La Sociabilidad

La Sociabilidad

Propensión del hombre a vivir junto con los otros, a comunicarse con ellos, a hacerlos participes de las propias experiencias y deseos

El hombre desde el principio de su historia, se ha colocado en grupos sociales (familias, canes. Tribus, pueblos, etc) para sobrevivir, desarrollarse y satisfacer sus necesidades. A medida que el nivel “cuantitativo y cualitativo” se eleva y la sociabilidad del hombre se expande y se enriquece, porque donde existe una comunidad de hombre, existe pluralidad y complejidad de pensamientos, ideas y sentimientos que se entremezclan para una co-existencia sana y progresiva.

Existir es Coexistir

Coexistir es el poder existir de dos hombres sin perjudicarse entre ellos. Cada hombre es participe en su mundo por que se relaciona con otros seres humanos. Coexistir es saber que mi mundo no exclusivamente es mi mundo o el mundo de otro individuo sino un mundo compartido en el cual debemos coexistir es “nuestro mundo”

El cuerpo como intermediario

El cuerpo del otro permite la entrada a mi mundo y viceversa. Mediante el cuerpo un individuo tiene acceso a otro, así estos puede entablar algo en común.

Diferentes formas de a coexistencia

Cada “yo” es una interpretación distinta de su mundo. Así surgen las relaciones de amor, de cariño, de respeto,, de admiración, de exclusión, etc.

Las formas básicas de coexistencia:

El odio

Odiar consiste en no aceptar la subjetividad del otro, al no ser capaz de soportar que el otro se realice en una forma personal. Odiar significa negarse a vivir en “nuestro mundo”, es creer que solo existe “la existencia mía”. Odiar es aceptar que solo estoy yo con mis potencialidades.

La indiferencia

Es no prestar atención a la proximidad inevitable de los otros en mi mundo. Aunque no los mire con odio, no les prestó atención, me son indiferentes porque no considero que sean importantes o esénciales para mi vida. Es cosificar la subjetividad del otro yo

El Amor

Hay muchas situaciones donde se puede decir que se vive el amor; es decir, donde se le muestra una atención especial al otro. Cuando un niño ayuda a un anciano a cruzar la calle, cuando un desconocido se desvía el camino para explicarme alguna dirección. También es un encuentro de amor el del joven que cree que está destinado a compartir la vida con una chica.

El amor es un llamado que cobra cuerpo en una palabra, en un gesto o en una mirada. Estos entrañan una invitación a abandonar mi subjetividad, para fundirnos en una sola subjetividad “nuestra subjetividad”. Luypen lo expresa en las palabras “se conmigo”.

Para entender el llamado del otro “se conmigo” es preciso que supere mi fascinación por mi mismo. Es precisamente el llamado del otro lo que hace posible liberarme de una existencia solitaria, aislada y sin sentido.

Apelamos a la subjetividad por afecto y respeto hacia el otro. Deseamos su felicidad, y estamos en disposición de ayudarle a alcanzar su felicidad, que es la realización autentica de su ser.

El amor implica también la autorrealización del que ama. En el amor me dirijo hacia el otro, pero comprendo que también avanzo hacia “mi propia felicidad”

La justicia

No es una especia de sentimiento interior sino un modo de acompañar a otro en el mundo, respetando sus derechos como hombre que es. Es la existencia mínima del amor por el otro.

Implicaciones de la sociabilidad para el ser del hombre

a) La sociabilidad es connatural al hombre; el hombre se auto comprende no como un ser aislado desvinculado de mundo o de los otros.

b) La sociabilidad distingue netamente al hombre de los animales; los animales son dirigidos desde sus instintos, mientras que en las relaciones humanas, se presenta una novedad que son dirigidas por la responsabilidad del hombre

c) La auto trascendencia hace explicita

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