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FORMACION ETICA

Gabriela QuinteroApuntes4 de Noviembre de 2022

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IES ESCUELA SUPERIOR GENERAL MANUEL BELGRANO

PROFESORADO DE EDUCACION PRIMARIA

ESTUDIANTE: GABRIELA QUINTERO

TRABAJO PRACTICO N°1:

1.Según Miguel Giusti, desde un punto de vista etimológico los dos términos son verdaderamente equivalentes moral es la traducción castellana del término latino mores el cual a su vez proviene del griego, la palabra castellana moral no es pues otra cosa que la versión castellana del griego “ethos” existe en castellano también sin embargo la palabra y ética esto ocurre porque algunos términos del castellano se han obtenido a través de una castellanización directa del griego evitando la versión latina es así que ética y moral resultan ser dos términos castellanos que se emplean para traducir una misma raíz griega ethos.

 Ética y moral son entonces expresiones castellanas equivalentes y que nos remiten ambas al término griego ethos, pero qué significa un sistema de costumbres o sistema de creencias valorativas de la vida si el término se refiere además al carácter es porque como ya lo hemos visto en una clase anterior para los griegos. El sistema de creencias morales podía ser visto también desde la perspectiva de las actitudes y de los hábitos que los individuos iban haciendo suyos hasta convertirlos en rasgos de la personalidad  de la personalidad ética estos es entonces sistema de costumbres pero no en el sentido en que pudiera entenderse a partir de una ciencia social como la sociología o la antropología las ciencias se proponen siempre estudiar una materia desde la perspectiva del observador no desde la perspectiva del participante y por eso pueden estudiar las costumbres de una cultura prescindiendo por completo de los juicios de valor y eso es justamente lo que la ética o la moral no han querido nunca hacer en efecto la disciplina

Surgió en Grecia con el propósito no de describir los sistemas de creencias valorativas existentes en una u otra cultura sino con el de examinar si dicho sistema era el mejor o el más deseable posible si retomamos los términos con los que veníamos comentando la ambivalencia de la palabra podríamos decir entonces que la ética apareció como una reflexión o una concepción acerca de cuál es la mejor manera de vivir o de cuál es el más adecuado sistema de costumbres o la más adecuada forma de vida ,sino un juicio acerca de lo que está permitido en la convivencia humana una reflexión como decíamos sobre la necesidad de hallar una mejor manera de vivir .

La etimología de los términos nos ha ayudado pues a entender que la ética o la moral son una reflexión sobre las buenas prácticas o las buenas costumbres de una sociedad pero resulta que los manuales de la ética nos dicen que hay una diferencia entre esos dos términos vamos a explicar ahora por qué tanto en esos manuales como en el diccionario de la real academia de la lengua dicen que moral es el sistema de valores inmanente a una determinada comunidad mientras que ética sería más bien la reflexión filosófica sobre el sentido de dichas normas morales de acuerdo a ello morales serían las normas específicas que rigen la conducta de los miembros de un grupo en ese sentido tendríamos que hablar por ejemplo de la moral cristiana o la moral musulmana o la moral de cualquier grupo cultural o identitario.

 Ética en cambio sería la perspectiva analítica que se adopta para examinar los alcances o para estudiar la naturaleza del fenómeno moral en ese sentido la ética sería una disciplina estrictamente filosófica este mismo curso sería por ejemplo una reflexión de carácter ético no moral esta distinción es importante por supuesto no es lo mismo compartir el sistema de valores de una comunidad que discutir sobre las razones por las cuales los seres humanos adoptamos algún sistema de valores pero llamar a una cosa ética y a la otra moral no nos ayuda mucho en realidad a resolver ninguno de los dos problemas en otras palabras la pretensión de diferenciar a sí la ética de la moral se enfrenta al menos a tres escollos el primero es que pareciera estar estableciéndose una jerarquía entre la ética que sería una disciplina superior y más racional y la moral que sería la ideología propia de culturas inferiores o poco reflexivas esa jerarquía no la aceptarán nunca las concepciones morales o culturales concretas porque si creen en su sistema moral es justamente porque piensan que es el sistema verdadero no uno entre muchos otros el segundo escollo al que se enfrenta la distinción entre ética y moral es el uso cotidiano del término que como hemos dicho parece no haber tomado noticia de lo que manda la academia y emplea más bien las palabras de manera indistinta el tercer escollo de mucha mayor gravedad es que no hay para nada un consenso en la historia de la filosofía o en la historia de las ideas que confirme la distinción sostenida por los manuales en las diferentes tradiciones filosóficas y en las diferentes lenguas hallamos más bien una historia muy compleja sobre estas cuestiones que no permite establecer una demarcación suficientemente clara entre los términos ética y moral a comienzos del siglo 19 Hegel el filósofo alemán propuso en su libro filosofía del derecho una diferenciación entre ética y moral.

