Comparacion entre forma y espacio

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Propuesta de Par

El par dialéctico elegido para el siguiente análisis es FORMA - ESPACIO. 

Entendemos el concepto de forma como la figura exterior de un cuerpo o el modo de disponer las cosas. Si nos limitamos a esta definición, debemos pensar en la forma como la materialización de los objetos o el modo en que los mismos se encuentran dispuestos en el espacio. Esta primera acepción del concepto nos indica que la forma es, en principio un aspecto racional. Sin embargo, para el siguiente análisis, tomamos en cuenta que la forma también consiste en ideas preexistentes o conformadas sobre un objeto. La FORMA puede ser también, el resultado de una acción sensible o subjetiva de cómo se piensa y vive el mundo y la Arquitectura.

El espacio es un lugar que se produce con el objetivo de realizar actividades en las condiciones que se consideran apropiadas. Así como la forma, El espacio se puede entender desde dos aristas diversas; por un lado, podemos pensar los espacios, lo que implica una acción de diseño, y por otro lado los mismos se puede “sentir” o “vivir”. Es decir que en este punto, el concepto ESPACIO es entendido como una acción racional y una decisión que se puede deducir objetivamente, y a la vez, se comporta como un componente propio del hombre como individuo que siente y vive. La arquitectura se hace evidente en el momento en el que surge para delimitar un espacio. El espacio que podemos recorrer y contar, el que nos contiene y es contenido a la vez. Hablar de espacio es hablar de arquitectura y viceversa.

En relación a la vivencia del espacio Bruno Zevi  afirma “La Arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras y alturas de los elementos constructivos que envuelven el espacio, sino dimana propiamente del vacío, del espacio envuelto, del espacio exterior, en el cual los hombres viven y se mueven” “Tomar posesión del espacio, saberlo ver constituye la llave de ingreso a la comprensión de los edificios”

La hipótesis de trabajo es demostrar que la forma arquitectónica determina espacios internos que el individuo contempla, vive y siente y a la vez, la voluntad de generar un tipo de espacio determinado puede conformar una Forma arquitectónica. Existe en esto último una diferencia, ya que un lugar arquitectónico puede determinarse debido a las actividades que se desarrollan en él, pero el ESPACIO es aquel en el que el hombre experimenta sensaciones y vivencias.

A continuación, expondremos algunas citas de los textos de referencia para argumentar la relación que existe entre ambos conceptos del par.

“…Por tanto, el espacio de la galería de arte de Kahn estaba tan determinado por el espacio marco tetraédrico de hormigón que constituía sus suelos como por la rejilla regular de columnas rectangulares que dividía su volumen interno en cuatro secciones básicas…”^[1]

“…La Forma implica una armonía de sistemas, un sentido del Orden y de lo que individualiza una existencia. La forma no tiene figura ni dimensión...”

“..La forma es el “qué”. El diseño es el “cómo”. La forma es impersonal, el diseño pertenece al diseñador […] La forma nada tiene que ver con las condiciones circunstanciales. En arquitectura, caracteriza una armonía de espacios adecuada para cierta actividad del hombre.”

 “El espacio es fuerte y da el tono. Además, el concepto de que cada persona es un individuo distinto sugiere la necesidad de la variedad de espacios....”

“La comprensión de lo que caracteriza a los espacios ideales para una escuela, por parte del instituto de enseñanza que la requiere, obliga al arquitecto a enterarse de lo que la Escuela quiere ser, es decir, a tomar conciencia de la forma Escuela.”

“…Puede decirse que la arquitectura es la creación mediata de espacios…Es la creación de espacios que evoquen el sentimiento de su uso adecuado”

En estas citas^[2], L. Kahn establece su concepción acerca del espacio y de cómo éste puede ser entendido como el resultado de la voluntad de que se adecue al individuo que lo habita, y que, por lo tanto puede tomar infinitas formas como individuos vivan en él.

Por otro lado, L. Kahn establece que existe una diferencia entre el espacio que se piensa como tal y el espacio que se vive, la “Casa” conforma una idea de una forma determinada pero el “Hogar” es aquel que se siente una vez que ese espacio se ha conformado como tal, y que solo es comprobable en la medida en que se materialice y se habite.

Es en esto último que encontramos para nuestro análisis, los dos opuestos del concepto ESPACIO. Uno es el resultado teórico de una acción mental y el otro, es el resultado de la materialización y la percepción del mismo.

“Los lugares que crea están destinados realmente a la vida de las gentes. El Laboratorio Salk, el laboratorio Richards, la biblioteca de Exeter, el museo de Fort Worth son lugares de un innegable carácter social donde los espacios se ajustan perfectamente a las condiciones humanas…”^[3]

 “Antes de decidir la distribución de una planta o la forma de una cubierta, Kahn se preocupa sobre todo de crear lugares que susciten la sensación de una vida adecuada…”^[4]

Encontramos en este pasaje una de las facetas en las que podemos definir la relación entre los conceptos del par. En este caso, la búsqueda de espacios que determinen sensaciones y vivencias es precedente a la determinación de la forma arquitectónica o del volumen total de la obra.

 “En cierta ocasión, Kahn propuso a sus alumnos de la Universidad de Pennsylvania diseñar , lo cual exigía, antes de plasmar un espacio, su definición. […] todos estaban convencidos de que semejante lugar, independientemente de su dimensión o su distribución, debía favorecer las más altas aspiraciones del hombre”^[5]

Nuevamente una cita de Kahn nos evidencia su concepción originaria sobre la creación del espacio ligado a la idea del “habitar” más orgánico y perceptual. Para Kahn, habitar significa adecuarse a un uso, predeterminado o no, de los espacios. Se trata de “rehabitar” la casa como cada uno quiera. Para Kahn, el uso debe ser apropiado. Se postula en contra del funcionalismo: para él, la forma no debía seguir a la función. Para el arquitecto en vez de hacer cocinas, dormitorios, salas de estar o estudios, se trataría de hacer habitaciones en las que se generen un uso apropiado por la luz, la forma o los materiales.

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