De Lo Sublime Y Lo Bello

1.- ¿Cuáles son las principales diferencias entre la estética de lo bello y la estética de lo sublime?

Lo sublime y lo bello son considerados categorías estéticas, recursos o ideas que se excluyen mutuamente (Burke, 1987, p.94) y que presuponen un juicio de reflexión.

Por bello se entiende todo aquello que sin conceptos ni interés alguno, es representado como objeto de una complacencia universal (Kant, 1992, p.128). Mientras que lo sublime se podría definir como un sentimiento mixto, una composición de dolor y contento (Schiller, 1990, p.223) que también genera complacencia y que se relaciona con la inmensidad.

Lo bello generalmente está dirigido a la naturaleza y atañe a la forma del objeto, se podría decir entonces que esta estética se fundamenta en los límites, lo sublime en cambio no atañe a ninguna forma sensible u objeto, lo verdaderamente sublime no puede estar contenido en ninguna forma, no tiene límites. Es así que un objeto puede ser apto para la presentación de la sublimidad (Kant, 1992, p.173), pero un objeto en sí no puede ser sublime, porque lo sublime es un sentimiento.

Si nos referimos a los efectos que estas categorías producen en el sujeto, podemos distinguir que lo bello produce algo así como un sentimiento de tranquila complacencia, este sentimiento hace que el sujeto sienta que hay una correspondencia, correspondencia que es llamada conformidad por Kant (1992, p.159). Esta conformidad es a fin en su forma, es decir, el objeto mismo es pensado posible sólo a través del efecto, mientras que lo sublime produce un placer negativo y positivo a la vez, produce sentimientos y pensamientos excesivos cuya causa es el asombro y da paso al horror (Burke, 1987, p.99). Lo sublime está relacionado con la idea de lo absolutamente grande. Algo grande en sí mismo. Grande por sobre toda comparación, con la cual todo lo demás es pequeño. Así pues, mediante el sentimiento de lo sublime llegamos a entender que tenemos un principio autónomo dentro de nosotros que es independiente de todas las emociones sensibles y que no se rige ni por las leyes de la naturaleza, ni por la razón. El sujeto puede sentir su pequeñez como efecto de la sublimidad en la medida en que pueda pensar en la inmensidad. La conformidad que se encontraba en lo bello, en lo sublime puede aparecer como contrario a fin en su forma lo que genera un desconcierto en el sujeto.

Lo bello en la naturaleza se encuentra en la forma comprensible de ésta, en donde nuestros instintos sensibles se armonizan o se entienden con la ley de la razón, en cambio, la naturaleza hace referencia a lo sublime más bien por su caos o su desorden, en donde nos encontramos frente a un objeto indeterminado, infamiliar, y el sujeto es afectado por esta indeterminación. Con lo sublime sentimos complacencia porque la razón y lo sensible no tienen relación alguna. (Schiller, 1990, p.223) En lo bello, coinciden razón y sensibilidad.

El fundamento de lo sublime se encuentra únicamente en nosotros, ya que es un sentimiento y como tal, es subjetivo, y personal. El fundamento de lo bello se encuentra totalmente fuera de nosotros (Kant, 1992, p.160) y es por eso mismo que es universal, universal en la medida en que la belleza es expresada casi como una cualidad del objeto, una propiedad de la cosas, por lo que cuando uno declara algo bello, lo declara también para todos los demás.

2.- ¿En qué sentido lo sublime implica una destinación suprasensible para el hombre como criatura racional sensible?

Kant (1992) señaló que “la percepción interna de la inadecuación de toda medida sensible para la estimación de magnitudes por la razón es, entonces, una concordancia con leyes de ésta y un displacer, que activa en nosotros el sentimiento de nuestra destinación suprasensible, según la cual es conforme a fin encontrar que toda medida de la sensibilidad es inadecuada a las ideas de la razón, y por tanto, es placer.” (p.171)

...