Ensayo Del Mito Al Logos
11 de Julio de 2015
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La democracia y el cumplimiento de los principios de la democracia en Honduras: Las decisiones tomadas por el pueblo en las democracias participativas, sobre los asuntos políticos del Estado y en las democracias representativas o indirectas, y la participación del ciudadano a través del voto; los controles con el cual el ciudadano puede controlar al gobierno. La metodología empleada para el desarrollo de la temática está basada en una amplia investigación y recopilación de información sobre la democracia, en la cual escrudiñamos para seleccionar minuciosamente lo más significativo. La técnica aplicada para recolectar la información radicó en una lectura analítica del tópico “Democracia y sociedad” en el libro “Introducción a la sociología” (Mario Posas y Julio César Navarro).
Antes de hablar de la democracia en Honduras nos hacemos la siguiente pregunta ¿hemos tenido alguna vez democracia después de la independencia de 1821? Lastimosamente la respuesta será radical: La verdad es que nunca ha existido en toda la historia del país algún momento en que se respire aire de democracia. Por el contrario han prevalecido los regímenes autoritarios, patriarcales, militaristas, represivos, genocidas y otros gobiernos que han utilizado el ropaje de la democracia para enriquecerse a base de la corrupción y la generación de miseria de nuestro pueblo. Los hondureños nos encontramos sumergidos en un pantano de engaños e ilusiones vagas; confundimos la democracia como sinónimo de ejercer el sufragio; en dónde no nos damos cuenta que no hay democracia participativa, como tampoco democracia representativa; siendo pocas las maneras con el cual el ciudadano puede controlar al gobierno.
La democracia la hemos confundido con el hecho de tener elecciones presidenciales electorales y con la delegación de gobiernos con la participación de un pueblo analfabeta, pobre, manipulado por campañas multimillonarias que se pagan con el dolor y sufrimiento de los pobres. Como todos sabemos la democracia es el "dominio del pueblo sobre sí mismo" lo primero que consideramos es quién es el pueblo y quién domina en una sociedad como la nuestra. Pues el pueblo somos nosotros, un pueblo donde prolifera la cobardía, el miedo, la ignorancia y la crítica destructiva y por ende un pueblo ignorante es como un cuerpo sin defensas inmunológicas, lo domina cualquier bacteria y finalmente lo mata, nada más útil para un gobierno corrupto y ávido de poder que mantener activa la industria de la ignorancia y la pobreza se convierten en funcionales de cualquier reyezuelo con ansias de perpetuarse en el poder, al pueblo ignorante se los convierte en esclavos cautivos de los caprichos de los malos gobernantes, la ignorancia es la mejor y mayor arma de sometimiento que conocen los tiranos para someter y humillar. Simón Bolívar nos decía: “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”.
Es importante resaltar que la democracia es el Poder del pueblo. En Honduras se considera que existe una democracia donde el pueblo no gobierna ni delibera sino que lo hace a través de sus representantes indirectos, tal es el caso de los diputados en el Congreso de la Republica.
En base a nuestra Constitución y las leyes, Honduras es un estado de derecho que se rige por el régimen de la democracia. Sin embargo en un sentido material y real no existe ni igualdad ni equidad en Honduras; la mayoría de las familias no satisfacen las necesidades básicas de alimentación, vivienda, transporte, salud y educación. La democracia por lo tanto no puede existir en una sociedad donde se tortura, se violan los derechos humanos y se excluye a la mayor parte de la población.
Por todo lo previo es evidente que Honduras no tiene una verdadera democracia ni participación social; a pesar de la existencia de algunas instituciones como el Ministerio Público, la aparente civilidad de la policía que ahora se está transformando en una policía militarista y de una consigna del nuevo gobierno sobre el poder ciudadano y la ley de la participación ciudadana.
Honduras necesita que los movimientos sociales reanalicen el concepto de democracia; que estudien sus prácticas y que entiendan la deformación ideológica en que se encuentra. Así se podrá encaminar esfuerzos para lograr un país libre de racismo, de violación de los derechos humanos, de destrucción ambiental y de dependencia cultural. Así se podrá aspirar a convertirse en constructor de una nueva sociedad, justa, digna y soberana.
