LOS SOBORNOS EN CADENA EN LA INDUSTRIA FARMACEUTICA”

“LOS SOBORNOS EN CADENA EN LA INDUSTRIA FARMACEUTICA”

Economía de la industria farmacéutica en México

De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), la industria farmacéutica ha generado ventas por 204,445 millones de pesos en México en 2014 siendo esta una de las industrias más grandes y con el mayor número de beneficios económicos del país, debido a las inversiones internacionales que se hacen con una cantidad de 36 mil millones de pesos para investigación y desarrollo de medicamentos. (CANIFARMA, 2015)

Existen cuatro principales compañías farmacéuticas en México con el mayor número de ingresos en 2014 donde se colocó en primer lugar a Bayer con utilidades de 1,430 millones de dólares con la venta de como: Aspirina, Redoxon, Canesten; Pfizer generó 876 millones de dólares con los medicamentos Viagra y Tafil; Merck Sharp Dohme obtuvo 789 millones de dólares con Sedalmerck, Dolo-Neurobión, y por último Novartis con una generación de 529 millones de dólares. (González, 2015) Existen también otros corporativos del mismo sector que realizan estrategias de marketing a médicos y hospitales para asegurar la venta efectiva de sus medicamentos considerando los incentivos económicos sobre el principio activo y los resultados en la salud del paciente.

Los eslabones de la cadena de soborno en la industria farmacéutica en México

Para cumplir con el objetivo planteado, los laboratorios gastan cantidades exorbitantes de dinero en las estrategias de marketing con acciones como: boletines de información impresos para médicos y hospitales, muestras gratis, congresos, viajes y regalos patrocinados por la empresa, así como estudios de investigación y desarrollo de medicamentos que son exclusivos de los laboratorios y que junto con los pagos a patentes, sistema que da la protección a los estudios y resultados, son gastos absorbidos por los pacientes.

Aproximadamente cada semana los médicos de todo el país se congregan en eventos patrocinados por los laboratorios para obtener información y regalos, al igual que un pago por ser médicos speakers del laboratorio y de esta forma ser aludidos por la marca del medicamento, siendo este el primer eslabón de soborno. Los representantes médicos para obtener una comisión más alta ofrecen a los médicos comidas, productos, entre otras cosas siendo el segundo eslabón de actos de sobornos por parte de la industria. Los médicos, mediante un conjunto de exigencias y condicionamientos, piden a las farmacéuticas hospedajes, traslados, comidas sin ningún costo para ellos y en su mayoría, también para la familia directa del médico, esto como tercera línea de soborno. El último eslabón de soborno radica en el responsable de mostrador de las farmacias quien ofrece el producto que más comisión le otorga.

Implicaciones éticas

De acuerdo con el código de ética farmacéutica de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, el farmacéutico es un profesional sanitario que contribuye a la mejora de la salud, la prevención de la enfermedad y al buen uso de los medicamentos y será quien respetará la autonomía y dignidad del paciente y antepondrá el beneficio del paciente a sus legítimos intereses personales, profesionales o comerciales. (Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, 1998)

Pero, ¿realmente los pacientes son libres de los perjuicios e intereses comerciales de la industria de la salud?

La deontología^[1] es una ciencia perteneciente a la ética cuyo objetivo son los fundamentos del deber y las normas morales, es decir, deberes y obligaciones morales que tienen los profesionales otorgada por el autor Jeremy Bentham en 1889 en la Deontología o la ciencia de la moralidad. Dichos principios y deberes se sustentan en valores universales, principios éticos, leyes y normas con prácticas sociales los cuales, buscan el mayor bienestar posible para la mayoría, y de la mejor forma posible.

La deontología profesional hace referencia al conjunto de deberes y principios que afectan a una profesión y que hace que se desempeñe adecuadamente en sus actividades de manera individual y colectiva. Por ello en México y en el mundo, instituciones como la Organización Mundial de Salud, la Asociación Médica Mundial, Sector Farmacéutico Global, COFERPRIS, CETIFARMA, entre otras que han creado e implementado normas éticas en publicidad destinada a profesionales de la salud, normas de comportamiento a los representantes médicos, a la trasparencia de interacción entre farmacéuticas y empresas de la salud, a las políticas anticorrupción entre el manejo de productos farmacéuticos, a la norma obligatoria de una implementación de un código de ética en las mismas empresas y laboratorios, y sublimemente especial en México como el Código de Ética y Transparencia, Reglamento de CETIFARM y Código de Buenas Prácticas de Promoción en 2005, Compromiso por la Transparencia en 2007, el Acuerdo Secretaria de Salud el agosto 12 de 2008 y el Código de BsPs con Organizaciones de Pacientes en 2009. (Comisión Nacional de Bioética, 2013)

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