Ensayo el socialismo

 “Todo lo tuyo es mío”

     El socialismo “es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria (Winston Churchill, 1948)”. Este socialismo es parte del sistema actual que gobierna la vida de todos los argentinos. Creer, predicar y distribuir equitativamente los bienes y recursos naturales son los pilares fundamentales de su existencia y su instalación hace más de 60 años en nuestro país.

     Este es un sistema político que trae miseria, hambre e, incluso, la muerte.  

     El socialismo es tan antiguo como la propia historia de la humanidad, su postura se basa en que el ser humano es bondadoso por naturaleza. Se identifica con posiciones ideológicas que aceptan el libre mercado^[1] , en lo económico con una significativa intervención del Estado para corregir diferencias sociales, es decir,  sus raíces remontan las ideas del filósofo Platón y su obra llamada “La República”^[2] en donde se habla sobre lo justo y lo injusto de la sociedad.

     En cuanto a corregir las diferencias sociales, particularmente en nuestro país no se lo visualiza de esta forma, los datos^[3] hablan por sí solos, la tasa de desempleo en Argentina llegó al 13,1% en el segundo trimestre de este año, la desocupación aumentó 2,7 puntos porcentuales  respecto al primer trimestre del 2020 (10,4%), es decir 1,44 millones de personas no encuentran trabajo sobre una población activa de 11 millones de personas.

     Con relación a la pobreza, esta alcanzó el 40,9% de la población en el primer semestre de este año, con un 10,5% en nivel de indigencia, uno de los peores registrados en la historia de nuestro país. Al respecto, el economista, Ricardo Aronskind dijo “de a poco se va aproximando a la mitad de la población que no está en condiciones de cubrir con  sus ingresos una canasta básica de consumo imprescindible. Eso es muy preocupante porque tiene un alto porcentaje de niños y adolescentes”.

     Este modelo que, en un comienzo, puede parecer exitoso, se derrumba con el tiempo, pues la intervención del Estado engaña al ciudadano generándoles  una sensación de bienestar; pero a largo plazo, cuando se agotan los recursos, todo socialismo se convierte en tiranía, lo que conlleva a la miseria del pueblo. Como sostiene Winston Churchill  (1939) “todo lo tuyo es mío".

     Uno de los problemas principales es creer que los recursos son ilimitados,  que están mal distribuidos. Otro dilema es  que su concepción de individuos es desde el “todos” negando la individualidad y la posibilidad de sobresalir y trascender como sujeto autosustentable. Otra arista importante es que los medios de producción y de distribución, son controlados y regulados por el Estado con el objetivo de mantener una sociedad justa.

     Esta sociedad justa desde la mirada del socialismo, equivale a desintegrar las clases sociales y considerar a lo privado un enemigo en las primeras filas del combate, en palabras de Churchill^[4] sería “ Algunos ven a las empresas privadas como un depredador que debe ser disparado, otros como una vaca que debe ser ordeñada, pero pocos son aquellos que las ven como un robusto caballo que tira de la carreta".

     Hoy más que nunca podemos visualizar las grandes desventajas del socialismo, en donde el Estado es el propietario de todo el trabajo, capital y mano de obra, lo que termina redundando en ineficiencias de todo tipo a la hora de asignar y administrar recursos. Como fue el caso de Lázaro Báez, titular del Grupo Austral Construcciones, que recibió cientos de contratos para realizar obra pública durante el kirchnerismo. La empresa canalizó casi la totalidad de las obras viales en Santa Cruz. Hasta el día de hoy la acusación, que todavía debe revisar la Corte Suprema, está centrada en los supuestos sobreprecios que habrían pagado el Estado y las bonificaciones realizadas a pesar del incumplimiento en las obras.

      Otra desventaja que este genera es que favorece a la corrupción, por el simple hecho de ser un sistema tan cerrado.         Un claro ejemplo es cuando el presidente Alberto Fernández en el mes de junio de este año amasaba la decisión de intervenir y expropiar la cerealera Vicentin conjuntamente con el gobernador santafesino Omar Perotti aludiendo que “ es en base a evitar que la empresa cayera en quiebra con severo impacto en la economía provincial”. De este tema se han formulado cientos de conjeturas y múltiples lecturas, lo cierto es que existe el acuerdo judicial entre las partes en la que el gobierno nacional forma parte del triunvirato en la intervención de la empresa. En un primer momento el presidente Alberto Fernández dijo “que la intervención estatal de Vicentin puede hacerse “por vía de concurso o por la vía de la expropiación”. Luego de la exposición que el tema tuvo en los medios de comunicación, el jefe de Estado afirmó que sigue “buscando los caminos para que el Estado se haga cargo de la cerealera Vicentin, resuelva los problemas y tengamos una empresa que nos permita ver como ese mercado funciona y se desarrolla. Sigo diciendo que estoy dispuesto absolutamente a encontrar una solución alternativa”.

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