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Investigación Científica Y No Científica


Enviado por   •  8 de Julio de 2013  •  4.465 Palabras (18 Páginas)  •  506 Visitas

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Para abordar el problema de la explicación, la primera cuestión a la que deberíamos intentar responder es qué es lo que se entiende por explicación. Claramente la preocupación se centra en un significado del término relacionado con la ciencia, es decir como explicación científica. No se alude aquí a otros significados de explicar como dar reglas de acción (por ejemplo, explicar cómo se confecciona un informe), dar el significado de una palabra (por ejemplo, explicar que significa informar), u otros del mismo tenor.

La diferencia entre explicación y descripción

Es un lugar común decir que el objeto de la ciencia no es sólo describir regularidades en la observación de las cosas que nos rodean — lo que es a menudo llamado observables o fenómenos empíricos — sino que también lo es explicar esos fenómenos. Por ejemplo, hay un fenómeno de “viraje hacia el rojo” en el espectro de las estrellas y galaxias distantes. Los principios físicos que están detrás de es “viraje al rojo” se explican, a menudo, por analogía con el efecto Doppler, que corresponde al sonido: Cuando un objeto que emite ondas sonoras se aleja de nosotros percibimos un sonido como correspondiendo a ondas de longitudes de onda mayores. (También hay una derivación de la teoría general de la relatividad que vincula el “viraje hacia el rojo” con la gravitación). En 1917 el astrónomo holandés Willem de Sitter predijo que debería haber una relación entre la distancia de las galaxias lejanas y el viraje al rojo” aunque su predicción no fue unánimemente aceptada hasta 1929 en que el astrónomo estadounidense Ewin Powell Hubble constató que las galaxias lejanas se están alejando de nuestro sistema solar. Otro ejemplo: hay una reversión periódica en la trayectoria aparente de Marte. Esto puede ser predichode manera puramente matemática, basándose en observaciones pasadas, pero las predicciones no explican por qué la reversión ocurre. Lo que se necesita es una teoría del sistema solar que detalle cómo el movimiento real de los planetas produce el movimiento aparente que nosotros observamos.

Otro ejemplo fue expresado por Carl Gustav Hempel, cuando introducimos un termómetro en un líquido caliente el aumento del nivel del mercurio en su interior es precedido por una baja inicial de ese nivel.

. Tres maneras de abordar el concepto de explicación

Un filósofo de la ciencia se pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre describir un fenómeno y explicarlo? Además, ¿que es lo que hace que algo sea una explicación adecuada? Se han propuesto tres respuestas básicas a esta cuestión

1) Opinión inferencial (Hempel). Una explicación es un tipo de argumento en el que las premisas contienen enunciados que expresan leyes de la naturaleza y la conclusión contiene el fenómeno a ser explicado. En las premisas pueden encontrarse enunciados que describan condiciones antecedentes.

2) Opinión Causal (Salmon, Lewis). Una explicación es una descripción de las diversas causas del fenómeno: explicar es dar información sobre la historia causal que lleva al fenómeno.

3) Opinión pragmática (van Fraseen). Una explicación es un cuerpo de información que implica que el fenómeno es más probable que sus alternativas, donde la información es de la clase considerada “relevante” en ese contexto, y las clases de alternativas al fenómeno están fijadas por ese contexto.

Pueden reconocerse dos posturas respecto de la explicación científica. Una postura, ya superada, ha sido sostenida por Pierre Duhem, en el sentido que las teorías científicas “representan” pero no “explican” leyes experimentales; para él, la función representativa posee valor científico. También Karl Pearson (1900) anticipaba en el prefacio de la segunda edición de su libro The grammar of science, que hoy nos parecería una trivialidad la afirmación que toda la ciencia es descripción y no explicación, aceptando los términos explicar y explicación científica sólo si son utilizados en el sentido de la forma descriptiva cómo y no en la determinativa por qué, con relación a la ocurrencia de los fenómenos.