De lo anterior se deducen, y se toman en cuenta principios que fundamentan la verdadera democracia y que involucren los problemas sociopolíticos que invaden Honduras y lo mantiene lejos del progreso y desarrollo como parte del mundo. Como se muestra en el texto (filosofíapensar, 2012), la democracia debe tener el Principio de Soberanía Nacional, lo cual significa que el único soberano legítimo es el pueblo, y que la legitimidad surge de la voluntad ciudadana, expresada mediante el voto, mediante elecciones transparentes y participación masiva de los ciudadanos, y en nuestro país nos encontramos con los siguientes problemas: El 24 de noviembre fue electo presidente de Honduras en las Elecciones generales de 2013 con un 36% el Señor Juan Orlando Hernández, en unas elecciones donde participó el 61% de la población, dejando en incógnita de ¿por qué el 39% restando no votó? Y esta interrogante tiene una sencilla respuesta, fraude electoral. A través de la historia el Tribunal Superior Electoral ha tenido sólo representantes del bipartidismo (partido nacional y partido liberal) dichos representantes no tienen la credibilidad del pueblo hondureño ya que favorecen a ambos partidos y un claro ejemplo son las últimas elecciones, donde sin duda se manipularon las máquinas que contabilizan los votos y aunque no hay pruebas fehacientes es una verdad que el pueblo hondureño sabe. Ese 36% no representa la voluntad total del pueblo hondureño, ya que el otro 25% distribuido entre el PAC, LIBRE y el Partido Liberal más el 39% que no votaron suman un total de 64% , lo cual nos indica que no hay una democracia representativa, lo que nos lleva a reflexionar sobre una segunda vuelta electoral como se hace en algunos países de Sudamérica (Venezuela, Bolivia, Chile y Colombia), en estos países se logra cumplir el principio de Soberanía Nacional ya que los ciudadanos tienen que elegir entre dos candidatos que obtuvieron el mayor porcentaje de votos, aunque en nuestro país, esto implicaría reformar la Ley Electoral. En Honduras se necesita cambiar el sistema de votos. También se debe valorar el Principio de la mayoría y defensa de los derechos de las minorías; Este indica, y elude el problema de unificar intereses diversos y contradictorios en sociedades tan grandes y complejas como las actuales; sin embargo, nuestra sociedad es contrario a este principio ya que la minoría es la oligarquía y la mayoría somos los pobres, hay 10 familias que controlan desde lo que comemos hasta lo que vemos en la televisión, así mismo lo que escuchamos en la radio, todo está manipulado a favor del bipartidismo, entre estas familias están: los Ferrari, los Canahuati, los Rosenthal, los Facussé, los Larach, los Nasser, los Kafie o los Goldstein de origen judío, palestino y árabe que emigraron al país en los años 40 y 50, éstas familias son el núcleo duro de ese 3% de hondureños que controla el 40% de la producción nacional. Son los elegidos de un país con un 70% de pobres. Ante ello, el criterio que guía las decisiones políticas es el de la minoría. Sin embargo, esta regla requiere la participación de la mayoría, de esa parte poblacional que tiene derecho no sólo de existir sino también de influir en esa toma de decisiones, para revertir las decisiones de la oligarquía. Esta dinámica de mayorías y minorías se relaciona con la existencia en nuestro país de los partidos políticos. Por supuesto no se puede excluir el Principio de representación política democrática; este principio es ineludible para que la sociedad pueda funcionar, debido a que posibilita de poner a discusión y votación del pueblo todas las decisiones del gobierno. Por ende en estas últimas elecciones nuevos partidos políticos surgieron debido al estancamiento que ha provocado el bipartidismo. Estos partidos vienen a representar de alguna forma a la mayoría (los pobres) con nuevas ideologías que desean generar cambios como el Ing. Salvador Nasralla, el cual tomó esta decisión cansado de tanta corrupción e impunidad y José Manuel Zelaya Rosales con la ex primera dama Xiomara Castro de Zelaya quienes fundaron en el 2013 sus propios partidos políticos. Estos partidos provocaron que el Congreso Nacional ya no sea el mismo, considerando que a través de los años los bipartidistas han creado leyes para sus propios beneficios. Ahora los bipartidistas deben persuadir a estos nuevos partidos para aprobar y reformar leyes, un claro ejemplo es el reciente debate que causó tanta publicidad por parte del oficialismo para elevar la Policía Militar a Rango Constitucional en los medios de comunicación gastando grandes cantidades de dinero, mientras que por otro lado el pueblo se muere de hambre, no hay medicamento en los hospitales y las escuelas no cuentan con la infraestructura adecuada ni con los recursos pedagógicos necesarios para llevar a cabo el proceso educativo. Este decreto generó que los nuevos partidos formaran una alianza para evitar que el oficialismo se blindara ante cualquier golpe de estado, ya que el partido de turno tiene aspiraciones de reelección; lo cual en el pasado era un delito y hoy en día quieren convocar a un plebiscito (cuarta urna) para preguntarle al soberano sobre este tema. Esto nos lleva a reflexionar sobre las intenciones escondidas atrás
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