La educación en la familia por ejemplo e imitación
Jhair ZCEnsayo13 de Noviembre de 2022
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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN, TURISMO Y PSICOLOGÍA
ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA
LA EDUCACIÓN EN LA FAMILIA POR EJEMPLO[a] E IMITACIÓN
Que, como parte de la asignatura de FILOSOFÍA Y ÉTICA II
PRESENTADO POR:
CHAUPIS APAZA, FIORELLA ALEXANDRA 14 + 6[b] = 20
CUEVA CHAMPI, FIORELLA IVONNE 14 + 6 = 20
ENRIQUEZ TICONA, ROSA LUCÍA 14 + 6 = 20
ESTACIO DE LA CRUZ, JACKELINE CELESTE 14 + 6 = 20
MOROCHO RIVAS, LUZ DE JESÚS 14 + 6 = 20
PADILLA BARNUEVO, DANIEL FABIAN 14 + 6 = 20
SALAS FERNÁNDEZ, EVELYN VALERIA 14 + 6 = 20
DOCENTE:
DÍAZ CHIROQUE, HUGO
LIMA - PERÚ
2021
La educación en la familia por ejemplo e imitación
Sabemos que la familia es el punto de partida de cómo nosotros nos desarrollaremos íntegramente como persona, desde tiempos históricos hemos visto que el hombre impone normas, pero a pesar de ello, no todos los cumplen, se siguen cometiendo errores y se refleja en la delincuencia, asesinatos, corrupción que cada vez se incrementa, ¿Por qué? ¿Hay algo que nos está faltando? Nuestro objetivo[c] es que los lectores puedan comprender lo importante que es la educación en el hogar y la ejemplaridad que brindan los padres a sus hijos.
La familia, en una perspectiva médica, se define como un grupo social que en algunos casos está conformado por muchos miembros y conviven en la misma residencia, pueden estar vinculados por lazos consanguíneos, o como[d] en la actualidad de forma legal o afinidad. Ellos tienen la responsabilidad de protegerse y guiarse. Como sabemos, actualmente la palabra familia ha variado mucho, hace años atrás era muy diferente, ya que en ese tiempo lo correcto era tener una familia nuclear a diferencia de ahora que encontramos tipos de familia y todas son aceptadas siempre y cuando cumplan como tal, es decir, manteniendo la armonía, el cuidado, el amor, el respeto y la unión.
A lo largo de los años, la familia ha ido atravesando un cambio. En un inicio siempre se consideró importante a la familia nuclear, conformada por padres e hijos, pero con el paso del tiempo esto ha cambiado, creándose hoy en día diferentes tipos de familia, como las familias extensas, monoparentales, reconstituidas, etc. Según Irueste et al., (2020) estas nuevas configuraciones familiares son el reflejo de profundas transformaciones sociales propias de la posmodernidad, como la desinstitucionalización de la familia tal como se la venía pensando hasta ahora. Sea cual sea la razón por la cual la familia ha cambiado tanto lo que no debe cambiar son las funciones de las que se encargan por ser un pilar importante para la sociedad.
“Cada familia se organiza de acuerdo con sus propias pautas y prácticas de crianza y estas a su vez están regidas por la herencia familiar y cultural” (López y Guaimaro, 2015, p.34). Lo que significa que la familia cumple tales funciones basándose en sus costumbres y su cultura, siendo así las más importantes la enseñanza y los valores que puedan rescatar de estas para transmitirla a los integrantes que la compongan, en este caso los niños.
Sabemos que la familia siempre fue y siempre será el núcleo principal de la sociedad, como menciona Olmos (2017) “La familia sintetiza la gran responsabilidad que tiene el hogar sobre lo que proyecta la sociedad[e]”. Esto quiere decir, que la familia vendrían a ser los primeros responsables de la educación del individuo, siendo los valores, la formación, las responsabilidades u obligaciones, sobre todo si es a temprana edad, ya que habrá un mayor desarrollo social y psicológico, todo esto con el único propósito de que el individuo pueda incorporarse positivamente a la vida social, es decir, tener una base de desarrollo y a la vez, será un progreso de la sociedad, ya que sabemos que todo lo ‘malo o bueno’ generalmente es producto de los valores morales y éticos, inculcados en la familia. Con esto nos referimos a que las problemáticas de la sociedad se pueden evidenciar en personas violentas, con malas relaciones o entornos, con inconformidades y desapegos; por lo tanto, para evitar estas situaciones debemos de proteger el núcleo familiar, fomentar los valores, la educación, el respeto y sobre todo, demostrar lo que es el amor a los hijos para una mejor sociedad. Suarez & Vélez (2018) coinciden con lo ya mencionado, las familias deben trabajar en los valores para promover una sociedad íntegra, en donde los individuos aporten actos benéficos y proactivos en la sociedad, para que la familia y la educación siga trabajando como uno mismo, y así crear formar ciudadanos responsables del funcionamiento de la sociedad a largo plazo.
