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El Hombre Es Persona


Enviado por   •  15 de Junio de 2014  •  1.518 Palabras (7 Páginas)  •  472 Visitas

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INTRODUCCION

En este ensayo se trata de establecer una relación entre la concepción del hombre que recibe una determinación y un concepto importante cuando se le considera como persona.

En primera parte se analizara etimológicamente a la persona al hombre, la relación que hay entre él y la persona, y como se integran ya que son dos: cuerpo y espíritu. Aunque se cree que también es una unidad plural.

En segunda parte se hablara del espíritu, como conciencia y como parte del hombre, es decir, que el espíritu es parte esencial de hombre y a este lo hace diferente de los demás animales, le hace percibir el tiempo y la época en la que se están presentando los hechos a través de su vida. También en el presente trabajo abordaremos y analizaremos al hombre como persona. Etimológicamente persona es máscara, rostro. Del latín persona –máscara- o del griego pròsopon - mascar o cara, mirar hacia-. Posteriormente significó el papel que los actores –los actores actuaban con máscara- representaban en el teatro. Finalmente la palabra persona pasó a la filosofía y significó “una sustancia individual de naturaleza racional”.

Se dice que el hombre es un compuesto de dos elementos: cuerpo y espíritu. Aunque, la realidad es que la persona humana es una bi-unidad o una unidad plural. Así dice el Dr. P. Chauchard: “el hombre no tiene un cuerpo y un alma, es un cuerpo que piensa y actúa. No tiene un cuerpo y un alma, existe y es simultáneamente cuerpo y alma, unidad compuesta.”

La principal unidad de la persona es el espíritu. No que espíritu y conciencia se identifiquen, muchas veces no tenemos conciencia y no por eso dejamos de ser espíritu, sino que la conciencia es la vida del espíritu. De este modo el espíritu, como conciencia, actúa de tres maneras:

a) razón;

b) reflexión;

c) apreciación.

a) la razón es propia del hombre. Es lo que lo distingue del animal. La razón es la facultad de lo universal. Capta la esencia de las cosas: los sentidos captan los fenómenos. La razón es la facultad de la relación

b) soy un ente que piensa. Por tanto soy espíritu. El pensamiento se manifiesta no sólo por la razón si no ante todo por la visión de mí propio yo. No hay pensamiento sin un yo pensante. La conciencia es un centro original que refiere a sí mismo todos los actos del pensamiento. La reflexión es el volver del sujeto sobre sí mismo por el que se conoce como origen de su pensamiento. Esta es una característica propia del espíritu. La materia no se conoce: por ejemplo, el cerebro no se ve, ni sabe lo que es porque está orientado hacia fuera.

No se confundan reflexión e introspección: la reflexión es una actividad de espontaneidad; la introspección es un método psicológico

c) conciencia de los valores.- El espíritu no queda definido por la conciencia de sí. La conciencia de lo universal y la conciencia de si no tienen sentido si no son manifestación de otra actividad: la apreciación. Por la razón, el espíritu se orienta hacia lo objetivo; por la reflexión se orienta hacia lo subjetivo. Pero falta la síntesis.

La apreciación es la síntesis de lo subjetivo y de lo objetivo es lo que el sujeto capta en un objeto.

Así la apreciación une y completa las otras dos formas de conciencia espiritual. Las supera porque ya no es conciencia del ser ni conciencia del yo sino que es justificación del ser. Las une porque es la síntesis del sujeto y objeto. Las completa porque da a cada una de ellas sentido y orientación. La conciencia, mediante la apreciación, es decir, a través de los valores, se orienta hacia la acción. Y en tanto conciencia el espíritu se opone a la materia como lo abierto se opone a lo cerrado, la comunicación a la soledad, lo dinámico a lo estático, el para-sí al en-sí, el sujeto al objeto.

2. El espíritu, entonces, es trascendencia. Esto significa que el espíritu es más allá, es diferente de la materia, es de otro orden. Y es que el espíritu es valor y valora. El ente material y el viviente son indiferentes. El espíritu, en cambio, por ser trascendente, no puede ser indiferente ni siquiera a lo indiferente.

El espíritu es de otro orden que la extensión. Esta propiedad de la materia es atributo de los cuerpos. En la extensión todas las partes de la materia están yuxtapuestas y cada una ocupa un determinado lugar; el espíritu, en cambio, al concebir la extensión está presente en todas las partes yuxtapuestas y distingue la esencia del cuerpo. El

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