Critica De La Razon Pura
yaruluna27 de Octubre de 2013
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LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA
• LOS JUICIOS
Kant comienza distinguiendo dos clases de juicios: analíticos y sintéticos. Analítico es aquel juicio cuyo predicado está contenido en el concepto de sujeto. Sintético, aquel cuyo predicado no está contenido en el concepto de sujeto, si no que se le añade. <<El círculo es redondo>>, es un juicio analítico. <<El hierro es pesado>>, es un juicio sintético. Los juicios analíticos son universales y necesarios, pero no agregan nada a mi saber. No pueden, por consiguiente, construir la ciencia. Los juicios sintéticos amplían mi saber, pero son particulares y contingentes, y, por tanto, tampoco sirven para la ciencia. Más como la ciencia existe, tiene que haber una tercera clase de juicios con los cuales se constituya.
Paralelamente a la distinción de los juicios en analíticos y sintéticos, pone Kant los juicios a priori y a posteriori. El juicio a priori es independiente de la experiencia. Por de pronto, todos los juicios analíticos son juicios a priori. Pero no todos los juicios sintéticos son juicios a posteriori. Kant afirma que hay juicios sintéticos que son a priori.
Los juicios sintéticos a priori gozan de todas las ventajas de los juicios sintéticos y de ningún inconveniente de los juicios a analíticos: por ser a priori son universales y necesarios; por ser sintéticos amplían mi saber.
La ciencia tiene que estar compuesta de juicios sintéticos a priori. La ciencia para Kant, es un conjunto sistemático de juicios sintéticos a priori.
• TRES PROBLEMAS FUNDAMENTALES
Kant se encuentra con tres ciencias: La matemática, la física y la metafísica. Las dos primeras han encontrado su seguro camino; la metafísica tradicional se le presenta a Kant problemática en sí misma. El problema general que se planteará será el de la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en estas tres ciencias. Formulados separadamente, tendremos:
• ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la matemática? (estética trascendental)
• ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la física? (analítica trascendental)
• ¿Son posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica? (dialéctica trascendental)}
Obsérvese como la existencia problemática de la metafísica determina la distinta formulación del tercer problema.
• ESTÉTICA TRASCENDENTAL
Lo conocido se compone en dos elementos: lo dado y lo puesto. Lo dado se llama también materia; lo puesto se llama también forma. El conocimiento es entonces la unión fecunda de una materia (caos de sensaciones) y una forma (estructura de la facultad de conocer).
El hombre posee tres facultades de conocer: La sensibilidad, el entendimiento y la razón. Cuando recibo el caos de sensaciones lo ordeno, en primer lugar, en el espacio y en el tiempo (formas de la sensibilidad). El caos de sensaciones así ordenado constituye el fenómeno. El problema de la estética trascendental, es decir, la fundamentación de la matemática, será, pues, una doctrina del espacio y del tiempo.
El espacio y el tiempo no son cosas, si no formas a priori de mi facultad de tener sensaciones; algo así como los ámbitos donde coloco las sensaciones; por consiguientes, pertenecientes al sujeto. El espacio y el tiempo no son conceptos, si no intuiciones; no son intuiciones empíricas, si no intuiciones puras mediante las cuales son posibles los juicios sintéticos a priori de la matemática.
El espacio hace posible la geometría pura y explica la validez objetiva de la geometría aplicada. El tiempo hace posible la aritmética pura y explica su concordancia con la realidad.
Espacio y tiempo son, pues, el fundamento lógico de la matemática y explican la posibilidad de sus juicios sintéticos a priori.
• ANALÍTICA TRASCENDENTAL
La analítica trascendental trata del segundo problema de la crítica de la razón pura.
La sensibilidad presenta el fenómeno al entendimiento. Pero el entendimiento tiene también sus formas a priori: son los conceptos puros ó categorías. La fundamentación de la física pura se hará mediante las categorías. Por ellas los fenómenos adquieren el carácter de objetos, es decir, se hacen para nosotros objetivos.
Kant deduce las categorías de la tabla de los juicios. Los juicios son:
• Por la cantidad:
Universales, Particulares y Singulares.
• Por la cualidad:
Afirmativos, Negativos e Infinitivos.
• Por la relación:
Categóricos, Hipotéticos y disyuntivos.
• Por la modalidad:
Problemáticos, Asertóricos y Apodícticos.
De ellos obtiene Kant la siguiente tabla de categorías:
• De la cantidad:
Unidad, Pluralidad y Totalidad.
• De la cualidad:
Realidad, Negación y Limitación.
