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Como se da el Ensayo Maquiavelo


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2017  •  Ensayos  •  7.719 Palabras (31 Páginas)  •  242 Visitas

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UNIVERSIDAD HUMANISTA HIDALGO[pic 1]

Licenciatura en derecho

Semestre: 2°        Grupo:1

Materia: Teoría del Estado

“Ensayo del Príncipe, de Maquiavelo”

Catedrático: Ernesto

Alumna: Iryth Sofía Barrios Padilla

Ciclo: Enero - Julio 2017


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN        3

RESUMEN        4

ENSAYO        16

CONCLUCIÓN        20


INTRODUCCIÓN

Esta obra fue publicada en el año de 1532 y está dedicado a Lorenzo II de Médici, Duque de Urbino, pero para el año de su publicación Maquiavelo ya había fallecido (1527), este libro lo escribió en respuesta a una acusación que se le hizo, porque cuando España invadió a Florencia en 1512, Maquiavelo a principios de 1513 fue implicado, y nunca ha se aclaró, si fue implicado falsamente en un complot fallido en contra de Médici. Por lo cual, fue arrestado de inmediato y enviado a la prisión de Devarllelo, y ahí fue torturado. Después al ser liberado, trató volver a la política y como regalo y con la esperanza de recuperar su confianza, le escribió este libro a uno de los Médicini, diciéndole cómo debía de gobernar, mostrándole a través de distintos ejemplos, el arquetipo de político en el que él debía convertirse.

El libro es una obra política, que  muestra y explica cómo desde la antigüedad se ha llevado a cabo la lucha por el poder y cómo ésta siempre ha existido. Maquiavelo expone los errores o la inteligencia según sea el caso, en que los príncipes de ese tiempo y los anteriores a ese se establecieron en sus respectivos Estados. En cada uno de los capítulos primero desarrolla el tema mencionado en el subtítulo, después mediante ejemplos de ciertos personajes menciona cómo es que estos llevaron a cabo la acción determinada la que habla.

Menciona en varias ocasiones a personajes como Cesar Borgia, Alejandro VI, los Médici, Luis XII de Francia, Fernando II de Aragón (el rey Católico), estos son los que más usa para argumentar sus recomendaciones. Normalmente en cada capítulo señala a un actor y los errores que éste cometió, posteriormente habla de cómo otro si supo realizar la acción y la astucia con que este la llevó a cabo.

Maquiavelo expresa en varias ocasiones sobre la naturaleza del hombre, de la cual nos habla muy profundamente, él dice que esta es mala por naturaleza, también habla de la inteligencia y que si bien un príncipe no cuenta con muchas cualidades al menos debe parecer que las posee, para poder llegar al poder y mantenerse en él. A través de la historia nos va guiando en su obra, y aterriza en cada caso que es importante mencionar, con sus argumentos basados en hechos.

Habla también de la Italia que él quiere, porque aparte de que el libro es un regalo al Duque para explicarle cómo llevar un Estado siendo un buen príncipe, él habla de sus deseos de ver su país en manos de un liberador, ya que habla de una Italia dañada, herida, oprimida, despojada y que estaba sumida en toda clase de maltratos. Tiene sed de venganza quiere ver triunfante a su Estado, por eso lo impulsa y le pide con algunas adulaciones que sea él el que lo logre, le da las bases para que eso pueda ser posible.

RESUMEN

CAPÍTULO I: DE LAS DISTINTAS FORMAS DE PRINCIPADOS Y DE LA FORMA EN QUE SE ADQUIEREN

En este capítulo nos habla de que en todo dominio donde los hombres han ejercido soberanía son repúblicas o principados. Estos últimos pueden ser hereditarios o nuevos, los hereditarios son los que han pasado de familia a familia y los nuevos, son agregados al Estado hereditario del príncipe que los adquiere, son adquiridos por las armas propias o por las ajenas, por la suerte o por la virtud.

CAPÍTULO II: DE LOS PRINCIPADOS HEREDITARIOS.

Nos dice cómo pueden gobernarse y conservarse los principados. Es más fácil conservar un Estado hereditario, que uno nuevo, basta con no alterar el orden establecido por los príncipes anteriores. Si el príncipe es de mediana inteligencia, se mantendrá siempre en su Estado, a menos que una fuerza arrolladora lo arroje de él, sólo tendría que esperar para reconquistarlo, que el usurpador sufra su primer tropiezo. El príncipe natural tiene menos razones y menor necesidad de ofender: de donde es lógico que sea más amado.

CAPÍTULO III: DE LOS PRINCIPADOS MIXTOS

Existen varias dificultades en los principados nuevos, aunque estos no sean nuevos del todo, sino como miembro agregado a un conjunto anterior, y a este puede llamársele mixto. Una dificultad, es que se tiene por enemigos a todos los que se ha ofendido al ocupar el principado, y no se puede conservar de amigos a los que ayudaron a conquistarlo, porque no se les puede satisfacer como ellos esperaban; y no puede hacerse nada contra ellos, porque siempre se tiene necesidad de la colaboración de los “provincianos” para entrar en una provincia.

Los territorios rebelados se pierden con más dificultad cuando se conquistan por segunda vez, porque el señor vacila menos en asegurar su poder castigando a los delincuentes, vigilando a los sospechosos y reforzando las partes más débiles.

Los Estados que se adquieren y que son de la misma provincia y de la misma lengua, es muy fácil conservarlos. Basta con haber borrado la línea del príncipe que los gobernaba, también siempre que respeten sus costumbres y las ventajas de que gozaban. Si desean conservarlos, se deben tener dos cuidados: primero, que la descendencia del anterior príncipe desaparezca; después que ni sus leyes ni sus tributos sean alterados.

Los Estados en una provincia con idioma, costumbres y organización diferente, la persona que los adquiere debe irse a vivir allí. Porque, así ven nacer los desórdenes y se les puede reprimir con prontitud. Los representantes del príncipe no pueden saquear la provincia, y los súbditos están más satisfechos, pueden recurrir a él fácilmente para amarlo, y para temerlo.

Otro remedio es mandar colonias a uno o dos lugares que sean como llaves de aquel Estado; con pocos gastos se les gobierna y conserva. Como los damnificados son pobres, jamás pueden significar peligro; en cuanto a los demás, temen en incurrir en una falta y exponerse a que les suceda lo que a los despojados, y por ello se quedan tranquilos.

A los hombres hay que conquistarlos o eliminarlos; y así la ofensa que haga el hombre debe ser tal que le resulte imposible vengarse.

La ocupación militar, es un gasto mayor, porque el mantenimiento de la guardia absorbe las rentas del Estado. Además de que son una imposición y todos se vuelven enemigos.

El príncipe que anexe una provincia de costumbres, lengua y organización distintas a las de la suya, debe también convertirse en paladín y defensor de los vecinos menos poderosos. Sólo tiene que preocuparse de que después sus aliados no adquieran demasiada fuerza y autoridad. Una regla general: el que ayuda a hacerse poderoso a otro causa su propia ruina.

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