Hombres con o sin autoconciencia: Una decisión o una imposición

Hombres con o sin autoconciencia: Una decisión o una imposición

Introducción.

En este breve ensayo, se intentarán exponer varios aspectos de las redes sociales, entorno a los conceptos de enajenación (o alienación) que causan o tienen por efecto los medios de comunicación, en especial, como ya mencionaba, las redes sociales en general, llámese Facebook, Twitter, YouTube, etc., y trataré de demostrar o relacionarlos con la ideología que se trata de imponer para que dichos autores ideológicos, obtengan un fin con estas acciones e imposiciones. Como comentaba, trataré de ser lo más crítico posible para anexar estos ejemplos, que en el desarrollo del ensayo daré, con las ideas antes mencionadas de Karl Marx (1818-1883) en sus escritos “La Ideología Alemana” y en “Crítica de la economía política”.

Comenzaremos explicando de un modo muy superficial, las concepciones que tenía Marx sobre los conceptos de ideología y alienación, para poder comprender la problemática actual y sus predicciones tan acertadas hoy en día.

Será una breve recopilación de hipótesis, situación, ejemplo de la situación para saber si se ajustan al pensamiento marxista. Así es que, abarcaré desde perspectivas económicas (como ya es de esperarse) relacionadas con perspectivas emocionales (ya que, las redes sociales son un tema muy contemporáneo) sobre la alienación ideológica, de trabajo y consumismo, así como la utilización de estereotipos en ideologías, esto, recordando un poco el “sentimiento de desgarre, infelicidad” que los monopolios dominantes crean para tener un impacto y alcanzar un fin, así como perspectivas políticas, que en este caso sería la función y uso de las redes sociales en manos de los Gobiernos (los nacionales e internacionales) para poder pasar a analizar las estrategias ideológicas que toman los Gobiernos con sus gobernados para poder imponerlas y hacer que tengan un impacto. Veremos si esto causa, de alguna manera, una distorsión en la forma de ver el mundo, de actuar, quizá, en pro de ideas y pensamientos, organizaciones que no nos favorecen en nada, es decir, nos alienamos a eso.

Cabe decir, que sólo mencionaré como detonante de la enajenación emocional y económica, a las redes sociales, ya que sólo tienen la intención de un fin propio, éstas redes son el medio para llegar y conectar con más personas un sistema de creencias de los grupos dominantes, así que, en este sentido, las redes quedan exentas de imposiciones ajenas, pero no de imposiciones propias, ya que repito, solamente es un medio conexión global para unos, aunque para ellas mismas, son tanto monopolios económicos, como monopolios de comunicación. Eso es un tema que trataremos en el desarrollo de este trabajo y dejaremos a la crítica personal, ya que existen varias teorías, que algunas pueden comprobarse, y otras que simplemente se quedan en el marco teórico, puesto que son temas extremadamente contemporáneos.

Dicho esto, también vamos a analizar la distorsión o evolución que se está dando en torno al concepto de “clase dominante” en la actualidad, debido al acceso a las redes sociales, el poder para recurrir a millones de personas para extender tú ideología y/o simpatizar como otras, esto lo ejemplificaremos con los diversos movimientos sociales que, ciertamente no los provocaron las redes sociales, pero fueron un medio de gestación para éstos, de cuando sujetos o grupos “no dominantes” para Marx, debido a que no son dueños de los medios de producción ni de comunicación, pero sí tienen el libre acceso a estos medios masivos que son las redes sociales, han podido mover masas de acuerdo a su ideología para alcanzar un fin.

Al final del ensayo, haré una pequeña reflexión acerca de lo mencionado anteriormente e intentaré dar a conocer mi opinión personal y la importante labor de Marx para comprender la configuración ideológica actual, hacer una reflexión sobre las poderosas herramientas que son las redes sociales ya sea para enajenar o ayudar a tomar consciencia del impacto que tienen las ideas en la sociedad.

Desarrollo.

Empezaremos por repasar los conceptos y el contexto ideológico en el que Marx concibió estos importantes puntos para base de su filosofía.