A comenzó reconociendo que los dos términos son etimológicamente equivalentes y que por eso cualquier propuesta de distinción sería convencional también la suya pero él desea proponer la porque considera que sería una convención razonable diferenciar entre dos modelos globales de comprensión del problema uno al que él llama ética o etnicidad que defendería el sistema de valores inmanente a una comunidad y otro al que llama moral o moralidad que defendería más bien la toma de distancia frente a cualquier sistema de valores en otras palabras Hegel está usando los términos ética y moral en un sentido inverso al que sostienen los manuales con esto podemos aprender de las relaciones entre los términos ética y moral su equivalencia nos ha recordado que ambas se refieren a la existencia de un sistema de costumbres prácticas o valores de una comunidad y que su surgimiento como disciplina está relacionado con la valoración de la vida no con su mera descripción a este tema entraremos  en relación a la diferencia entre los términos ética y moral quizás se podría decir que el hábito no hace al monje porque teniendo los dos términos una raíz común pero una historia tan compleja vamos a ganar poco si queremos forzar su significado y más vamos a ganar si es que los usamos indistintamente pero teniendo en cuenta que en el uso que hagamos de ellos hay que contemplar de un lado los valores inmanentes a cada cultura y de otro lado la reflexión más general que se pueda hacer sobre ellos

2. La sociedad demanda a la escuela que forme personas íntegras y buenos ciudadanos, que eduque para la vida plena de cada uno y de todos, y que lo haga conforme a su dignidad de persona y a las necesidades del mundo de hoy. Recogiendo estos aspectos de la demanda personal y social de educación, la Ley Federal de Educación dice en el artículo sexto: “El sistema educativo posibilitará la formación integral y permanente del hombre y la mujer, con vocación nacional, proyección regional y continental y visión universal, que se realicen como personas en las dimensiones cultural, social, estética, ética y religiosa, acorde con sus capacidades, guiados por los valores de vida, libertad, bien, verdad, paz, solidaridad, tolerancia, igualdad y justicia. Capaces de elaborar, por decisión existencial, su propio proyecto de vida. Ciudadanos responsables, protagonistas críticos, creadores y transformadores de la sociedad, a través del amor, el conocimiento y el trabajo. Defensores de las instituciones democráticas y del medio ambiente”. En esta formación integral es particularmente importante el reconocimiento de la responsabilidad de la familia, como agente natural y primario de la educación .La escuela no es el único agente que incide en la formación personal y social, ética y ciudadana de los individuos y los grupos. Los signos de los tiempos indican la necesidad de complementar múltiples esfuerzos educativos. Por una parte, las dificultades que se dan en la vida familiar en la sociedad contemporánea, la creciente redefinición de roles en su seno, la diversificación de los espacios de socialización, la circulación de diversos valores y pautas de socialización, generan nuevas demandas a la escuela en lo relacionado con la formación integral de las personas. Por otra parte, el pluralismo cultural, las desigualdades en el desarrollo, la masividad de las comunicaciones, la revolución científico-tecnológica, las transformaciones del medio natural, configuran una sociedad compleja, cambiante, conflictiva, donde la formación de las competencias, para un desempeño valioso, eficiente, creativo, realizador de la persona y de los grupos, es responsabilidad de todos, pero requiere la dedicación social y profesional de algunos. Es claro, sin embargo, que las competencias necesarias para esa formación, necesitan también del trabajo de la escuela, que la debe garantizar para todos y que sólo podrá hacerlo desde un proyecto educativo sistemático, continuo y de alta calidad. En efecto, el desarrollo integral de las personas y de las sociedades depende, cada vez más, de la igualdad de oportunidades educativas; igualdad que debe garantizar, a su vez, la calidad de la educación que se brinda. Los saberes y competencias incluyen, hoy, criterios complejos de análisis, capaces de generar alternativas de realización personal, éticamente valiosas y adecuadas, para hacer frente tanto a un relativismo moral que cuestiona valores universalmente aceptados por la sociedad argentina, como a distintas formas de ideologismos, fundamentalismos e intolerancias. Cuando la Ley Federal de Educación establece que el sistema educativo ha de posibilitar la formación integral del hombre y la mujer, tiene como referentes la necesidad de una educación para la vida democrática, la conservación ambiental, la salud, el amor, el trabajo, el respeto y la defensa de los derechos humanos. Las relaciones del desarrollo de la técnica con el ambiente, de la competitividad productiva con la equidad y la solidaridad, de la pertenencia a una nación y de la defensa de las identidades culturales con las tendencias a la globalización y a la regionalización, de la realización personal con la socialización, de la sexualidad con el amor, entre otras cosas, exigen hoy profundizar los contenidos de la educación personal y social, ética y ciudadana. Se trata de saber ser persona como ser individual y social, saber respetar y valorar a los otros, el orden constitucional y la vida democrática, saber defender los derechos humanos y preservar el medio natural, saber analizar los aspectos morales de la realidad y vivirlos, para insertarse responsablemente en un mundo complejo y atravesado por transformaciones y crisis profundas. Los contenidos necesarios para esta formación deberían atravesar todos los saberes que se trabajan en la escuela y todos los gestos institucionales mediante los cuales enseña la escuela. Ellos son objeto de reflexión y sistematización específica de la filosofía, la psicología, las ciencias de la salud, las ciencias sociales y el derecho. Sin embargo, la complejidad misma de algunos temas hace necesario en este capítulo su abordaje interdisciplinario. Muchos de los contenidos conceptuales presentados en este capítulo son fundamento de contenidos procedimentales y actitudinales generales, por ejemplo, los que se refieren a la persona y sus capacidades, el derecho y sus exigencias, la ética, sus valores y sus principios. Hay ya mucho saber social acumulado en torno a estos contenidos: persona (en todas sus dimensiones), valores (diferencias, fundamentos, etc.), normas de convivencia (derechos humanos, derecho constitucional). Y, si bien es cierto que no basta “conocer” estos saberes para ser íntegros y realizarse como personas, sino que hay que vivirlos, sin ellos y sin los criterios que se aprenden al conocerlos y discutirlos, la formación de las competencias necesarias para el desarrollo de la persona, de su juicio moral, de su responsabilidad ciudadana y de su conciencia de los derechos humanos quedará privada de sostén crítico, de flexibilidad tolerante, de amplitud de juicio.

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