Estábamos en la recolección del grano, del preciado cereal
lorena1709Ensayo14 de Septiembre de 2015
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La casa y el campo y 2.
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Estábamos en la recolección del grano, del preciado cereal. Había que separar el grano de la paja y para eso se volvía a requerir a los animales, que actuaban sobre un suelo de piedra lisa.
Trillando en plan animal.
(Fuente: Cómo vivían los griegos. Ediciones Susaeta.)
Finalmente, se aventaba el grano, para separarlo de la paja y eliminar los últimos restos de cascarilla.
Aventando con cribas.
(Fuente: Cómo vivían los griegos. Ediciones Susaeta.)
No sólo se hacía la recolección del cereal. En las laderas de las colinas se cultivaba el olivo, de donde se obtenía la cosecha de aceitunas que proporcionaría el aceite doméstico. Ya conocemos la prensa de aceite heredada de edades anteriores. Dicen los entendidos que el trabajo del olivar estaba poco considerado ente los helenos, a juzgar por las opiniones que han quedado reflejadas en los libros. El aceite era un bien escaso, por lo que se utilizaba en cosmética, para la iluminación y para usos medicinales, además de emplearse como condimento.
El necesario aceite de oliva.
(Fuente: Cómo vivían los griegos. Ediciones Susaeta.)
Otro bien también escaso era el vino. En las partes más abrigadas de las colinas se disponían vides. La cosecha se utilizaba especialmente para fabricar vino. Era costumbre entre los griegos mezclar vino y agua, para lo que se empleaban las vasijas que ya vimos en su día. Ese beber el vino mezclado con agua no les impedía caer en los efectos que se producen cuando se elimina el agua, ya que todo depende de la cantidad consumida, de vino, por supuesto. Veremos estos detalles cuando analicemos las juergas helenas, que también las había.
Pisando uva.
(Fuente: Cómo vivían los griegos. Ediciones Susaeta.)
Así pues, visto el cultivo de sus principales alimentos, sentémonos a la mesa de nuestro anfitrión heleno y comamos con él. Nos sorprenderá posiblemente lo reducido de su dieta, como puede verse en la imagen que sigue. La carne y el pescado eran lujos de días de fiesta. Fiestas que se prodigaban menos que en nuestros días. El pan y la cebolla, por el contrario, eran de lo más frecuente. De ahí lo del refrán heleno de "contigo, pan y cebolla".
La alimentación de los griegos.
(Fuente: Cómo vivían los griegos. Ediciones Susaeta.)
Esta era su vida, así de sencilla. Como la que se da hoy en los pueblos más pequeños de nuestra tierra. Eso sí, sin luz eléctrica, sin televisión, sin periódicos, sin aire acondicionado, sin espectáculos apenas, sin automóvil, sin ordenadores. Todo ello es innecesario, lo prueban unos 8.000 años en que el humano vivió en poblados, mayores o menores, sin ellos.
Y para que no perdamos la escala del bienestar que suponía la vida del pueblo heleno, demos un salto, plantémonos en la Galia (hoy Francia) y entremos en un hogar galo de aquella época, incluso de épocas muy posteriores, 400 años posteriores. En una cabaña cubierta de paja trenzada veremos un grueso tronco de árbol que es el sostén de la habitación única donde todos conviven en un salón-comedor-cocina-dormitorio común. Y ésta es la vivienda del jefe del poblado ...
En el interior de una vivienda gala. Siglo I AEC.
(Fuente: Arqueodrome. Lyon.)
El próximo día veremos los lujos de una casa helena. Lujos si se comparan con la humilde chabola gala. Los helenos afortunados, los que vivían en ciudades grandes y modernas, tenían hasta conducción de agua y alcantarillas en sus casas. Eso es lo que toca ahora.
Fernando Conde Torrens es autor de "Simón, opera magna", "El Grupo de Jerusalén", "La Salud" y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En www.sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano. En http://simonoperamagna.blogs.com hay comentarios y más información sobre este libro.
Dieta Mediterránea
Piramide nutricional mediterranea
¿Qué es la dieta mediterránea?
La dieta mediterránea es la forma de alimentación que, desde hace varios siglos, mantienen los pueblos de la ribera del mar Mediterráneo.