Karl Marx, desarrolló su filosofía mediante varias influencias, entre ellas, las más importantes: las del idealista alemán Wilhelm Hegel y el padre del ateísmo, Ludwig Feuerbach, de quienes tomó algunas partes de lo que compondría su filosofía, que, entre estos, uno muy importante sería el término de “alienación”. Prácticamente, de parte de Hegel, Marx tomó la alienación en el sentido de que se suscita un sentimiento de desdicha e infelicidad, pero la diferencia es que mientras para Hegel era un tema idealista y metafísico, Marx lo llevó a un plano material y físico, lo relacionó con la explotación del obrero, que ya no es dueño ni de sí mismo, ni de lo que produce. Entonces en esta cuestión, Hegel entiende la “alienación” como aquella contradicción positiva, ya que esta generará la tensión de evolución (la llamada “Dialéctica”) para superarla y así, el espíritu absoluto, a través del hombre pudiera conocerse a sí mismo. He aquí la diferencia con Marx, porque, mientras para Hegel es algo positivo y necesario, para Marx “es una expresión muy acertada de la deficiencia humana” (1), es decir, es algo negativo que hace al hombre dependiente (en este caso, dentro del sistema en el que está) y lo hace infeliz, le quita su esencia, y su dominio en sí mismo, en las cosas que hace. Esto nos lleva a la segunda influencia para su segundo concepto: “la ideología”, pues se basa en las ideas de Feuerbach, quien, como repaso, decía que Dios era una invención del hombre para comprender las cosas fuera de su alcance, por lo tanto, seguía reglas o ideas de un ser inexistente, es decir, mostraban el mundo falsamente, lo cual, inmediatamente nos recuerda o deja visible la influencia que tuvo para Marx en su término de ideología, ya que, para Marx, ideología es un sistema de representaciones del mundo, pero falsamente (véase aquí la relación con el pensamiento ateísta de Feuerbach), esas deformaciones se deben a un interés por parte de los grupos dominantes para legitimar su poder y posición o como dice Marx:

“Las ideas de la clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas dominantes” (Karl Marx, Friedrich Engels, La ideología alemana, 1845/1846, cap. I, p. 30).

Nos dice que la ideología se puede identificar de una manera más amplia, podemos entenderla con cultura, como nos lo menciona en la “Crítica de la economía política”, la ideología abarca el derecho, la política, la misma ciencia, el arte y hasta la religión (ya que dice que la religión no es más que otro alienante, debido a que es una manera de conformismo con la otra vida, es decir, les dicen a las personas desdichadas que en la otra vida serán mucho más felices si viven en paz y no protestan la elección de Dios), y si, porque como lo señala Marx, la ideología es un “constructo social de cada época” que impone la clase dominante para afirmar su poder sobre las clases bajas.

Marx, entiende como “dominantes” a aquellos que poseen los medios de producción y por ende los medios de espiritualización (o en estos casos, de acceso al conocimiento) que eran (y siguen siendo) los medios de comunicación convencionales, pero éstos se han ido desplazando con la aparición de las redes sociales, porque mientras que los medios de comunicación masiva, como lo son la TV y la radio, por dar un ejemplo, han tomado un papel importante en el control por parte del Estado, han dejado a la vista (por lo menos en estos tiempos modernos) las intenciones de los grupos totalitarios dominantes, por lo que ya han perdido fuerza de credibilidad en sus plataformas, como bien dice Luis Gerardo Salas: “Televisión y radio convencionales son una réplica, por lo general, mal lograda de las intenciones y percepciones de las redes, perdiendo, con ello, sustancia y solidez” (1)(La agonía de los medios convencionales, Forbes, 2017). Por lo que los grupos dominantes se han visto como una opción más viable el difundir sus ideologías en estos medios masivos y muchos más efectivos que son las redes sociales, debido a que, como éstos, son plataformas en las que cualquiera tiene acceso, es más difícil el pensar que lo que vemos dentro de éstas está siendo manipulado para el alcance de un fin.

Mucha razón tenía Marx, puesto que los grupos modernos dominantes, es decir, los que tienen el poder, ya sea político o económico siguen imponiendo ideologías a las clases inferiores, los no dueños de medios de producción, o los gobernados. Sí, me estoy refiriendo a los Gobiernos de diferentes países del mundo y los grandes monopolios capitalistas. Éstos imponen sus ideologías para mantener ese estatus, de manera que alienan a la sociedad, hacen perder el sentido crítico creando contenidos como “drogas que adormecen” a la sociedad en un mundo irreal, haciéndolos incompetentes para conocer y ver la verdadera realidad. Las redes sociales, en este caso, no son las responsables de imponer ideologías (de una manera directa), pero son cómplices y al mismo tiempo, desde una perspectiva de patrocinio, víctimas de los grupos dominantes modernos, debido a que son plataformas en las que según, uno de los cofundadores de una de las más influyentes y con usuarios de casi un cuarto del planeta, Mark Zuckerberg, cofundador de Facebook ha dicho: “Facebook no censura ni favorece historias en sus tendencias”, esto quiere decir, que cualquiera puede ser partícipe en ese espacio digital, para conectarse con el mundo y compartir sus ideas. Pero tanto la tesis de que, en

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