El Principíto

Introducción: El cuento del Principito comienza con la explicación de Antoine de cuando él era un niño y ningún adulto comprendía su dibujo de una boa devorando un elefante, cosa que lo desilusionó mucho porque además de que no lo comprendían ellos pensaban que era un sombrero y le decían: “¿Por qué debería temerle a un sombrero?”. La idea de dibujar una boa devorando un elefante la sacó de un libro sobre la selva virgen que se titulaba “Historias vividas” donde había una lámina con una boa que se tragaba a una fiera, entonces Antoine se dijo ¿Por qué no un elefante? Como los adultos le decían que dejara esos sueños infantiles, y que se dedicara al estudio de cosas más “serias” como la aritmética, geografía, historia y cosas por el estilo, él termino siendo un aviador y con muchos conocimientos en las ciencias, pese a todo eso, el seguía pensando que los adultos son personas incompletas y que necesitan una explicación para todo, y que en especial con números y palabras raras, esto lo hace por la referencia y necesidad del método científico que se desarrolla en la época que escribe este libro. Un día su avión sufre unas fallas y cae en un desierto, en medio de la nada, se duerme en la arena. Cuando despierta está un niño al que llama Principito; el Principito le pide que de favor le dibuje un corderito, cosa que desconcierta al personaje. Al principio le muestra sus dibujos que pintó cuando era niño y el Principito le dice “yo para que quiero una serpiente devorando un elefante”, entonces Antoine comprende que es un niño especial y diferente ( claro que aparte el niño le dijo que venía de otro planeta, cualquiera se sentiría con curiosidad), Marie le dibuja dos corderos, pero ninguno parece ser suficiente para el principito, así que para solucionar esto, le dibuja una caja, y le dice: “dentro de la caja se encuentra el corderito”. Ya después de este breve encuentro el cuento se centraliza en el origen del principito, cómo llegó a la tierra y la relación que formaron estos dos personajes, cabe resaltar que la obra tiene contextos y mensajes filosóficos, que hacen reflexionar al lector sobre las actitudes y posturas de las personas adultas.

Transición o desarrollo: El principito viene del asteroide B 612, un planeta muy pequeño el cual era apenas más grande que una casa bonita, en el hay dos volcanes en actividad y uno extinto, también tiene una flor, la flor del Principito, la cual él quiere mucho porque es muy bonita y bella, pero ella es muy vanidosa y orgullosa, a pesar de eso tiene buenos sentimientos. El Principito se va de su planeta en una parvada de pájaros silvestres y pasa por 6 planetas (325, 326, 327, 328, 329 y 330), cada uno representa una incoherencia y un sin sentido del razonamiento del siglo XX.

El primer planeta que visita es el 325, en el habita un rey que le dice “soy gobernante de todo, soberano de todo y mi poder abarca todo”, todo está lo que está dentro de su planeta es él y su trono, y ciertamente el rey le dice que gobierna un gobierno sin gente y sin vida. El rey quiere ordenarle al sol, a las estrellas ser lo que son y lo que no son. Algo que me llama la atención es la coherencia, de cierta forma, del rey cuando dice que puede ordenar pero todo dependiendo de lo que son las cosas, como que los colores tengan esos colores y no notas musicales porque están rodeados de un espacio de color, pero al final de cuentas lo que quiere dar a entender Antoine es esa tonta idea del hombre de “autorizar” ser al ser cuando en realidad somos porque somos y no porque debamos. También el sin sentido del gobierno y sus conceptos de justicia, ética, etc. de querer significar todo a base de la subjetividad, individual y no colectiva, teniendo en cuenta que esa época se vivía el idealismo posmoderno frances.

En el segundo planeta, el 326, encuentra un vanidoso, un Narciso que quiere que lo alaben por su belleza, por ser único, por ser elegante, al principio era muy divertido porque el Principito aplaudía y el vanidoso hacía un gesto de cortesía con el sombrero, pero después fue aburrido, a final de cuentas “¿Para qué te sirve”. El Principito se marchó al tercer planeta. La visita al tercero fue muy corta, solo estaba un bebedor que bebía para olvidar el olvido, le daba vergüenza ser bebedor y para eso quería olvidar, este planeta es una representación de los ciclos vicios incoherentes que a veces tenemos los adultos, a veces vivimos tan aferrados al pasado y a las penas y culpas que no nos damos cuentas que creamos un ciclo de vicios, pero por lo obvio, Marie no se enfocó tanto en esto.

El cuarto planeta estaba habitado por un “hombre serio” o un hombre de negocios, un hombre al cual le gustaban los números y contar las estrellas para poseerlas, si alguien se encuentra un diamante y no es de nadie pasa a manos del que lo encontró, esto según el hombre serio, pero el principito le contra argumenta que la diferencia está en que hay cosas que puedes poseer porque las puedes tocar, sentir y/o llevar contigo (los recuerdos) y que hay otras cosas, como las estrellas, que no puedes poseer porque no les haces ni un bien ni un mal, el hombre serio le dice que no tiene tiempo para andar pensando en esas cosas. Lo que quiere dar a entender es que la metodología, en algún tiempo, no era muy diferente de los dogmas religiosos (el rey) porque ambos eran poseedores de nada, aunque el hombre le dice “el rey reina mientras que yo documento, archivo o poseo” el Principito lo deja pensando.

El quinto

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