Ensayo De La Historia De La Enfermeria Moderna

Desde el inicio de la vida el ser humano siempre ha tenido la necesidad de ser cuidado, cuidar y cuidarse, esto es y será siempre indispensable tanto para la vida del individuo como para la vida de todo un grupo social. Esta función ha sido alterada a medida que las grandes mutaciones tecnológicas, socioeconómicas y culturales dan lugar a la fragmentación y la disección de la aplicación de cuidados en los que se requiere tanto profesiones como oficios.

La enfermería aparece como una rama de esta fragmentación, entonces debemos preguntarnos cuál es el origen de esta derivación, es esencial tener en cuenta los tres polos que han ayudado a esta rama a cimentarse, cuidados, profesión y enfermería y estos fueron apareciendo uno por uno a lo largo de la historia.

La enfermería califica como cuidados la prestación que ofrece que últimamente se han denominado cuidados de enfermería. Debemos entender ese nombre y pensar si la denominación del personal que brinda esos cuidados lo que les vale ser calificados de enfermería o solo es la expresión de una práctica profesional, si ese fuera el caso pensemos cual es el sentido original de los cuidados cuyo objetivo es contribuir todo lo que se pueda por promover y desarrollar la salud. Hablamos antes de cuidados a los enfermos, luego cuidados técnicos y luego nos quedamos con técnicas, convirtiéndose estas en técnicas de enfermería

En nuestros días se considera profesión a un grupo de personas que han conseguido un titulo mediante una formación con el fin de ejercer una actividad, estas personas forman parte de un mismo grupo, cabe preguntarnos ¿Qué es lo que los une? Este grupo se crea no solo por la naturaleza de actividad sino también por la formación en la cual desde un principio tienen una ideología común.

Profesión es la acción de profesar y profesar significa creer y a partir de aquí, enseñar lo que se cree. Por eso enfermería siempre ha asegurado ser una profesión y no un oficio, en efecto tenía los cimientos de una profesión antes del movimiento de profesionalización.

Según Yves de chartres en sus epístolas decía que la sociedad estaba compuesta por tres condiciones: cónyuges, contingentes y dirigentes de la iglesia.

Una profesión se funda alrededor de una creencia, de una ideología enfocada a regular el orden social. Otros estudios dicen que pertenecer a una profesión es ser parte de una clase social que tiene un lugar determinado en una jerarquía de poderes. Los que regularizaban este orden eran los sacerdotes y los clérigos, otros eran los médicos y jueces y alrededor de estas dos se crea todo un conjunto de organizaciones. A principios del siglo XIX con la revolución industrial y el movimiento demográfico unos grupos iniciaron su movimiento de profesionalización sin llegar a “semiprofesionalizacion”.

Para analizar y medir los movimientos de profesionalización debemos tener en cuenta la diferencia entre profesión y oficio.

A diferencia de una profesión, un oficio no parte de una creencia ideológica se constituye a partir de una actividad necesaria para la vida de un grupo social y se crea a partir de la relación del hombre con los elementos de la naturaleza que los ajusta a él transformándolos con el fin de que sirvan a la comunidad y mejoren las condiciones de esta. Un oficio garantiza un servicio a la comunidad. Los grupos constituidos en oficios no regulan el orden social.

A finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX se inicia cierto acercamiento entre profesión y oficio. Al tener acceso a los nuevos conocimientos científicos las profesiones se ven condicionadas a demostrar mas su actividad y el servicio que brindan a la sociedad, este servicio queda impregnado en la ideología, pudiendo llegar a valerse de un monopolio por ejemplo de saber acerca de la enfermedad y la salud en el caso de la profesión médica.

Basándose por definición en un credo, el heredado por las mujeres consagradas y el papel que esta juega ante la sociedad, la profesión de enfermería tiene razón de reclamar su lugar más como una profesión que como un oficio teniendo en cuenta que lo que identifica a la enfermera no son sus cuidados ni el servicio que esta ofrece sino la enfermera como persona.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX se utiliza el término enfermera o enfermero para el personal de asistencia pública de parís, sin duda por ser el primero en introducirse a instancias del doctor Bourneville, en un texto legislativo se crean las cuatro primeras escuelas de enfermería. Después de la promulgación de la ley de Combe en 1901, el termino enfermera quedo definitivamente homologado el 28 de octubre de 1902.

Formada en escuelas de enfermeras para obtener su diploma de estado de enfermera, la enfermera se convierte en el eje del movimiento de profesionalización de la enfermería.

A todos nos resulta familiar la imagen de la enfermera, imitada por los niños en el juego del médico y la enfermera. Es la enfermera la que aparece en las novelas es la que ilustra solemne en los momentos de catástrofe, crisis, guerras, plagas sociales, tiempos de alborozo o de calma etc., Personaje magnificado o rebajado, sublimado o despreciado, sobreestimado o devaluado.

Para comprender el rol de la enfermera y delimitar el concepto de “cuidados de enfermería” es importante que estudiemos y analicemos lo que ha presidido a la aparición y la evolución de la práctica de los cuidados de enfermería para así poder captar las razones que han obstaculizado y aun siguen corriendo riesgo de obstaculizar su identidad, su desarrollo y su valoración. Y debemos buscar en la historia de las mujeres sanadoras. Es importante distinguir lo que la función sanadora fue asegurando por uno y otro sexo de manera irremplazable durante miles de años.

La historia de los cuidados vividos y transmitidos por las mujeres hace que los cuidados por ellas dispensados en el medio hospitalario no psiquiátrico como en los ambulatorios, se identifique hoy con la denominación de los cuidados de enfermería. Aquellos proporcionados por distintas. Surgidos originalmente de la caza, la guerra y el mantenimiento del orden social. Es imprescindible estudiarlos como tales y analizar su influencia sin por ello confundirlos con los cuidados de las mujeres, ni asimilar estos últimos a los proporcionados por hombres.

Para entender la evolución y el nacimiento de los movimientos de profesionalización es necesario romper la confusión existente entre los cuidados de las mujeres y los realizados por los hombres.

La asimilación de las prácticas de las mujeres sanadoras a su papel se tradujo en distintas formas de identificación como:

- la identificación de los cuidados de la mujer desde tiempos

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