Ensayo Política y Pensamiento

Ensayo Política y Pensamiento

¿Es correcta nuestra percepción del dinero para que podamos vivir en una sociedad justa?

-El dinero es la representación de la riqueza y es utilizado como medio de pago de bienes y servicios. Hace más de 2000 años que el dinero ha formado parte de muchas sociedades y ha sido causa de las desigualdades, abuso, violencia, entre otros males, sin embargo, no todo lo que genera el dinero es malo, por eso es que sigue existiendo. Para muchos, ha sido extremadamente favorable y ha sido una herramienta para obtener beneficios, en otras palabras: “comprar la felicidad”. Es que las diferencias de riquezas generan la desigualdad y, esta no permite vivir de manera justa, en ningún lugar del mundo. Cada día la brecha económica y de oportunidades es más grande entre el más rico y el más pobre. De la manera que se ha entendido el dinero durante todos los años, no se puede construir una sociedad justa. Esto no depende solamente de la percepción del dinero, sino que también de la percepción de lo justo, hay que definir la justicia como algo aplicable en todos los contextos. A continuación citaremos a los grandes filósofos Aristóteles, Tucídides y Platón y, explicaremos mediante ejemplos cotidianos porque la percepción que tenemos del dinero no es correcta para lograr una sociedad justa.

-Primero, ¿qué es lo justo? Una definición práctica seria dar a cada uno lo que corresponde, bajo las mismas reglas, y así  velar por la igualdad, en el papel suena bien, pero en la aplicación se vuelve más complicado: “…parece que la igualdad es lo justo, y lo es, pero no para todos, sino para los iguales; y lo desigual parece que es lo justo, y ciertamente lo es, pero no para todos, sino para los desiguales.” [Aristóteles. Política, pág. 132]. En otras palabras todo depende de las circunstancias de cada uno, cabe señalar que nos centraremos solamente en el ámbito de las riquezas y el dinero. Para una persona vulnerable, económicamente hablando, es fácil decir que se  vive en una sociedad injusta, porque hay personas que tienen más dinero que él, y para una persona que tiene mucho dinero sería injusto que se lo quiten para dárselo a los que tienen menos que él. Por ejemplo, si el trabajo se basara en construir casas: Si el individuo 1 construye 10 casas le darán más dinero que al individuo 2 que construye 5 casas (es probable que el señor 1 tenga más facilidades para construir que el señor 2), en este caso el señor 1, tendrá el doble de dinero que el señor 2  y, podrá comprar el doble de cosas y será más “feliz”. Entonces el señor 2 dirá que es injusto que el señor 1 tenga más, y si les pagaran lo mismo a los dos, el señor 1 dirá que es injusto porque trabajo más que el señor 2. En este caso, es justo para el señor 2 que paguen lo mismo, porque tiene menores capacidades para construir casas, y es justo para el señor 1 que le paguen más porque construyó más casas. Es imposible llegar a un acuerdo de lo que es justo si se habla del dinero porque hay infinitos casos donde será justo para algunos y para otros no, depende del punto de vista. Si cada uno usara el dinero para lo que de verdad lo necesita y lo demás lo cediera a otro, que lo necesita para cubrir sus verdaderas necesidades, el dinero no sería causal de la injusticia, sino que sería una herramienta para que todos pudieran tener lo justo. El problema con el dinero es que las sociedades en general lo ven como una herramienta para “comprar la felicidad”, las personas siempre quieren más, dejando de lado las necesidades de los demás, se preocupan en aumentar sus riquezas para beneficio propio, para poder comprar el lujo, la comodidad y tener la tranquilidad de solucionar los problemas con el dinero. Hoy en día, las sociedades han progresado y se organizan de manera más civilizadas, en términos de leyes y regulaciones, entonces ¿si las reglas son iguales para todos, dónde está la injusticia? Y la respuesta es la siguiente, en las oportunidades. Aunque todos tengan las mismas reglas, unos tienen más dinero que otros, y por lo tanto, más oportunidades; si comparamos las oportunidades de dos niños recién nacidos, uno en el 1% más privilegiado del país y el otro en el 10% más pobre, el niño privilegiado no tendrá problemas para a llegar a ser un buen profesional, habrá estudiado en un colegio y en una universidad de excelencia, sin problemas para costearla, mientras que el niño pobre tendrá que ir al colegio municipal, y probablemente no tenga dinero para pagarse los estudios superiores, tendrá inevitablemente una vida mucho más esforzada que el niño privilegiado. Basados en el ejemplo anterior, ambos niños nacieron bajo las misma reglas pero tendrán vidas completamente distintas, uno nació en una familia con mucho dinero, por lo que inevitablemente tendrá más oportunidades que el niño que nació en una familia muy pobre, lo cual es injusto.