La concepción actual, más generalizada, es que las teorías explican los fenómenos describiendo la realidad subyacente a ellos y prediciendo nuevos fenómenos. Klimovsky (1995) aporta a la distinción explicación – predicción, diciendo que una predicción se refiere a consecuencias observacionales que son esperables que ocurran y no constituye una corroboración del enunciado dado para ello, ni da razones para la verificación.

En la explicación, el hecho ya ha ocurrido y a través de la explicación científica se intenta dar las razones por las que ese hecho, descripto por un enunciado verdadero, se ha producido así y no de otra manera. La predicción y la explicación no se diferenciarían por la estructura lógica sino porque en el primer caso no sabemos que el enunciado es válido y al hacer la predicción, si ésta se cumple, se incrementa el conocimiento fundado en datos y leyes.

Una explicación científica es una explicación de un fenómeno a partir de una teoría científica. Una explicación satisfactoria de un fenómeno debe poder dar cuenta de por qué ese fenómeno, y no otro, era de esperarse. Según esta perspectiva, una explicación científica de un fenómeno F es una respuesta a la pregunta «¿por qué sucedió F?», aunque algunos autores sostienen que una explicación es una respuesta a la pregunta «¿cómo sucedió F?».

En general se piensa que las explicaciones científicas están muy ligadas a las predicciones científicas. Mientras las explicaciones son acerca de fenómenos que ya ocurrieron, las predicciones son acerca de fenómenos que todavía no ocurrieron.

Existen varias propuestas sobre cómo debe entenderse a la explicación científica. Algunas de ellas son: la explicación como argumento; la explicación causal; la explicación teleológica; la explicación inductivo-estadística.

Los intentos de precisar qué es una explicación pueden rastrearse hasta Parménides y quizá antes. Parménides sostenía que «dado que las verdades nunca implican falsedades, y dado que la sustancia es una y verdadera, en tanto que las apariencias son muchas y confusas, la explicación de las apariencias por la sustancia es imposible»

El enfoque filosófico es puramente conceptual. Hempel y Oppeneim, por ejemplo, solo tratan los aspectos lógicos de las estructuras explicativas de la ciencia. Otros autores incorporan el aspecto óntico (Salmon, Machamer, etc.) u ontológico (Bunge) de la explicación, pero siempre su cometido es dilucidar el concepto de explicación científica en términos de un modelo o teoría que capture las características centrales de eso que los científicos llaman explicación. También debe quedar claro que este intento no siempre es meramente descriptivo. En algunos casos, los análisis que ofrecen estos autores son también normativos: no solo dicen como son las mejores explicaciones de la ciencia, sino también comodebe ser una buena explicación científica.

El modelo epistémico

El enfoque epistémico se basa en una idea que se remonta por lo menos a Aristóteles,9 según la cual las explicaciones son argumentos. Ejemplos de la aplicación de este enfoque son los tres submodelos incluidos en el modelo de cobertura legal estudiado principalmente por Hempel, así como la explicación por unificación, propuesta por el estadounidense Michael Friedman, pero cuyo principal propulsor ha sido el británico Philip Kitcher.

El modelo óntico

El enfoque óntico (tal lo ha llamado W. Salmon) se funda en la idea de que una explicación consiste mostrar cómo el hecho que se desea explicar se ajusta a la estructura causal del mundo. Tal es la base del modelo de explicación causal propuesto por el filósofo norteamericano Wesley C. Salmon. También dentro de este enfoque se encuentran los modelos de explicación científica que invocan mecanismos (causales o no, junto con leyes o con prescindencia de ellas). Entre ellos, los más prominentes son la explicación «mecanísmica» defendida por el argentino Mario Bunge y las diferentes explicaciones mecanicistas descritas por los estadounidensesWilliam Bechtel, Stuart Glennan, Peter Machamer y colaboradores.

El modelo pragmático

El enfoque pragmático de la explicación, en versiones de Peter Achinstein o Bas Van Fraassen, se desarrolla a partir de la idea de que las explicaciones responden a preguntas cuyo sentido está condicionado por el contexto pragmático en el que se formula la pregunta.

