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Filosofia


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2012  •  8.833 Palabras (36 Páginas)  •  421 Visitas

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BELLEZA

Es un valor estético subjetivo y abstracto, que los seres humanos perciben con sus sentidos como algo agradable, presente o ausente, en mayor o menor grado, en todo lo creado, en forma natural o cultural.

Generalmente lo bello es armónico, y debe ajustarse a las pautas que cada cultura acepta como ligadas a ese concepto. En la imagen se muestra a una joven proclamada como la más bella, y sin embargo, estoy segura que si consultamos a varios observadores, algunos estarán muy de acuerdo y otros no. Lo mismo sucede con una creaciónliteraria, o con un cuadro, o con un edificio. La belleza existe, pero no es percibida por todos por igual.

El filósofo griego Platón, decía que la belleza es la manifestación exterior del bien, y el estímulo humano para elevarse a la contemplación del mundo de las ideas. Es el resplandor del bien y la verdad.

Para el discípulo de Platón, el filósofo Aristóteles, la belleza es sinónimo de armonía entre las partes, simetría y orden.

JUICIO ESTÉTICO

La palabra estética deriva de las voces griegas αἰσθητική (aisthetikê) «sensación, percepción», de αἴσθησις (aisthesis) «sensación, sensibilidad», e -ικά (ica) «relativo a».

PENSAMIENTO ESTÉTICO EN LA ANTIGUA GRECIA: Antes del desarrollo del pensamiento nacional en el siglo VI a.C., el pensamiento sobre la belleza del arte aparece reflejado en el contexto del pensamiento mítico dentro de la poesía.

Ahí se contempla al poeta como el maestro de la verdad, es decir, el que es capaz de entrar en contaco con los dioses y trasmitir mediante imágenes literarias la verdad.

Estandares de Belleza: La definición de belleza tiene en su contenido una ambigüedad complicada de salvar: lo que para unos es bello para otros puede no serlo, ya que actualmente todo el mundo reconoce un modelo de belleza más o menos estándar y más o menos extendido a lo largo y ancho del planeta.

En Grecia nacieron estos cánones que hoy en día guían las figuras de medio mundo. nacieron a raíz del arte y las matemáticas. Se empezó a hablar de belleza en el sentido literal de la palabra en tempranos trabajos de filósofos griegos a partir del período presocrático, con Pitágoras. La simetría y proporción de las matemáticas fueron llamadas por primera vez como algo bello. Una consecuencia de esa forma de pensar se vio plasmada en la arquitectura griega clásica, basada la idea de simetría y proporción. Las fundaciones de artistas clásicos griegos y romanos también han aportado el estándar para la belleza masculina en la civilización occidental. El romano ideal fue definido como alto, muscular, de piernas largas, una alta y amplia frente (un signo de inteligencia), ojos grandes, una nariz fuerte, una boca pequeña y una mandíbula poderosa.

Finalidad lógica

Primer modo fundamental de la idea de fin [118]. Cuando la composición resultante (en las estructuras de sistemas finalísticos resultantes de la «composición» entre el referente y el fin) no contiene al sujeto operatorio (cabría decir una composición «inmediata» respecto de la mediación específica de un sujeto operatorio, animal o humano) [109-110], hablaremos de finalidad según el modo material o finalidad lógica. La idea de finalidad se aproxima ahora asombrosamente, otra vez, a la idea de destino, incluso de «sino» de un proceso en marcha, cuyo término se supone ya predeterminado. Cuando logramos recomponer un jarrón, roto en pedazos, en todas sus piezas menos una, el conjunto de estas piezas con-forman el contorno de la pieza que falta; cuando tomamos esta pieza y la encajamos en el resto, decimos que ella está destinada a llenar el hueco, que se adapta a su contorno vacío, que se conforma a él; para el jarrón recompuesto, la pieza que falta es su fin, y no es propositivo, pues suponemos que las líneas de fractura se produjeron al azar. La finalidad atribuida a las alas del cuervo («para volar») carece también de todo significado propositivo: al batir sus alas, el cuervo vuela, obedeciendo a su sino, según una trayectoria de-finida; el nexo entre el referente (las alas del cuervo) y su fin (el vuelo del cuervo) es un nexo lógico inmediato (respecto de cualquier propositividad), inscrito en la misma estructura de las alas, cuyo concepto no se hubiera conformado al margen del vuelo del ave (el vuelo tiene, con las alas del cuervo, un nexo estructural en el plano procesual, del mismo orden que, en el plano configuracional, mantiene la cabeza del fémur de nuestro ejemplo anterior, con su acetábulo)

El artista es la persona que hace o produce obras de arte. Lo que se entiende por artista proviene de la familia léxica de la palabra arte.

Dado el cambiante significado de la noción arte, el término artista sólo puede definirse o estudiarse desde un punto de vista histórico. El mismo depende de las ideas estéticas de cada época.

Son artistas por ello: los pintores de las cuevas de Altamira, los antiguos dibujantes chinos, los músicos, los escultores y los arquitectos griegos, los artesanosmedievales, los grabadores del Renacimiento, los pintores del Barroco, los vanguardistas del siglo XX, los creadores de instalaciones actuales, Los Buhoneros de Petare, los dibujantes de cómics o historietas y los pintores contemporáneos, entre muchos otros.

En el artista casi siempre se supone una disposición especialmente sensible frente al mundo que lo rodea, lo que lo lleva a producir obras de arte. El artista es un individuo que ha desarrollado tanto su creatividad como la capacidad de comunicar lo sentido, mediante el buen uso del talento como de la técnica (la palabra artederiva del griego τέχνη (téchne)).

El espectador es quien aprecia una obra o asiste a un espectáculo. Por definición es el sujeto que el autor de una obra construye para que la aprecie. El papel del espectador está predefinido según la voluntad del autor, sin embargo el sujeto que en la realidad percibe la obra puede no ajustarse a lo que el autor de la obra esperaba.

En el teatro en particular, el espectador reviste una importancia fundamental no solo como destinatario de la representación sino también por la comunicación privilegiada que se establece entre él y el actor en escena.

En un espectáculo en vivo, la condición óptima para el éxito del mismo es la empatía entre el que actúa y el que mira, haciendo que la persona del público participe en la narración.

Según Peter Brook, el espectador es una de las tres cuerdas que el actor debe siempre mantener equilibradas. Inclinarse a favor del espectador

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