-Segundo, el dinero y la riqueza bajo la percepción de algunos, se presta para causar violencia, abusos y caos. “Iban a su frente los hombres mas poderosos, que buscaban su propia ganancia a si como medios de subsistencia para los mas débiles, y cayendo sobre las ciudades que carecían de murallas y se hallaban diseminadas en aldeas las saqueaban, obteniendo de ello su principal medio de subsistencia, ya que ese comportamiento aun no significaba desvergüenza alguna, sino que conllevaba mas bien incluso algo de gloria” [Tucídides. Historia de la guerra del Peloponeso, pág. 48]. Es imposible justificar tal comportamiento, de no ser por la percepción del dinero lo que causa en las personas, es la percepción la que distorsiona el límite entre lo correcto y lo incorrecto, y lleva al ser humano a comportarse como animales. Aquel extracto de Tucídides refleja lo que el dinero causaba en esos tiempos, extrema injusticia a los que eran invadidos por los inconsecuentes, quienes buscaban desesperadamente los beneficios del dinero. Hoy en día, pese a todas las leyes y regulaciones de las sociedades modernas, estos comportamientos siguen sucediendo, a menor escala, pero sigue pasando, ejemplo de éstos son los actos delictivos como los robos, los fraudes económicos entre otros, no tienen ningún objetivo más que el beneficio propio. Las siguientes palabras hacen alusión a la necesidad de “más y más” que genera el dinero: “…no se considerarán ya como necesidades sólo las que mencionamos primeramente, o sea, la vivienda, el vestido y el calzado, sino que habrá de ponerse en juego la pintura y el bordado, y habrá que adquirir oro, marfil y todo lo demás…” [Platón, Diálogos, pág. 129].  Lo que Platón busca transmitir es la necesidad de buscar el lujo, y que otra manera de conseguirlo si no es por medio del dinero y la forma como lo percibimos, si viéramos el dinero como una herramienta para satisfacer nuestras necesidades básicas y lo demás se pasará a los que les falta, no habría desigualdad económica entre las personas y probablemente se viviría de manera más justa, y menos perversa. Visto de otra forma, si todos buscáramos lo básico y nada más, tendríamos una torta de un tamaño determinado que con el tiempo se aprendería a repartir equitativamente entre todos los integrantes de la sociedad en cuestión, sin embargo, basta con que una sola persona quiera más cosas para que busque más dinero y así la torta inevitablemente crezca, pero ahora la torta ya no estaría dividida en partes iguales sino que una persona tendrá más que los demás, entonces más personas querrán más, pero no todos podrán conseguir lo mismo, algunas personas no tendrán el dinero para costear los lujos que otros si pueden. Con el tiempo la torta irá creciendo desproporcionalmente para cada persona, las diferencias se harán más significativas entre los patrimonios de unos y otros, en otras palabras habrá desigualdad, y comenzará el debate de nuevo de lo que es justo o injusto. Hasta que se entienda que el dinero es para costear las necesidad básicas y esto se tenga como la base de una sociedad, es difícil encontrar el punto donde lo justo lo tengan todos, a medida que la torta siga creciendo, las diferencias materiales entre el más rico y el más pobre seguirán aumentando, a sí también como las diferencias de oportunidades, salud, educación, entre otras cosas, y llegará un punto donde el más pobre tenga que trabajar todo el día en trabajos muy desgastadores para poder costear sus necesidades básicas mientras el más rico trabajará en labores no tan desgastadoras y podrá costearse todo lo que quiera, podrá acceder a la mejor educación para sus hijos, la mejor salud, la mejor seguridad, la mejor casa, la mejor ropa, el mejor celular y, en ese punto es cuando hay que cuestionarse si vivimos en una sociedad justa o no, y ese punto es hoy, fue ayer y será mañana y, la respuesta es no, no vivimos en una sociedad justa dado a como percibimos el dinero. Algunos dirán que este comportamiento de búsqueda de placer puede controlarse o regularse por medio de leyes o reformas estatales, en otras palabras, que los Estados de cada país podrían solucionar este problema e intentar repartir la torta de forma equitativa, sin embargo, esa ideología de querer controlar las riquezas de la población e intentar de igualar todo para todos, se llama comunismo. No hay ningún régimen comunista en el mundo que haya sido exitoso en comparación a los regímenes capitalistas.

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