Escuela de las americas

Universidad Gerardo Barrios[pic 1]

Materia:

Sociología

Docente:

Lic. Julio Funes

Tema:

¿Escuela de las Américas o escuela de violadores de los derechos humanos?

Integrantes:

Odilia Alejandra Ávalos Méndez – uslm016815

Elsa Marcela Flores Serpas – uslm010215

Martin Alberto Gómez Gómez – usat012215

 Fecha:

04/05/15

Introducción:

En el presente trabajo se da a conocer la creación, propósito y consecuencia que trajo a América Latina la creación de la escuela de las Américas y la puesta en marcha de la misma, así mismo la forma en que EE.UU hizo de la misma una estrategia para ejercer su hegemonía sobre Latinoamérica. Se hace énfasis en la influencia de la SOA en el historial de conflictos militares en El Salvador y otros países de Latinoamérica, haciendo constar que a los graduados de la SOA se les inculcaba una ideología anticomunista y que bajo el concepto de profesionalización impulsaban a los militares y policías graduados a ejercer control desde sus respectivos cargos mediante una sistemática violación de los derechos humanos.

Si los EE.UU. reconociera la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, se demostraría la innumerable cantidad de crímenes que cometieron los graduados de la SOA, en El Salvador no se hace excepción, crímenes como la masacre del Mozote, Asesinato de Monseñor Romero, masacre se san Sebastián, etc. Son acciones que se hicieron con absoluta responsabilidad de militares salvadoreños graduados de la SOA, su ideología era “eliminar la pobreza aniquilando a los pobres y a todo aquel que denunciara la pobreza material y constitucional”. Y eliminando a todo aquel que apoyara a la ideología comunista, con esto EE.UU. estaría obteniendo los resultados esperados con la creación de la SOA, porque estaría afirmando su hegemonía sobre los países Latinoamericanos.

Objetivos

Objetivo general:

• Dar a conocer las causas y consecuencias de la creación de la SOA, el propósito fundamental por el cual EE.UU. la creo y apoyo y el alcance que tuvo en los países de Latinoamérica.

Objetivos específicos:

• Identificar las acciones tomadas a lo largo de la historia por los graduados de la SOA y la forma en que EE.UU. interviene para no permitir que se les aplique la justicia.

• Explicar la ideología que la SOA le inculcaba a los militares y la forma en que estados unidos utiliza a la misma como estrategia para establecer su hegemonía.

¿Escuela de las Américas o escuela de violadores de derechos?

La escuela de las Américas (SOA) fue creada por EE.UU en 1946 en una de sus bases militares en Panamá. El objetivo fundamental de la SOA era profesionalizar las fuerzas armadas (FF.AA) de los países de América latina.

Sin embargo el verdadero propósito de Washington fue asegurar su dominio en ese subcontinente por medio de la indoctrinación anticomunista de dichas FF.AA complementada con entrenamiento en brutalidad militar.

La SOA como una herramienta geopolítica más de Washington para mantener su hegemonía hemisférica. De ahí que los estados internacionales más poderosos persisten en aumentar las fronteras de su hegemonía o, como mínimo, en mantener la hegemonía ya adquirida. En este contexto, las verdaderas causas de los conflictos internos de los países sometidos son comúnmente ignoradas o distorsionadas por quienes en el exterior deciden ilegalmente quien tiene el derecho y quien no a la autodeterminación.

Por ejemplo, las obsoletas estructuras de dominación que crónicamente han generado estallidos sociales de diferente magnitud, particularmente en El Salvado, fueron descartadas como las causas reales de la efervescencia social. A los graduados de la SOA se les inculco que esa realidad no era más que un invento del comunismo internacional para destruir la reputación del sistema democrático, la “educación” impartida por la SOA no solo fue militar sino también ideológica.  

Sus graduados muy pronto aprendieron que, si la pobreza genera estallidos sociales, para acabar con ambos, había que eliminar primero a los pobres.  Las FF.AA de El Salvador tiene un “merito” de que más de 6000 de sus miembros profesionalizaron su mentalidad y conducta criminal en la SOA, los graduados de dicha escuela están involucrados en sistemáticas violaciones de los derechos humanos en este país particularmente durante el periodo de 1980 y 1992. El Salvador no fue un caso aislado sino que fue una pieza más de un engranaje criminal patrocinado en la SOA.

Escuela de las Américas y su impacto en Latinoamérica.