El MODELO POR COBERTURA LEGAL

El modelo de cobertura legal, también conocido como modelo de Hempel, modelo de Popper-Hempel, teoría de la subsunción o modelo de cobertura legal inferencial, es un intento de capturar los rasgos característicos de las explicación científica. El modelo de cobertura legal es muy cercano a la idea pre-teórica que muchas personas no expertas pueden tener sobre la explicación científica.

El enfoque deductivo de la explicación se remonta al menos hasta Aristóteles, quien enunció claramente la tesis de que las explicaciones son argumentos deductivos

Sin embargo, la primera formulación precisa del modelo de cobertura legal apareció en un artículo de 1948 titulado Studies in the logic of explanation y escrito por Carl Hempel y Paul Oppenheim,6 si bien Karl Popper ya lo había esbozado en su obra de 1934 La lógica de la investigación científica. Hempel y Oppenheim sostuvieron que una explicación científica es un argumento en el cual las premisas (leyes y datos) explican un hecho (o una regularidad) descrito por la conclusión de ese argumento. La importancia del trabajo de Hempel y Oppenheim consiste en el intento de clarificar cómo es que las explicaciones proveen comprensión y cuáles son los requisitos necesarios y suficientes para una explicación apropiada, se funda en un aparato técnico mucho más sofisticado que el utilizado por sus antecesores. En aquel artículo inaugural, Hempel y Oppenheim ofecieron una de las variedades del modelo de cobertura legal: elmodelo nomológico-deductivo de explicación, que se distingue porque en éste la forma del argumento es deductiva. El ahora célebre artículo de Hempel y Oppenheim, junto con sus numerosas secuelas debidas principalmente a Hempel, suscitó una cascada de críticas y tentativas de enmienda que se transformó rápidamente en la columna vertebral del debate sobre la explicación científica en el siglo XX y en la base de la noción de explicación científica propia del empirismo lógico en filosofía de la ciencias.

Pese a las preocupaciones de Parménides, pero siguiendo otra antiquísima tradición, Hempel y Oppenheim (1948) interpretan que las explicaciones son argumentos deductivos, en los cuales las premisas explican un hecho (o una regularidad) descrito por la conclusión del argumento. En otras palabras, según el modelo de cobertura legal, explicar un hecho (o una regularidad) es incluir ("subsumir") su descripción en una generalización. La importancia de Hempel y Oppenheim (1948) consiste en que su intento de clarificar cómo es que las explicaciones proveen comprensión, así como cuáles son los requisitos necesarios y suficientes para una explicación apropiada, se funda en un aparato técnico mucho más sofisticado que el utilizado por sus antecesores.

Según H&O, en virtud de su estructura argumental, una explicación científica se caracterizaría por la propiedad de "previsibilidad nómica" (nomic expectability, en inglés): dado el explanans (o sea, las premisas del argumento), el explanandum (la conclusión) resulta esperable o previsible. Si se trata de un argumento deductivo, esa previsibilidad es una certeza absoluta (más tarde Hempel propondrá el modelo estadístico inductivo en el que la previsibilidad consiste en una "elevada probabilidad". Una consecuencia de lo anterior es la tesis de simetría entre la explicación y la predicción. Según el modelo de cobertura legal la explicación y la predicción científicas son estructuralmente idénticas: solo se distinguen porque en la primera el hecho esperable ya ha ocurrido, en tanto que en el segundo caso, el hecho aún está por suceder. .

