Condiciones Para El Desarrollo De La Personalidad Del Preescolar"

Al ir creciendo, el niño va adquiriendo nuevos rasgo psíquicos y de conducta, que lo convierten miembro de una sociedad.

A esta edad, se les solicita con mayor frecuencia el cumplimiento de reglas y el control en su conducta.

En el preescolar, el niño va a prendiendo a colaborar con los demás, a tomarlos en cuenta, a respetar reglas, a respetar, a hacer actividades más complejas, mayores destrezas y conocimientos.

Todo esto va formando la personalidad del niño; que están relacionadas al desarrollo.

La forma en la que el adulto interviene en la formación de la personalidad del niño es en hacerle que él sea capaz de asimilar y comprender las reglas y normas de la sociedad, así como las conductas que son y no son apropiadas. En ocasiones los adultos se lo enseñan de una forma inconsciente, ya que los niños son constantes imitadores y no sólo de sus padres, sino de personas adultas que están a su alrededor.

Conforme avanzan en el preescolar, se van volviendo más exigentes en cuanto al cumplimento de reglas; y no precisamente los padres, sino que son los niños quienes se autocritican y se esfuerzan por acatarlas.

Cuando un niño es consciente de las reglas y las aplica y observa que otro no la está llevando a cabo, inmediatamente da aviso a la educadora; y no es por echar de cabeza a su compañero, sino para que el adulto se dé cuenta de que ha comprendido y que sabe cómo y cuándo utilizar la regla establecida.

La forma más sencilla para que un niño asimile las reglas, es llevarlas a cabo, practicarlas.

Los niños de otros niveles escolares, llevan a cabo las reglas por costumbre, pero los de preescolar avanzado, las pone en práctica conscientemente, lo hace él y se preocupa por que los demás también lo hagan.

Los niños necesitan de niños más que de los adultos. Y es de gran ayuda, ya que al crease una sociedad infantil, los niños aprenden a comportarse en colectiva y a relacionarse con los demás.

Los infantes tratan de regular sus conductas, pero no siempre actúan debidamente, aquí es donde debe entrar el educador, tratando de que los niños comprendan de forma consciente la importancia de las reglas. Las cuales se pueden poner en práctica mediante ejercicios y actividades.

La opinión pública también influye en la personalidad del niño; generalmente la opinión de un niño no afecta; pero cuando ya son varios el niño la acepta, aunque vaya en contra de lo que él cree a lo que se le llama conformismo. Esta es una etapa en la que los niños tienen la oportunidad de aprender a confrontarse a los demás y desaparece a los 6 años, pero hay niños que arraigan un poco de conformismo en sus vidas.

La popularidad de los niños depende de muchos motivos, como lo que sabe de su desarrollo intelectual, de su conducta, de su capacidad para comunicarse, de su aspecto exterior, de su fuerza física, entre otras cosas.

La situación del grupo es importante, ya que de ella depende la tranquilidad y la facilidad con la que el niño asimile la manera de cómo comportase.

Para el desarrollo de la personalidad nada es más importante que el juego, ya que éste asume el rol de un adulto, además los obliga a revivir los escenarios cotidianos; además de ayudar a liberar sus deseos. Pero no porque un niño actúe bien significa que ya sabe comportase adecuadamente, sólo le permite comprender mejor el comportamiento, los sentimientos y las actitudes de los adultos.

Además el juego ayuda al niño a respetar los intereses de sus compañeros, ya que en el transcurso de éste se pueden presentar situaciones de conflicto que ellos tienen que solucionar.

Cuando un niño juega sólo con sus juguetes, el tiene el papel principal, pero en un grupo, puede que haya varios líderes que deseen ser los protagonistas e imponen sus reglas a los demás y en ocasiones acuden a la violencia si

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