La mayoría de los dictadores militares en Latinoamérica se graduaron de la SOA, así como también innumerables oficiales que cometieron todo tipo de violaciones a los derechos humanos en sus respectivos países.

Si los EE.UU reconocieran la jurisdicción de la corte internacional de justicia, la casa blanca se enfrentaría a la imposibilidad real de poder demostrar que los graduados de la SOA no cometieron esos crímenes. Aún más para los EE.UU sería imposible de demostrar que ellos no fueron los responsables por las acciones de los oficiales que la SOA engendro. Consecutivos gobiernos de los EE.UU se han rehusado a aceptar la jurisdicción de la corte internacional de justicia, pero al mismo tiempo han pedido que esta jurisdicción se aplique a otros estados internacionales.

Ese doble estándar confirma las irrefutables palabras de Monseñor Romero “la ley es como la serpiente que solo pica al descalzo”. Es una verdad que en la realidad, aplica a las leyes domesticas e internacionales.

Si en la arena internacional hubiera un Guinnes Record por el número de golpes de estado que las fuerzas armadas de cada país han orquestado, sería casi seguro que los militares de América Latina se llevarían ese galardón. Para ilustrar, de 1907 a 1966, hubo no menos de cien golpes de Estado por los militares en América Latina. Pero llama aún más la atención que el número de golpes militares aumento sustancialmente desde que se creó la SOA.

La mayoría de las violaciones de los derechos humanos en América Latina han llevado un sello de color verde olivo oficial.

El realismo estructural de la política exterior de Washington ha sido siempre mucho más importante que el sufrimiento de los pueblos que someten por medio del control de las FF.AA y los llamados “cuerpos de seguridad” que ellos mismos entrenaron.

¿El profesionalismo que la SOA inculco a sus graduados fue en beneficio de la población civil que en teoría debía proteger o en detrimento real de la población civil que controlar?

¿La interpretación de profesionalismo que la SOA inculco a sus graduados fue en beneficio de la pregonada América del sur del Rio Bravo o en beneficio del mantenimiento de la geopolítica hegemónica de Washington al sur de la frontera?

Según la tabla de graduados en la SOA de 1946 a 1998, tuvieron 6583 graduados salvadoreños.

A pesar de que, después de la ardiente Guerra Fría, los EE.UU han tratado de distanciarse  de las sistemáticas violaciones de los derechos humanos cometidas por sus graduados Latinoamericanos en la SOA, las evidencias muestras que la Casa Blanca fue el cómplice mayor e innegable.

Los graduados de la SOA lo confirman. Por ejemplo, Emilio Massera, Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y Leopoldo Galtieri, todos militares de la más alta jerarquía en Argentina, no solo se convirtieron en dictadores, sino que en responsables de las atrocidades cometidas contra ese pueblo. En Argentina miles de civiles permanecen como “desaparecidos”, mientras asesinos como Videla vivieron su vida y murieron sin rendirle cuentas a la justicia. Ocasionalmente, algunos militares asesinos aparecen en cortes de ley que deliberadamente permiten la dilatación de sus procesos legales.

El objetivo de dicha dilatación es que los asesinos graduados en la SOA no mueran en una prisión común y corriente y menos de la forma en que perecieron sus miles de víctimas civiles. Cuando los militares asesinos hayan muerto se les encontrara culpables.

Si Gabriel G. Márquez hubiera decidido escribir una novela sobre el tema, es casi seguro que se habría titulado: “crónica de una manipulación política anunciada”, una cosa es estar en la oposición exigiendo castigo a los militares violadores de los derechos humanos y otra muy diferente cuando esos “exquejosos”  disfrutan el poder por medio de un gobierno electo a través del voto.

El caso salvadoreño no es análogo en este contexto. Cuando la guerrilla salvadoreña estuvo en la oposición electorera demandaba la revocación de la amnistía que el expresidente Cristiani otorgo a los militares asesinos. Pero una vez en el poder, prefieren no hacerlo “para no reabrir heridas”

El caso del exdictador chileno general Augusto Pinochet puede ser un caso curioso, pero no rompe la regla de que chilenos graduados de la SOA fueron responsables directos de violaciones a los derechos humanos en ese país.  Pinochet no se graduó de la SOA, pero autorizo que sus subalternos lo hicieran. Entre los graduados de la SOA sobresale el coronel Pablo Belmar, uno de los responsables directos de la tortura y asesinato de Carmelo Soria en 1976, quien era funcionario de la Organización de las Naciones Unidas en chile.

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