La familia tiene un rol fundamental en el proceso de educación, ya que es la primera institución básica de formación para los niños. Scola (2012) menciona la familia como un lugar educativo, una comunidad en la que debe estar presente el amor y solidaridad, los cuales no son insustituibles, por lo que en la familia se debe enseñar y transmitir los valores y principios que son esenciales para que el niño pueda llevar a cabo un buen desarrollo personal y social, por ende, aprender a vivir en comunidad con los demás. La familia es el núcleo más importante de aprendizaje si bien se aprenden valores, también ayudan a formar la identidad de los individuos, se adquieren hábitos con respecto a la educación y el trabajo, aprenden normas y deberes sociales y familiares, se logra el autocontrol, la responsabilidad y un mejor equilibrio emocional y autonomía Bolívar et al., (2006). Por ello es fundamental la presencia de los padres en la formación de los niños, ya que, al ser la base de instrucción de todo individuo, se necesita de la presencia de ellos para que se les pueda cultivar virtudes sociales y se les pueda transmitir todo tipo de conocimiento que los forme en su desarrollo personal en el futuro y a lo largo de su vida.
Desde el primer minuto que el bebé obtiene conciencia, empieza a aprender. Aprende de lo que puedan captar sus sentidos, de lo que escucha, de lo que siente, de lo que observa, etcétera. Sobre todo, y una característica importantísima humana, es el aprender del comportamiento de otras personas. Esto puede ser voluntario o involuntario, un ejemplo de esto es cuando el niño empieza a identificar las diferencias entre el entorno con la familia y con sus compañeros del colegio. Normalmente, el niño actúa con su familia no a base de cómo actúan ellos, sino en cómo reaccionan ellos. Esta conducta ya aprendida la lleva hacia un entorno social más agresivo como lo puede ser la escuela.
Esta figura de padres está formada por muchos aspectos, y de esta pueden formar muchas actitudes y éticas que el niño absorbe inconscientemente al momento de empezar a construir su identidad. Desde el primer momento la familia se predispone no solo al aprendizaje, sino al cuidado y atención hacia los miembros menores; la cercanía y el cariño es primordial también, esta asistencia en general debe estar presente desde el primer momento de su vida (Zárate y Gas, 2009). Esto será importante a futuro, porque los padres tienen que aprender a darle la atención necesaria a su hijo, de una forma responsable para el menor.
Otro factor es la imagen que tiene el niño hacia sus figuras paternas de ética, en la que se pueden llegar a basar sus valores y posteriormente su identidad. Sobre esto, Escámez et al (2009) nos explican que, mediante la socialización, “el niño no es solo perceptor pasivo de influencias familiares, sino también sujeto agente, que se individualiza y construye la propia identidad como ‘persona diferenciada’ “(p.20). Empieza a tener un razonamiento propio y opiniones, la cual lleva a distintas decisiones por parte del niño, esto como proceso de crear la propia esencia de la persona, teniendo de base ciertos aspectos de la responsabilidad que tuvieron con los hijos.
Lo que acontece en los primeros años de vida de los niños son cruciales para su desarrollo humano. Durante esta etapa ocurre el aprendizaje por imitación. Es mediante la observación de un modelo u ejemplo que el niño va a absorber visualmente información para repetirla, ya sea de inmediato o más adelante, a través de la imitación. Arriaga-Ramírez et al. (2006) afirman que la imitación es un aspecto complejo del aprendizaje, pues requiere que el ser vivo reproduzca cierto movimiento, comportamiento o actitud de un sujeto al que ha observado previamente.
Ya se ha señalado como el ejemplo de los padres de familia puede influir en los niños, la imitación vendría a ser lo que sigue después. La familia es el modelo principal de los más pequeños. Ortega y Mínguez (2009) señalan que es imposible negar que la educación dentro de la familia no tiene repercusiones en la forma en cómo los menores se comportan, como piensan o cómo enfrentan las situaciones en las que se encuentran. Los valores son cualidades que son enseñadas en casa, los niños observan a sus padres e imitan esas características que determinan sus principios. Uno no puede adquirir el valor de la tolerancia o la solidaridad sabiendo solo los conceptos básicos de las mismas, en su lugar, uno tiene que experimentarla y la imitación permite que los pequeños la experimenten de forma indirecta.
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