El modelo ofrecido por Hempel y Oppenheim pronto se transformó en todo un supermodelo: en sucesivas publicaciones Hempel fue profundizando su análisis hasta acabar en tres modelos de explicación, todos ellos aplicables tanto a explicaciones de hechos como a explicaciones de leyes científicas. Lo que estos tres modelos tienen en común es que presentan las explicaciones científicas como argumentos en los que el enunciado que describe aquello que se desea explicar resulta de un razonamiento cuyas premisas están compuestas por leyes y datos. Más precisamente, en estos argumentos el conjunto de las premisas constituye el explanans, vale decir lo que explica, y este explanans debe incluir al menos una “ley de la naturaleza” de modo esencial, o sea esa ley debe resultar necesaria para la obtención de la conclusión. Ésta, llamada explanandum, es un enunciado que describe el hecho (o la ley, según el caso) que se desea explicar.9 10

PREMISAS LEYES: LEY 1, LEY 2, LEY 3,... (Describen regularidades del comportamiento de la naturaleza)

PREMISAS DATOS: DATO 1, DATO 2, DATO 3... (Describen las condiciones de contorno del hecho)

CONCLUSIÓN: DATO QUE DESCRIBE EL HECHO A EXPLICAR

Un ejemplo muy sencillo puede ser la observación de que un objeto se cae cuando lo dejamos de sostener. ¿Por qué se cae? Una explicación según el modelo N-D sería algo así:

• Los objetos que tienen masa se atraen entre sí con una fuerza directamente proporcional a sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa.

• El objeto que yo tenía en mi mano y la Tierra tienen masa.

• Mientras lo sostenía, la fuerza de mi mano contrarrestaba la que se producía entre la Tierra y el objeto.

• Cuando lo solté, la fuerza de mi mano desapareció y entonces la atracción de la Tierra produjo su caída.

Este modelo toma claramente una perspectiva positivista para dar cuenta de la explicación científica. Debido a su simplificación y a que no toma en cuenta ni la causalidad ni el modelo científico y al rechazo generalizado del positivismo lógico, no se considera actualmente una forma aceptable de modelo explicativo.

Como dijimos, hay tres variedades de explicaciones C-L, a saber: (a) nomológico-deductivas (N-D), (b) estadístico-deductivas (E-D) y (c) estadístico-inductivas (E-I). La estructura de los modelos N-D y E-D es, desde luego, deductiva, pero se distinguen entre sí porque en el primero de ellos las leyes del explanandum son universales, en tanto que en el segundo esas leyes son estadísticas. Aparte de lo dicho, ambos modelos son casi idénticos, por lo que no merecen aquí análisis diferentes. El caso es distinto en lo referente a las explicaciones E-I, que presentan leyes estadísticas en el explanans y se caracterizan porque su estructura argumental es inductiva. Como consecuencia de su estructura lógica deductiva, las conclusiones de las explicaciones N-D y E-D se obtienen con certeza (lógica, no científica), en tanto que las propias de las explicaciones E-I se obtienen con cierta probabilidad, que Hempel requiere sea “elevada”.

En los tres submodelos C-L se deben cumplir los siguientes requisitos:10 11

A) Adecuación lógica

a) El explanandum debe ser una consecuencia lógica del explanans. Ésta es la

manera de satisfacer el requisito de pertinencia explicativa del explanans respecto

del explanandum.

b) El explanans debe contener leyes generales (universales o probabilísticas según el

caso) que resulten necesarias para la derivación del explanandum.

c) El explanans debe poseer contenido empírico, es decir, debe ser posible someterlo a

prueba empírica.

B) Adecuación empírica

a) Los enunciados del explanans deben ser verdaderos o, al menos, buenas

aproximaciones a la verdad.

Es importante mencionar que las explicaciones C-L identifican la relación explicativa con la relación de “previsibilidad nómica” (nomic expectability) y que en particular “[l]as explicaciones nomológico-deductivas satisfacen el requisito de pertinencia explicativa en el sentido más fuerte posible: la información explicativa que proveen implica deductivamente el enunciado del explanandum y, de tal modo, ofrece un fundamento lógicamente concluyente de porqué había que esperar la ocurrencia el fenómeno del explanandum”.12 En otras palabras, explicar es mostrar que un hecho es previsible (con certeza en el N-D y con elevada probabilidad en el EI) en virtud de la fuerza nomológica de una ley de la naturaleza (una proposición que describe una regularidad universal). Un caso particular de explicación C-L es el que Hempel13 llama esbozo de explicación y que describiremos más adelante como respuesta a una de las críticas que el supermodelo ha recibido. Más precisamente, en el contraejemplo A, en que se propone que la explicación se realiza en términos de causa y efecto, pero sin aludir a ley alguna y, por ende, sin constituir un argumento.

