Ensayo El pincipe. Maquiavelo

Centro Universitario Montes de Oca

Bases del pensamiento Político

Lic. Mario Fabela

Alexis Ricardo Maya Guevara

1er Cuatrimestre

El Príncipe

Nicolás Maquiavelo

INTRODUCCION

En su introducción el autor explica que esta obra es parte de una ofrenda a su entonces Príncipe, que para él representa su objeto más valioso y de poder, todo “el conocimiento” adquirido a través del tiempo observando y analizando la naturaleza de los estados y el principado todo eso plasmado en este escrito.

En estos primero capítulos podemos conocer los diferentes tipos de principados, la menara en que llegaban al cargo y sus formas de gobernar

Capítulo I

En este capítulo podemos conocer las distintas clases de principado y sus formas de adquirirlos. Todos los estados o dominaciones en los que se ejerce soberanía sobre el hombre (pueblo) si bien son republicas o principados en todas hay dos manera de adquirir el cargo más alto (príncipe); los que son heredados por un linaje de sangre directo, en los que una sola familia gobierna a través de los años  y los nuevos príncipes o príncipes mixtos, los dominios así adquiridos  están acostumbrados a vivir bajo un príncipe o libres y se adquieren por armas propias o ajenas, por la suerte o la virtud (guerras o conquistas).

Capitulo II

En el entendemos que los principados heredados por linaje de sangre directa tienen una mayor facilidad de conservar el estado, basta con una inteligencia mediana, lo suficiente para entender que al no alterar el orden establecido por sus generaciones anteriores y solamente cambiar o actualizar el orden si llegase a sufrir algún cambio significativo en el orden y la paz, con esto se aseguran de continuar con su linaje dentro del estado, porque este príncipe tiene menos razones y necesidades de ofender y perder la simpatía de quien ya lo respeta y ama.

Capitulo III

Aquí entendemos las mejores alternativas que posee un nuevo príncipe o príncipe mixto de llegar a establecerse dentro de un nuevo estado sin que este se levante en armas en su contra, todo esto porque existe un mayor número de factores y riesgos de perder su conquista, ya que el pueblo se siente ofendido de manera natural y muy probablemente intente una rebelión.

Por muy difícil que sea;  por ejemplo si el nuevo estado pertenece a la misma provincia y hablan la misma lengua y sobre todo están acostumbrados a vivir en libertad, con tan solo respetar las costumbres y la organización que el estado ya tenía incluyendo las ventajas de unos cuantos, los habitantes permanecerán sosegados y así fácilmente el nuevo príncipe podrá conservar su nuevo estado. Pero si el nuevo estado, se encuentra en una provincia distinta, tiene una lengua distinta, llegan a surgir más complicaciones, entonces se va a requerir un poco de suerte y mucha habilidad para conservarlos.

Podemos ver que una de las eficaces opciones que podían tomar los nuevos príncipes era trasladarse a vivir al estado recién dominado, así podían ver nacer los desórdenes y poder reprimirlos de manera oportuna y no cuanto estos sean incontrolables y representen un peligro para su dominio, además evitar que sus representantes abusen de los dominados y el estar cerca también ayudaba a que pudieran acudir fácilmente a él y adorarlo.

Otra buena práctica para los príncipes mixtos era mandar colonias a uno o dos lugares y que estos sirvieran de llaves del estado, es mejor que mandar tropas a custodiar, ya que no se gastan muchos recursos y con estos pocos se les gobierna y se les conserva, la única parte que se afecta es a la población que se les despoja de sus propiedades, pero al quedar en pobreza y sin poder están muy vulnerables por lo tanto no representan un peligro para el nuevo gobierno.

Una última es que el príncipe debe también convertirse en protector  y defensor de los dominados menos poderosos, ingeniarse para debilitar a los de mayor poderío y cuidarse de que, bajo ningún pretexto, entre en su Estado un extranjero tan poderoso como él. Porque siempre sucede que el recién llegado se pone de parte de aquellos que, por ambición o por miedo, están descontentos de su gobierno.

Capitulo IV

En este tramo sabemos cuál fue la razón de que el reino de Darío, conquistado por Alejandro no se rebeló a sus sucesores una vez muerto. Los sucesores de Alejandro conservaron los estados que este había conquistado por que la inteligencia y ambición que mostraron. De dos modos son gobernados estos estados.

 El primero consiste en ser un príncipe ayudado y aconsejado de otros individuos que, permaneciendo siempre como súbditos humildes a su lado, son reconocidos por su gracia o por concesión (linaje), siempre como servidores, solamente para ayudarle a gobernar.

El segundo modo como se gobierna se compone de un príncipe, ayudado de hombre, que encuentran su puesto en el Estado, no por su gracia o por la soberanía, sino por la antigüedad de su familia (linaje). Estos mismos hombre poseen territorios y súbditos que los reconocen por señores suyos, y le expresan y demuestran su afecto. Y, en los primeros de estos Estados en que gobierna el mismo príncipe con algunos ministros esclavos, tiene más autoridad, porque en su provincia no hay nadie que reconozca a otro más que a él por superior y si se obedece a otro, no es por un particular afecto a su persona, sino solamente por ser ministro y empleado del monarca.

Un monarca absoluto se puede ejemplificar con el sultán de Turquía y el rey de Francia, gobernados por un señor único.

Capítulo V

Básicamente en este capítulo podemos comprender cómo hay que gobernar las ciudades o los principados que, antes de ser dominados, vivían con sus propias leyes y organización. Cuando el príncipe quiere conservar aquellos Estados que estaban acostumbrados a vivir con sus propias leyes y en forma de república, es necesario que el príncipe tome una de las tres mejores posibles soluciones:

 La primera es arruinarlos e imponer su voluntad, otra opción es ir a vivir en este estado y dedicarse a vivir prácticamente de ellos y de sus actividades respetando costumbres y la última era dejar al pueblo con sus leyes y tradiciones, obligándolos solo a pagarle una contribución anual y creando en el estado un tribunal de un pequeño número de miembros, que cuide y mantenga allí su poder. Al establecer este consejo consultivo, el príncipe, sabiendo que no puede subsistir sin su amistad y sin su dominación, tiene el mayor interés de imponer su autoridad.

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