John Rawls

John Rawls

John Rawls (1921-2002) fue un filósofo político estadounidense de tradición liberal.

Su teoría de la justicia como imparcialidad describe una sociedad de ciudadanos libres que tienen los mismos derechos básicos y cooperan dentro de un sistema económico igualitario.

Su teoría del liberalismo político delinea el uso legítimo del poder político en una democracia, y visualiza cómo la unidad cívica podría perdurar a pesar de la diversidad de visiones del mundo que permiten las instituciones libres. Sus escritos sobre la ley de los pueblos establecen una política exterior liberal que apunta a crear un orden internacional permanentemente pacífico y tolerante.

Cuatro roles de la filosofía política:

Rawls considera que la filosofía política cumple cuatro roles en la vida pública de una sociedad:

* El primer rol es práctico: la filosofía política puede descubrir bases para un acuerdo razonado en una sociedad donde las divisiones agudas amenazan con llevar al conflicto.

* Un segundo rol de la filosofía política es ayudar a los ciudadanos a orientarse dentro de su propio mundo social.

* Un tercer rol es investigar los límites de la posibilidad política practicable. La filosofía política debe describir los arreglos políticos viables que puedan obtener apoyo de personas reales. Sin embargo, la filosofía puede ser utópica, imagina cómo podrían ser las leyes.

* Un cuarto rol de la filosofía política es la reconciliación. La filosofía puede mostrar que la vida humana no es simplemente dominación y crueldad, prejuicio, locura y corrupción.

Rawls veía su propio trabajo como una contribución práctica para resolver la tensión en el pensamiento democrático entre la libertad y la igualdad, y para delimitar los límites de la tolerancia cívica e internacional. Ofrece a los miembros de su propia sociedad una forma de entenderse como ciudadanos libres e iguales dentro de una política democrática justa, describe una visión optimista de una democracia constitucional justa y estable que hace su parte dentro de una comunidad internacional pacífica. Ofrece el pensamiento conciliador de que esta diversidad de cosmovisiones resulta de un orden social con mayor libertad para todos.

La secuencia de teorías

En contraste con lo utilitario, para Rawls la filosofía política no se aplica simplemente a la filosofía moral. El utilitarista se atiene a un principio moral universal ("maximizar la utilidad"). Rawls no tiene ningún principio universal. Rawls limita su teorización al dominio político, y dentro de este dominio sostiene que los principios correctos para cada subdominio dependen de sus agentes y restricciones particulares.

Rawls cubre el dominio de lo político abordando sus subdominios en secuencia. El primer subdominio al que se dirige es una sociedad democrática autónoma que se reproduce a sí misma de generación en generación. Una vez que se establecen los principios para una sociedad así, Rawls pasa a un segundo subdominio: una sociedad de naciones, de la cual esta sociedad democrática es miembro. Rawls sugiere que su secuencia de teorías podría extenderse para abarcar otros subdominios. La cobertura universal se habrá logrado una vez que se complete esta secuencia, cada subdominio habrá recibido los principios apropiados.

Teoría ideal y no ideal

Dentro de cada subdominio de la política, Rawls también sigue una secuencia: teoría ideal antes que teoría no ideal.

La teoría ideal hace dos tipos de suposiciones idealizadoras sobre su tema. Primero, la teoría ideal asume que todos los actores generalmente están dispuestos a cumplir con los principios que se elijan. Idealiza así la posibilidad de quebrantar la ley. En segundo lugar, la teoría ideal supone condiciones sociales razonablemente favorables.

Completar primero la teoría ideal, dice Rawls, produce una comprensión sistemática de cómo reformar nuestro mundo no ideal y establece una visión de lo mejor que se puede esperar. Una vez que se completa la teoría ideal para un subdominio político, la teoría no ideal se puede establecer por referencia al ideal.

Equilibrio reflexivo

El objetivo de la filosofía política es llegar a conclusiones justificadas sobre cómo debe proceder la vida política. Para Rawls, cuán justificado está uno en sus convicciones políticas depende de qué tan cerca esté uno de alcanzar un equilibrio reflexivo. En el equilibrio reflexivo, todas las creencias de uno, en todos los niveles de generalidad, se unen perfectamente entre sí.

Así, en equilibrio reflexivo, los juicios políticos específicos respaldan las convicciones políticas más generales y apoyan las creencias más abstractas sobre el mundo político. Si uno alcanzara el equilibrio reflexivo, la justificación de cada creencia se derivaría de todas las creencias relacionadas con estas redes de apoyo mutuo y explicación.

Aunque el equilibrio reflexivo perfecto es inalcanzable, podemos usar el método del equilibrio reflexivo para acercarse a él. Al llevar a cabo este método, uno comienza con los juicios morales considerados: los que se hacen de manera constante y sin vacilación cuando uno está en buenas condiciones para pensar. Uno trata estos juicios considerados como puntos fijos provisionales, y luego comienza el proceso de llevar las propias creencias a relaciones de apoyo mutuo y explicación. Hacer esto inevitablemente pone de manifiesto conflictos. Se procede revisando estas creencias según sea necesario, esforzándonos siempre por aumentar la coherencia del todo.

Debido a su énfasis en la coherencia, el equilibrio reflexivo a menudo se contrasta con el fundacionalismo como una explicación de la creencia justificada. Dentro de los enfoques fundacionalistas, se considera que un subconjunto de creencias es irrevisable, y, por lo tanto, sirve como base sobre la cual deben basarse todas las demás creencias. El equilibrio reflexivo no privilegia ese subconjunto de creencias: cualquier creencia en cualquier nivel de generalidad está sujeta a revisión.

La independencia de la teoría moral y política

Al trabajar hacia un mayor equilibrio reflexivo, cualquier tipo de creencia podría ser relevante para las propias conclusiones sobre cómo deberían organizarse las instituciones políticas. Sin embargo, aunque esto es correcto en principio, Rawls sostiene que, en la práctica, la teorización moral y política productiva será,

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