VARIANTE DEL MODELO NOMOLOGICO DEDUCTIVO

El modelo nomológico deductivo de la explicación científica, o explicación por leyes, propuesto por Hempel y al cual adhieren también los popperianos, admite una variante, que es la explicación potencial, en la que las premisas-datos son reemplazadas por supuestos: se supone que el hecho ha ocurrido de determinada manera y se deduce como consecuencia, conocimiento ya aceptado (este tipo de explicación es común en estudios cosmológicos).

Para Hempel (1965), la explicación parte de una declaración de un fenómeno a ser explicado y encuentra un conjunto de leyes y enunciados sobre condiciones antecedentes que implican una declaración. Hempel defiende que la forma arquetípica de la explicación se da cuando las premisas implican y explican la conclusión, lo que no ocurre por ejemplo, con las formas de explicación estadística que no suponen implicación. Él sostiene que los enunciados reciben apoyo sólo de las consecuencias que ellos mismos implican.

Explicación Nomológico Deductiva de hechos Particulares (NDP)

EXP es la relación de inferencia deductiva: Exm se deduce de Exs

Exm es un hecho particular, p.e. “El cohete ha cambiado su trayectoria de tal modo específico”

Exs incluye al menos otro hecho particular, p.e. “A tal distancia del cohete ha pasado un asteroide de tal masa”. Pero no basta con ello:

P1 A tal distancia del cohete ha pasado un asteroide de tal masa

______________________________________________________ arg. ded. inválido

C El cohete ha cambiado su trayectoria de tal modo específico

P1 A tal distancia del cohete ha pasado un asteroide de tal masa

P2 La presencia de un cuerpo de masa m a tal distancia de otro de masa m‟ altera la trayectoria del segundo de tal y cual modo

______________________________________________________ arg. ded. válido

C El cohete ha cambiado su trayectoria de tal modo específico

¿Por qué ocurrió Pa? Porque Qa (y ...).

De Qa sólo no se deduce Pa, hace falta además x(Px Qx)

Por tanto: Exs debe incluir al menos un hecho general.

Además: ese hecho general ha de ser una ley natural, no puede ser una mera regularidad accidental.

¿Por qué esta moneda es dorada?

- Porque estaba en mi bolsillo hace 1 minuto y todas las monedas de mi bolsillo hace 1 m. eran doradas

- Porque es de cobre y todas las monedas de cobre son doradas

NDP c1, ..., cn

L1, ..., Lj

_______ arg. deductivo válido

e

Explicación Nomológico Inductiva de hechos Particulares (NIP)

Exm es un hecho particular, p.e. “Pedro tiene cáncer de pulmón”

EXPes la relación de inferencia inductiva: Exm se infiere inductivamente de Exs

Exs ha de incluir al menos un hecho particular, p.e. “Pedro ha fumado durante 50 años 80 cigarrillos diarios”. Pero no basta con ello:

P1 Pedro ha fumado durante 50 años 80 cigarrillos diarios

----------------------------------------------------------------- arg. inductivo inválido

C Pedro tiene cáncer de pulmón

P1 Pedro ha fumado durante 50 años 80 cigarrillos diarios

P2 La probabilidad de tener cáncer de pulmón al fumar 80

cigarrillos diarios durante 50 años es casi 1

----------------------------------------------------------------- arg. inductivo válido

C Pedro tiene cáncer de pulmón

Por tanto: Exs debe incluir al menos un hecho general.

Además: ese hecho general ha de ser una ley natural, no puede ser una mera regularidad accidental.

