Contexto Escolar

LA IDENTIDAD DOCENTE

Para poder entender qué es la identidad docente, debemos en primer lugar partir de el significado de ella, de allí la importancia de dar a conocerlo, en este escrito se aborda la construcción o formación de ella, como punto clave, para entender cómo desde un principio, los docentes en formación van adquiriendo y comprendiendo, qué es realidad la identidad docente, asimismo se manifiesta cómo se da el proceso de su construcción, ya que ello conlleva una serie de acciones y relaciones que se dan en tiempo y espacio y que van marcando los principales elementos que intervienen en su formación como lo son: los cambios sociales, contexto escolar, perspectiva de sí mismo, relaciones con otros actores sociales, estancia en la Escuela Normal entre otros, al igual se habla sobre las ventajas que puede ofrecer conocer su amplio significado.

En este escrito se abarca a la identidad docente como el elemento fundamental para combatir la desvalorización social del maestro, puesto que si el docente, logra comprender y reflexionar sobre ella, tendrá las herramientas para cambiar el bajo concepto que se tiene sobre su papel, gracias a que ella lleva a un autoanálisis crítico de la profesión docente, ello implica que el docente valore y reflexioné sobre su práctica, lo lleva a reflexionar sobre su forma de trabajar y su actitud frente al grupo, que en su conjunto forma su identidad como docente, esto no tan solo se da en los maestros en servicio, sino también en los docentes en formación, puesto que ellos están en un proceso de descubrimiento.

Toda la información aquí plasmada nos ayudara a mejorar nuestra identidad, ello con el fin de ser mejores cada día, permitirá que desde un principio nos demos cuenta como se relaciona ella, con los distintos campos donde se da el desempeño docente.

Plantearse el tema de la identidad supone transitar por su multidimensionalidad y complejidad, por cuanto es un término que abarca lo cultural, social, psicológico, profesional, personal, entre otros, lo cual nos coloca frente a un conjunto de situaciones que inciden directamente en la forma como cada ser humano se concibe en diferentes ámbitos de actuación.

La identidad tiene diferentes concepciones, una de ellas es la que nos menciona Morín (2001) él nos habla de la identidad como un “proceso dual, en el cual hay que enseñar al sujeto a reconocerse a sí mismo y permitirle que reconozca la diversidad inherente a todo aquello que es humano”. (p.553)

Por su parte, Fernán¬dez (2006), señala que la identidad “es un proceso continuo de construcción de sentido al sí-mismo atendien¬do a un atributo cultural –o a un conjunto relacionado de atributos culturales– al que se da prioridad sobre el resto de fuentes de sentido”. (p. 102).

Todo lo que nos menciona los autores acerca de su concepción nos lleva a admitir a la identidad como un proceso evolutivo, pues no de la noche a la mañana nos forjamos una identidad, esta la vamos formando con el tiempo y el contexto en el que nos involucremos, en la formación de ella influyen la sociedad, los diversos acontecimientos de nuestra vida, nuestras ideologías, nuestro contexto escolar entre otros.

“La identidad no es fija ni estática, cambia, se transforma, guardando siempre un núcleo fundamental que permite el reconocimiento de sí mismo colectivo y del yo en nosotros”. (Montero, 1987, p. 77).

Cuando nos encontramos en la Escuela Normal, formándonos como futuros docentes, vamos adquiriendo de manera inconsciente o consciente una identidad, puesto que nuestros compañeros, autoridades educativas, maestros entre otros, van influyendo en dicha construcción de la identidad como lo nos menciona Sánchez (2011): la identidad es la “imagen que nos forjamos de nosotros mismos a partir de nuestra propia experiencia y como resultado del concepto que se ha construido en nuestro contexto social”. (p.78)

Podemos hablar de la construcción de la identidad docente, la cual inicia desde el momento en el que se toma la decisión de ser maestro y cuando se empieza el trayecto de la formación, es aquí cuando se comienza a formarse una imagen sobre si mismo, la cual se mostrara ante la sociedad cuando se esté inmerso en el campo de trabajo.

Chacón (2008) nos menciona que “la identidad docente se transforma de manera continua, tiene que ver con la defi¬nición que un docente elabora de sí mismo e implica vín¬culos constantes con otros actores sociales, sin los cuales no puede definirse, ni reconocerse”(p.98). De esta definición que hace Chancón sobre la identidad docente puedo rescatar diversos aspectos entre ellos: el papel del docente, ya que desde mucho tiempo se le ha visto como un ser inferior, esta imagen ha sido creada por la misma sociedad, el contexto del maestro, es un punto esencial de la identidad, puesto que el maestro ha tenido que adaptarse a los diferentes cambios, tantos sociales como los que el mismo sistema educativo ha provocado, todo ello ha obligado al docente a tener que transformar su identidad, pues no puede quedarse rezagado, hoy en día el maestro tiene que estar a la par de la tecnología, ello influye mucho en la identidad del docente en la actualidad, como nos menciona Rojas (2011):

La identidad está íntimamente relacionada con lo cultural y social. Esto implica enton¬ces, un desafío en la formación de la identidad en el tiem¬po que vivimos, excesivamente matizado por la tecnología e información, en donde existe muy poco que pueda repre¬sentar lo propio, lo nuestro. (p.553)

Refiriéndose al contexto del cómo se construye la identidad en los docentes en formación, en un estudio realizado por Sayago (2006) encontró lo siguiente:

La construcción de la identidad profesional docente de estu¬diantes en período de formación, está fuertemente arrai¬gada a las rutinas de quiénes fueron sus profesores en los otros niveles del sistema educativo, a las vivencias más significativas construidas con la familia durante la infan¬cia y al contacto directo con el contexto escolar. (p.554)

A estas primeras experiencias formativas, Fernández (2006), las denomina “aprendizaje vicario, dado que contribuyen a interiorizar modelos de comportamiento a lo largo de la escolaridad, además de influir en las acciones posteriores como profesionales.” (p.45)

La identidad docente se construye y reconstruye durante la carrera del magisterio, desde que llegamos a la Escuela Normal empezamos a ver el verdadero contexto de la profesión, indagamos en los diversos aspectos que involucran a la educación, desde esta perspectiva uno mismo va construyendo su propia identidad, aunque no podemos alejarnos

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