• De la Relación:
Sustancia, Causalidad y Comunidad.
• De la modalidad:
Posibilidad, Existencia y Necesidad.
Con la aplicación de las categorías al fenómeno elabora el entendimiento de los objetos de la física. La física es, pues, posible merced a las categorías. Y se constituye con juicios sintéticos a priori.
Con la referencia al tiempo se esquematizan las categorías y se hace posible que haya para nosotros una naturaleza. Basándose el pensamiento de la naturaleza en las leyes del conocimiento, pueden formularse los principios a priori del entendimiento puro con validez para los objetos. De estos principios, que constituyen la física pura, podemos señalar los tres últimos:
• Lo que concuerda con las condiciones normales de la experiencia (espacio, tiempo y categoría) es posible.
• Lo que concuerda con las condiciones materiales de la experiencia (sensación) es real.
• Lo que concuerda con lo real, según las condiciones generales de la experiencia, es necesario.
Según esto, la sensación es el signo de lo real. Para que haya conocimiento de lo real es preciso la intuición y el concepto. Por eso Kant dice que las intuiciones sin el concepto son ciegas, y los conceptos sin las intuiciones, vacíos.
• La dialéctica trascendental. ¿Es posible la metafísica? Kant distingue una metafísica trascendental y una metafísica inmanente. La metafísica es conocimiento puro, a priori; pero como el conocimiento real necesita, a demás de los principios formales, la sensación terminará por negar la posibilidad de la metafísica.
La tercera facultad del hombre es la razón. La razón tiene también sus formas: las ideas. El entendimiento no envía a la razón más que conceptos, formas, y con una forma y otra forma no se engendra jamás conocimiento.
La metafísica tradicional trataba, según Kant, de tres objetos: El alma, El mundo y Dios. Pero de estos tres objetos no tenemos sensaciones. Dios, El mundo y El alma no se encuentran en el área de nuestra experiencia real, ni en el área de la experiencia posible. Por tanto, no podemos decir que existan, aunque tampoco lo contrario. La psicología racional se mueve en los razonamientos de la razón pura. El estudio racional se enreda en las oposiciones. La mística racional no logra hacer válida ninguna prueba de la existencia de Dios. Las ideas del alma, mundo y Dios se quedan en meras ideas, sin que podamos saber si tienen ó no correlatos objetivos.
Todo ello porque el uso lógico de nuestra razón es puramente formal y el uso puro ó real está desprovisto de la intuición intelectual, que atravesando la esfera de lo experimental, penetrase en dominios trascendentes abrochándose cognositivamente a cosas en sí.
Repárese cuidadosamente en que Kant no ha demostrado la imposibilidad de la metafísica como tal; lo único que hasta ahora ha concluido es la no posibilidad de la metafísica como ciencia natural al modo de la físico - matemática. Con la razón pura no es posible penetrar en el orbe trascendente de la cosa en sí. Pero los problemas planteados siguen en pie. Kant se ve obligado a transferirlos al campo de la razón práctica ¿tendrán allí mejor suerte los intentos Kantianos de solución?
LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA
• LA BUENA VOLUNTAD
Junto al conocimiento especulativo pone Kant el conocimiento práctico. El primero versa sobre el mundo experimental; el segundo, sobre el mundo perceptible. La fuente del conocimiento teórico es la razón pura; la fuente del conocimiento práctico es la razón pura en su uso práctico. La razón pura práctica es llamada por Kant “voluntad”. La primera afirmación Kantiana que contiene registrar es el valor de la voluntad: nada hay en el mundo ni tampoco fuera del mundo que sea bueno sin restricción, a no ser una buena voluntad.
Por eso buena voluntad hay que entender no como el mero deseo, si no la interior disposición que conduce a la acción. Mientras en el mundo de la naturaleza encontramos al yo empírico determinado por leyes psicofísicas, en el mundo inteligible ó noumenal aparece el yo puro, determinado por las leyes de la moralidad. En el mundo inteligible encontramos el hecho de la moralidad. El yo puro tiene conciencia del deber, siente el hecho de la moralidad.
• EL PROBLEMA MORAL
En la crítica de la razón pura partía Kant del hecho del hecho de la existencia de la ciencia, del conocimiento teórico. De igual manera, en la investigación del orden moral, de que se ocupa la crítica de la razón práctica, partirá del hecho de la existencia de la moralidad.
Y sobre éste hecho se levantará también la cuestión de derecho, es decir, la justificación crítica del valor objetivo, universal y necesario de
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