NIP c1, ..., cn

L1, ..., Lj

---------- arg. inductivo válido

E

Explicación Nomológica Deductiva de hechos Generales (NDG)

Las leyes de Newton explican las leyes de Kepler

Las leyes de la Mecánica Relativista explican (con idealizaciones) las de la Mecánica Clásica

Las leyes de la Genética Molecular explican las leyes de Mendel

Exm es un hecho general nómico, una ley, p.e. las leyes de Kepler, o las de MC, o las de Mendel

EXPes la relación de inferencia deductiva: Exm se deduce de Exs

Exs es un hecho general nómico, una ley, p.e. las leyes de Newton, o las de MR, o las de GM

NDG L1, ..., Lj

_______ arg. deductivo válido

E

NDG corresponde típicamente al caso de reducción de unas leyes/teorías a otras

Complicación: a veces la reducción/explicación no es exacta sino aproximada o idealizada

Entre las L del Exs algunas son enunciados generales que “conectan” unos conceptos con otros (principios puente). Estos son

“necesarios” pero no nómicamente sino “conceptualmente”

Las teorías explicativas y los modelos representacionales

Aunque según su etimología la palabra “ciencia” significa lo mismo que la palabra “conocimiento”, actualmente se utiliza la palabra ciencia para referirse sólo al conocimiento sistematizado, validado y aceptado por la comunidad científica. El conocimiento científico es una construcción humana que tiene por objetivo comprender, explicar y también actuar sobre la realidad. No puede ser dado como absoluto y está sujeto a re-construcciones. El conocimiento científico está constituido por conceptos, juicios y raciocinios, en el que las ideas son punto de partida y punto final del trabajo científico, aunque la percepción y la representación mental forman parte de las operaciones que el científico realiza para construir esas ideas. Se exige además, que esas ideas puedan combinarse de manera lógica y se estructuren en conjuntos ordenados de proposiciones, las teorías (Bunge, 1988).

La coexistencia de teorías rivales es la regla en el desarrollo de la ciencia, de modo que adoptando la posición de Laudan, la adopción de teorías, y por extensión de modelos, es primordialmente una actividad comparativa. Desde esta perspectiva, deben establecerse criterios de comparación y elección.

La preocupación central debería ser distinguir las teorías con un alcance amplio y demostrable en la resolución de problemas, de las teorías que no tienen esa propiedad sin considerar si las teorías e n cuestión caen dentro del ámbito de la física, la teoría literaria, la filosofía o el sentido común. (Laudan, 1986, p.22)

Aún cuando Laudan destaca que el tema es complejo, y que cuestiones como qué hace que un problema sea más importante que otro, o los criterios para considerar algo como una solución adecuada, y la relación entre los problemas no científicos y los científicos no han sido afrontadas con el detalle que requieren, asumiendo una posición aún más pragmática, decimos que la importancia al problema la otorga quien debe resolverlo y que la mayor o menor adecuación de la solución depende de sus necesidades. Este razonamiento no está limitado al ámbito científico; en el aula de ciencias y en la actividad profesional, el estudiante y el ingeniero deben resolver problemas – de lápiz y papel, experimentales, prácticos y conceptuales – con las teorías y modelos más adecuados a cada uno de esos contextos.

El trabajo científico comienza confrontando la experiencia espontánea con ciertas otras realidades, cuya relación de analogía hace posible obtener una primera visualización de la estructura posible, la cual hubiera sido, de no mediar ese modelo, invisible. El proceso de descripción científica constituye, entonces, una primera reelaboración de la experiencia espontánea, en la medida en que traduce los hechos a “hechos” que se recortan a la luz de estos modelos

