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Educación: Reproducción Y Resistencia


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2014  •  12.314 Palabras (50 Páginas)  •  287 Visitas

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GIROUX A. Henry. Más allá de la teoría de la correspondencia. En “La nueva sociología de la Educación”, Antología. Ediciones el caballito, SEP. México, 1986.

Educación: reproducción y resistencia

[... La teoría de la reproducción y sus varias explicaciones del rol y la función de la educación han tenido una contribución invaluable para la comprensión más amplia de la naturaleza política de la escolaridad y de su relación con la sociedad dominante. A pesar de ello, debe hacerse hincapié en que no han cumplido con su promesa de proporcionar una ciencia crítica comprensiva de la escolaridad. Por un lado, los teóricos de la reproducción han sobreenfatizado la idea de dominación en sus análisis, pero por otro no han podido hacer ninguna contribución importante al estudio de como los maestros, los estudiantes y otros agentes humanos llegan a juntarse dentro de un contexto histórico y social específico para construir y reproducir las condiciones de su existencia. Más específicamente, las versiones reproduccionistas de la escolaridad se han regido a sí mismas conforme a las versiones estructural-funcionalistas del marxismo, las que insisten en que la historia se hace “a espaldas” de los miembros de la sociedad. La idea de que la gente hace la historia, incluyendo sus condicionantes, ha sido descuidada. Ciertamente los sujetos humanos generalmente "desaparecen" dentro de una teoría que no le deja lugar a los momentos de autocreación, mediación, y resistencia. Estas versiones a menudo nos dejan con una visión de la escolaridad y de la dominación que parece haber surgido de la fantasía de Orwell; las escuelas se ven a menudo como fábricas o prisiones, los maestros y los estudiantes por igual actúan meramente como peones y soportes de roles constreñidos por la lógica y las prácticas del sistema capitalista.

Las teorías de la reproducción ofrecen muy poca esperanza para desafiar y cambiar las características represivas de la escolaridad al restar importancia a la intervención humana y a la noción de resistencia, y no sólo las disuelven sino que desapercibidamente proporcionan una legitimación para no examinar a los maestros y a los estudiantes en situaciones escolares concretas al ignorar las contradicciones y las luchas que existen en las escuelas. De esta manera pierden la oportunidad de determinar si hay una diferencia sustancial entre la existencia de varios modos de dominación estructurales e ideológicos y su desarrollo real y sus efectos.

Investigaciones recientes sobre la escolaridad en Estados Unidos, Europa y Australia han cuestionado las teorías de la reproducción, y tratan de ir más allá; hacen especial hincapié en la importancia de la intervención humana y de la experiencia como los puntos teóricos clave para analizar la relación compleja entre las escuelas y la sociedad dominante. Organizados alrededor de lo que llamo la teoría de la resistencia, estos análisis otorgan importancia central a las nociones de conflicto, lucha y resistencia. Combinando estudios etnográficos con los estudios culturales europeos más recientes, los teóricos de la resistencia han tratado de demostrar que los mecanismos de la reproducción social y cultural nunca son completos y que siempre se enfrentan con elementos parcialmente realizados de oposición. En efecto, los teóricos de la resistencia han desarrollado un marco teórico y un método de investigación que restaura la noción crítica de la intervención. Apuntan no sólo al papel que juegan los estudiantes al cuestionar los aspectos más represivos de la escuela sino también a las formas en que los estudiantes participan activamente a través de su conducta oposicionista en una lógica que muy a menudo los consigna a posiciones de subordinación de clase y de derrota política.

Uno de los más importantes supuestos de la teoría de la resistencia es que los estudiantes de las clases trabajadoras no son sólo un producto colateral del capital y que se someten obedientemente a los dictados de los maestros y escuelas autoritarias, quienes, los preparan para una vida de trabajo agotador. Más bien, las escuelas representan espacios de contestación marcados por las contradicciones ideológicas y estructurales y por una resistencia estudiantil colectivamente informada. En otras palabras, las escuelas son espacios sociales caracterizados por currícula abierta y oculta, por grupos jerarquizados según habilidades o conocimientos, por culturas dominantes y subordinadas y por ideologías de clase en competencia. Por supuesto, los conflictos y la resistencia se desarrollan dentro de relaciones asimétricas de poder que siempre favorecen a las clases dominantes pero el punto esencial es que hay campos complejos y creativos de resistencia en los cuales los mensajes principales de las escuelas a menudo se rehúsan, rechazan y descartan a través de prácticas mediadas por la clase social, la raza o el sexo.

En estos enfoques, las escuelas son vistas como instituciones relativamente autónomas que proporcionan espacios para un comportamiento y una enseñanza contestataria y representan una, fuente de contradicciones por lo que, en ocasiones, serán disfuncionales a los intereses materiales e ideológicos de la sociedad dominante. Las escuelas no sólo están determinadas por la lógica de la fábrica o de la sociedad dominante, no son meramente instituciones económicas, son también espacios políticos, culturales e ideológicos que existen de alguna manera en forma independiente de la economía capitalista de mercado. Por supuesto que operan dentro de los límites establecidos por la sociedad pero funcionan en parte para influir y conformar estos límites sean éstos económicos, ideológicos o políticos. Más aún, en vez de ser instituciones homogéneas que operan bajo el control directo de los grupos empresariales, se caracterizan por diversas formas de conocimiento escolar, ideología, estilos de organización y relaciones sociales en el salón de clases. Así, las escuelas a menudo existen en relación contradictoria con la sociedad dominante, apoyando y cuestionando alternativamente sus supuestos básicos; por ejemplo, a veces apoyan la educación liberal, que está en aguda contradicción con las demandas de la sociedad dominante por formas de educación especializada, instrumental y vinculada a la lógica del mercado. Además, las escuelas todavía definen su papel como agencias de movilidad social aunque regularmente produzcan egresados a una tasa mucho más rápida que la capacidad de la economía para emplearlos. Mientras que los teóricos de la reproducción enfocan sus estudios exclusivamente sobre el poder y sobre la forma en que la cultura dominante asegura el consenso y la derrota de las clases

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