Humanismo

Humanismo

El humanismo, también conocido como una filosofía griega antigua y un movimiento filosófico del siglo XIX, es una perspectiva ética basada en la creencia de que el hombre es el factor más importante del universo. El humanismo rechaza las doctrinas sobrenaturales y religiosas, busca abolir toda forma de discriminación y enfatiza en sus ideas la empatía, la fraternidad y la razón. En general, el término humanismo abarca un amplio espectro de pensamiento y actitud. El humanismo es una filosofía que surgió de las ideas de intelectuales del siglo XIX como Friedrich Nietzsche y Thomas H. Huxley. El humanismo promueve un comportamiento ético basado en el entendimiento de que la humanidad es responsable de la evolución de sus propias capacidades. Busca crear una filosofía basada en las capacidades humanas en lugar de las fuerzas sobrenaturales. Esencialmente, el humanismo rechaza el dogmatismo religioso y la superstición mientras aboga por una vida guiada por la razón y la compasión.

El humanismo es una filosofía ética basada en la creencia de que los seres humanos son capaces de crear valores y códigos morales. Rechaza las ideas sobrenaturales o creacionistas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, que afirman que los humanos son creados por Dios y están sujetos a Su voluntad. En cambio, el humanismo promueve una comprensión de las capacidades humanas a través de la iluminación y el estudio científicos. El humanismo fomenta el comportamiento ético basado en nuestras capacidades evolucionadas como animales sociales; busca promover una actitud positiva hacia nuestras predisposiciones naturales, así como hacia nuestras creencias religiosas.

Las ideas centrales detrás del desarrollo del humanismo todavía son comúnmente sostenidas por muchos filósofos contemporáneos. Estos incluyen los conceptos de dignidad humana, individualismo, autorrealización, autorresponsabilidad y capacidad creativa. El concepto de humanismo deriva de humanista, que es un adjetivo derivado de humano y es en sí mismo una referencia al Hombre. A lo largo de la historia, muchos han buscado definir qué significa ser humano; sin embargo, la respuesta es tan variable como la humanidad misma.

Por lo tanto, mientras definía el 'humanismo', George Holyoose en 1530 intentó ofrecer una definición que abarcara los puntos de vista filosóficos tradicionales y modernos de la humanidad. Afirmó que 'humanismo' debería significar: 'una doctrina que promueve los intereses de la humanidad basada en la creencia en la capacidad del hombre de diseñar y ejecutar planes. En otras palabras, 'humanismo' debería significar una filosofía basada en la creencia de que nosotros, como seres humanos, poseemos un potencial ilimitado.

Nietzsche describió el 'humanismo' como 'un sol de mediodía que revela al hombre en su forma más espléndida'. Creía que, en contraste con el poder de Dios, los poderes del hombre son limitados; sin embargo, creía que la voluntad del hombre es lo suficientemente fuerte como para vencer estos poderes a través de una lucha constante. Sin embargo, Nietzsche rechazó cualquier código moral basado en la voluntad del hombre, como el socialismo o el comunismo, porque pensó que subvierten la voluntad del hombre en debilidad y enfermedad. En cambio, abogó por un código de ética basado en la capacidad del hombre para construirse a sí mismo, independientemente de lo que esto pueda implicar. Esta idea es parte integral del concepto de Nietzsche de amor fati (amor platónico del destino o la muerte), que es similar en concepto al mettā budista (asumir activamente el sufrimiento de los demás).

Según su nombre, el humanismo adopta una actitud hacia la religión que se puede caracterizar como no creencia o agnosticismo. En este sentido, a diferencia de los secularistas que adoptan actitudes negativas hacia la religión, los humanistas mantienen una actitud positiva hacia la religión ya que la reconocen como una fuerza poderosa en la creación de códigos morales. Sin embargo, a diferencia de algunos seguidores de las tradiciones religiosas que profesan el respeto por todas las religiones por igual, la mayoría de los humanistas ven la religión desde una perspectiva individualista en lugar de colectivista. Por ejemplo, mientras que la mayoría de los cristianos defienden el amor por todas las personas, independientemente de sus acciones hacia ellas, como lo demuestra la declaración de Jesús 'No juzguéis para que no seáis juzgados', también declaró 'rendid al César...' Según Nietzsche, César se refiere a Dios: colocando así la lealtad personal de uno con su divino señor por encima de la lealtad de uno con César (que incluye el pago de impuestos) si uno se siente endeudado con Dios por su sentido de la moralidad y su capacidad para superar instintos básicos como la codicia o el odio.

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