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EL PENSAMIENTO UNIFORME EN LA SOCIEDAD POSTINDUSTRIAL


Enviado por   •  27 de Mayo de 2017  •  Ensayos  •  3.258 Palabras (14 Páginas)  •  865 Visitas

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EL PENSAMIENTO UNIFORME EN LA SOCIEDAD POSTINDUSTRIAL

El pensamiento de Herbert Marcuse

Herbert Marcuse fue un filósofo y sociólogo estadounidense de origen alemán, que formó parte de la escuela filosófica del Instituto para la Investigación Social de Frankfurt. Al interesarse en la sociología recibió la influencia de Max Weber y Lukács, y en sus estudios de filosofía la lectura de Karl Marx transformó sus ideas acerca de la sociedad (Vila, 2011), por lo cual sus tendencias filosóficas (Psicoanálisis y Marxismo) son observadas en sus libros publicados.

Marcuse es uno los principales exponentes de la teoría crítica desarrollada en la Escuela de Frankfurt, al analizar en detalle los orígenes de las teorías en procesos sociales y al hacer explícito su rechazo a los medios de publicidad y propaganda. Suministrando un modelo coherente de la relación entre el mundo de los medios y las desigualdades sociales.

En su libro  “El hombre unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada”, se cuestiona sobre las tendencias del capitalismo americano y lo considera como fiel modelo de la “sociedad industrial avanzada”. Ésta también es llamada “sociedad de consumo” porque el mismo deriva de los factores de manipulación por medio de la publicidad y la propaganda.

En el libro “Un ensayo sobre la liberación”, Marcuse plantea el carácter obsceno para expresar lo irracional y absurdo, así como lo inmoral de la sociedad de consumo:

“es obscena en los discursos, en las sonrisas de sus políticos y sus oradores, en sus plegarias, en su ignorancia, en la falsa sabiduría de los intelectuales que mantiene” (Marcuse, 1969, p.18).

 “Esta sociedad en su conjunto es irracional; su productividad destruye el libre desenvolvimiento de las necesidades y facultades humanas; su paz no se mantiene sino por la amenaza constante de la guerra” (Marcuse, 1964, p. 15-17).

Marcuse también argumentó que la sociedad industrial avanzada, conocida por algunos autores con el término postindustrial, había creado falsas necesidades en los individuos integrados en el sistema actual de producción y consumo. Además de ser tratada como vía para lograr una sociedad cerrada que controla e integra todas las dimensiones tanto privada como pública y administra metódicamente los instintos humanos. Una sociedad cerrada en la que cualquier forma de negación del orden establecido se reprime, es decir rechaza lo real, tal como se presenta.

Marcuse sugiere la imposición del pensamiento positivista en el discurso público y en el quehacer de la ciencia en la sociedad postindustrial. En virtud de que los medios de comunicación, la cultura, la publicidad y la gestión industrial reproducen y socializan los valores en el sistema existente amenazando con eliminar la negatividad, la crítica y la oposición.

Se quiere con ello significar que las necesidades de los sujetos están condicionadas e impuestas por los intereses de los grupos sociales dominantes, y los efectos de esta orientación mediática crean un escenario cerrado que propicia un pensamiento único y determina la conducta del individuo en la sociedad. Por lo cual, el individuo queda despojado de toda personalidad y se convierte en un “ser unidimensional” que da pie al conformismo social y a su vez al “pensamiento unidimensional”.

Se comprende entonces a la sociedad industrial avanzada como una sociedad unidimensional ya que todo está perfectamente integrado según normas comunes en ella y tiene como una de sus particularidades la publicidad. Dentro de este marco refiere Marcuse (1969, p. 110):

“Los agentes de la publicidad fabrican el universo de comunicación en el que se expresa el comportamiento unidimensional”.

Como resultado de lo anterior, Marcuse propone una alternativa para contrarrestar los efectos del pensamiento unidimensional, la cual consistente en la incorporación de la negación orientada a la dimensión crítica (negatividad critica) pero que incluye también el “acto de negarse” a participar de la manipulación.

Por otra parte, vale destacar la importancia que presta Marcuse a los sistemas tecnológicos y de relaciones, debido a la intervención de los mismos en las condiciones de organización de las sociedades contemporáneas que orientan los modos de ser y estar en el mundo. Esta reflexión es conocida en filosofía como “El racionalismo tecnológico” y Marcuse (2000) señala lo siguiente:

     Una de las tareas principales de mis investigaciones es definir el carácter político de la racionalidad tecnológica. Esta racionalidad se ha convertido en el elemento más poderoso de la razón, y por lo tanto de aquel concepto que puede indicar con la mayor propiedad el carácter específico del proyecto de la civilización occidental (p. 363).

Este autor define al racionalismo tecnológico en base al ejercicio de control, aparentemente alejado del político; y que la técnica es en cada caso un proyecto histórico social en el cual se proponen el hacer con los hombres y las cosas a partir de los intereses dominantes de una sociedad.

Pensamiento de Karl Popper

Karl Popper fue un filósofo, sociólogo y teórico de la ciencia, de origen austriaco y posteriormente ciudadano británico. Se considera una de las figuras más influyente y respetada de la filosofía de la ciencia, al destacarse por las fuertes críticas que realiza al positivismo lógico y al establecer un sistema filosófico para la epistemología denominada como racionalismo crítico.

Popper expuso su visión sobre la filosofía de la ciencia en su obra “La lógica de la investigación científica” al abordar el problema de los límites entre la ciencia y la metafísica, y se propone la búsqueda de un llamado criterio de demarcación entre las mismas que permita, de forma objetiva, distinguir las proposiciones científicas de aquellas que no lo son. Este criterio de demarcación no decide sobre la veracidad o falsedad de un enunciado, sino que el mismo haya de ser estudiado y discutido dentro de la ciencia o, por el contrario, se sitúe en el campo especulativo de la metafísica.

El criterio de demarcación científico establecido por Popper es denominado como "Falsacionismo” y a través de éste, logra explicar que para que exista ciencia deben existir modelos científicos que expliquen sucesos o verdades y que sean totalmente aplicables a la realidad para que funcionen en la mayoría de los casos.

En este contexto, Popper no compartía la metodología inductivista como vía de acceso al conocimiento científico, debido a que solo a través de la observación de los datos particulares que ofrece la experiencia no se puede afirmar algo universal. Antagónicamente para el autor del libro “Conjeturas y refutaciones. El desarrollo del conocimiento científico”, la observación debe estar impregnada de teorías y ésta son supuestos que se deben refutar, Popper (1983):

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