Estas expresiones de Juan Samaja (1993), sintetizan el rol representacional de los modelos. Las teorías científicas son conjuntos de enunciados que tienen fines explicativos y la aplicación de las teorías para explicar hechos requiere de la construcción de modelos. El modelo es la estructura supuesta, mientras que la teoría es el conjunto articulado de enunciados que describe la estructura. Particularmente en física, García (1979) remarca que cuando utilizamos los términos “representación” o “imagen” para describir las características de un modelo, lo hacemos con el significado común que estas palabras tienen, y podemos así hablar de “modelos visuales explicativos” de los fenómenos físicos. Tanto los modelos visuales como aquellos de los que no podemos construirnos una imagen (como los utilizados en la física cuántica), jamás son explicativos y su rol es el de ser un instrumento que ayuda a descubrir las relaciones que más tarde tendrán su lugar en una formulación precisa de la teoría. García subraya que un modelo físico es un sistema de relaciones con, además, una interpretación precisa de los términos que intervienen, y dado que el problema consiste en comparar una afirmación dada con un hecho, parece claro hablar de un modelo más adecuado o un modelo menos adecuado de la situación o hecho de la realidad, en contraposición a la postura positivista de considerar una teoría verdadera o falsa.

Consideremos el caso de los modelos conceptuales. La interpretación de las observaciones y resultados de fenómenos físicos es realizada a través de un proceso que incluye: la construcción teórica de ciertas entidades como sistemas objeto de estudio (por ejemplo luz, partícula, onda, fotón...), la descripción de esas entidades empleando conceptos asociados a ciertos atributos (energía, masa, carga eléctrica...), y otros que establecen relaciones entre aquellos conceptos (fuerza, trabajo, potencial...) que dan cuenta de los procesos y estados involucrados. Se construyen de este modo modelos conceptuales (cuerpo rígido, fluido ideal, orbital...) que, integrados en una teoría (teoría newtoniana, teoría cuántica...) sirven para explicar y predecir el comportamiento de los sistemas físicos que son objeto de estudio (Heisenberg, 1976; Gitterman y Harlpen, 1981; Hestenes, 1992).

Como ya fue explicitado, las operaciones de describir, explicar, comprender y representar el mundo físico no tienen igual significado. Halbawchs en La historia de las explicaciones en física sostiene que bajo algunas relaciones y algunos límites, se puede afirmar que la teoría física “representa” la realidad física (aquí el término representación se usa para oponerlo al término descripción, por el cual se designa una pura y simple copia). Un modelo no constituye por sí mismo una explicación de la realidad física. Representar no es describir, ni tampoco es explicar, pero las representaciones pueden ser vistas como medios para comprender y conocer. Un modelo es concebido como una representación posible de una cosa o evento. En general, esa representación es incompleta, aproximada e inexacta, pero es más simple que ella.

Como las analogías, los modelos “mapean” la estructura de diferentes dominios, por lo que frecuentemente modelo y analogía se utilizan como sinónimos (modelo planetario del átomo, por ejemplo). En esta presentación, nos referimos a un modelo cuando pensamos en una representación de un objeto o evento en general, y a modelo analógico cuando el modelo hace referencia a otro objeto o evento equivalente en otro dominio, y con el cual presenta similitud estructural. En estos últimos, las relaciones analógicas forman las bases del modelo. El término analogía está referido a comparaciones de estructuras entre dos dominios, a través de la identificación de similaridades entre ambos. Una relación analógica establece una similitud entre estructuras de dos campos diferentes (por ejemplo, el sistema planetario y el átomo de Bohr), en la que se pueden identificar equivalencias entre elementos (sol - núcleo; órbita planetaria - órbita electrónica). No obstante, “debe verse siempre un modelo [físico] críticamente y recordar que una analogía significa no más que: bajo ciertas condiciones especiales, el sistema físico estudiado se comporta como si” (Miller et al., 1980, p.253). Podemos entonces sintetizar que el trabajo científico consiste en gran parte, en construir modelos que sirvan de representación de los fenómenos estudiados, integrados en teorías con capacidad para resolver problemas.

Bibliografía

Hempel, Carl (2005). La explicación científica. Estudios sobre filosofía de la ciencia. Traducción de M. Frassinetti de Gallo, N. Míguez e I. Ruiz Aused. Barcelona: Paidós

Bunge, Mario (2007). A la caza de la realidad. La controversia sobre el realismo. Barcelona: Gedisa..

Nagel, E.; (1961) La estructura de la ciencia. Editorial Paidós. Barcelona

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