuente de la razón, primara a partir de ese momento y encontrará en Platón su mejor aliado, con ellos llegó la invención de lo Absoluto, del Bien, de la Verdad y del Mundo de la Ideas, a la vez que se condenó al cuerpo y al testimonio que recibimos por los sentidos del mundo y a lo finito. A partir de aquí, el hombre se convirtió en un ser abstracto, en una idea e incluso en un simple número. Otro hecho importante que Nietzsche destaca es  la caída del Imperio Romano por la rebelión de los esclavos, esto es, el  triunfo de la religión judeo-cristiana, doctrina que no deja de ser una simple adaptación del platonismo para el pueblo.  Esta fue la de victoria los valores propios de esclavos (obediencia, autosacrificio, humildad, compasión, etc.) sobre los valores propios de los señores (vitalidad, fortaleza, sensualidad, control, etc.). Una inversión axiológica que hizo del sufrimiento y la debilidad una virtud. Actitud que terminaría generando un individuo lleno de resentimiento y mala conciencia con una moral de rebaño. Este proceso de culturización es no es otra cosa que  la domesticacización de la población por parte de sacerdotes, filósofos y políticos para poder someterlos a sus intereses.  La gramática  es otro campo de investigación importante para el autor. Esta es la responsable de  perpetuar el orden impuesto por la  metafísica (p. ej., prevalencia del uso del verbo ser, relaciones sujeto-predicado, etc.).

Siguiendo con el desarrollo de su teoría, y adentrándonos ya en la época contemporánea, aparece el nihilismo donde el hombre despierta, traumatizado, de todas estas mentiras. Esta sería el momento adecuado para que el hombre pudiera, por fin, ejercer la verdadera libertad. Sin embargo este sigue comportándose, ante la moral y la ciencia, como si los valores fueran indiscutibles y es seducido por otros similares que terminan por generar nuevos ídolos como el dinero o la tecnología. Para superar este nihilismo pasivo Nietzsche propone un nihilismo activo mediante su “filosofía a martillazos”, esto es, destruir el orden existente y, de este modo, superar la moral tradicional produciendo una transvaloración y  transmutación del hombre en el Übermensch.

El Übermensch es la propuesta de un ser humano ideal, generador de sus propios valores, autónomo, libre y contrario al espíritu gregario o a la moral de esclavos. Un ser dionisiaco que ama el carácter temporal de la vida e identificará lo bueno y verdadero en todo aquello que proceda de la voluntad de poder, en otros términos, el principio o fuerza  de expansión y autosuperación que mueve todo (concepto derivado del de Schopenhauer, pero que aquí carece de intención teleologica); en cambio, lo malo y falso será todo aquello que perjudique y  debilite la voluntad de poder.

Friedrich Nietzsche nació 1844 en la provincia alemana de Sajonia, fuel músico, poeta y profesor de filología clásica en Basilea y murió, después de una enfermedad mental, en 1900. Podemos distinguir, con la terminología que a él mismo le gustaba emplear, cuatro períodos en su pensamiento:  

Período romántico; filosofía de noche inspirada en los presocráticos y Schopenhauer donde el arte aparece como un medio de penetrar en la realidad y dedica un libro a Wagner.

Período  ilustrado; filosofía de mañana con la que rompe con Schopenhauer y adopta posturas más cercanas a Voltaire,  escribe “Humano, demasiado humano” y “La gaya ciencia” (1882).

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