¿Qué países se benefician de ella? No son sólo los países europeos como España, Francia, Italia, Chipre, Grecia, Portugal, la antigua Yugoslavia, Albania, San Marino, o Mónaco; sino también Marruecos, Túnez, Malta, Libia, Israel, Jordania, Egipto, y Siria. Aunque Portugal no es un país mediterráneo, también se beneficia de las ventajas de la dieta mediterránea a través de la influencia del resto de la Península Ibérica.
¿Qué características tiene?
La dieta mediterránea se ha ido forjando a lo largo del tiempo, y es fruto de la influencia que nos han dejado todos los pueblos que han pasado por estos países: iberos, celtas, griegos, romanos, bárbaros y árabes. Griegos y romanos sentaron las bases de lo que actualmente conocemos como dieta mediterránea con la “trilogía mediterránea”; pan, aceite y vino, presentes desde siempre en nuestra cultura.
Para Homero ser comedor de pan era sinónimo de hombre. Es tos elementos continúan con el cristianismo, para el que pan y vino eran fundamentales. Más tarde la relación con los pueblos germanos incorpora la carne a la alimentación; y por último los árabes introdujeron alimentos nuevos como las berenjenas o las alcachofas, y otros tan importantes para la dieta mediterránea como el arroz o la pasta.
A todo este bagaje cultural hay que añadir el descubrimiento de América, gracias al cual conocemos alimentos tan importantes en la elaboración de gran parte de nuestros platos como la patata, el pimiento o el tomate.
La dieta mediterránea no puede ser única ya que son varios los países que la disfrutan, y por tanto cada uno de ellos aporta sus peculiaridades; pero sí hay una serie de características que son comunes a todas ellas:
o Aceite de oliva como principal fuente de grasa.
o Frugalidad: las cantidades de alimentos eran bajas en relación con la actividad física que era alta, ya que la mayoría de la población desarrollaba actividades agrarias. Actualmente la actividad que desarrollamos es menor y, por tanto, las cantidades de alimentos deben ser más bajas.
o Consumo alto de alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, legumbres y hortalizas; las ensaladas están presentes en todas las comidas, y éstas terminan con fruta como postre, la mayoría de las veces. Se deben tomar legumbres al menos dos veces en semana y al menos tres o cuatro piezas de fruta al día.
o Preparaciones culinarias cuidadas y sencillas: hervidos, asados.
o Texturas firmes; fritos, pan, frutas, verduras, frutos secos y hortalizas crudas. El consumo de pan fresco, arroz, y pasta sigue siendo alto; y se va incrementando el de pasta fresca.
o Pastas y arroces se deben tomar de tres a cuatro veces por semana.
o Escaso consumo de alimentos proteicos, sobre todo carnes rojas, y más de pescado y aves de corral.
o Uso de productos como el ajo o la cebolla, y algunas especies y yerbas aromáticas.
o Gusto por los ácidos; las ensaladas se aliñan generosamente con vinagre y el uso de limones y cítricos en general es muy importante. La naranja figura entre las frutas preferidas por la población.
o Vino en las comidas principales en cantidades moderadas (unos 150 cc en cada comida).
o Uso de gran cantidad de productos frescos.
Quizás, en lugar de hablar de dieta únicamente, deberíamos hablar de vida mediterránea, porque no se trata sólo de una forma de alimentarse, sino también de una forma de vida, con costumbres tan saludables como la siesta y trabajos de gran actividad física, con un gasto de alto de energía, como la agricultura.
¿Qué beneficios nos aporta?
Nos protege frente a enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cánceres.
¿Es difícil mantener nuestras buenas costumbres?
No es difícil. Es cuestión de buena disposición y un poco de organización. Algunos platos, como las legumbres, que pueden parecer difíciles de elaborar, se pueden cocinar fácilmente con la ayuda de la olla a presión, o el uso de legumbres previamente remojadas, si es que se nos olvidó ponerlas a remojo la noche anterior. Lo mismo podemos decir de las verduras.
Una de las características de la dieta mediterránea es el gran consumo de alimentos frescos. Actualmente tenemos en el mercado un buen número de verduras y hortalizas ya limpias y troceadas, lista para ser usadas. Esto nos permite la confección rápida de una buena ensalada.
Hoy sabemos que la complementación de legumbres y cereales (judías con arroz, garbanzos con trigo…) o una ensalada completa (lechuga, tomate, zanahoria, huevo, atún…) aliñada con aceite
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