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La formacion de la mentalidad sumisa UNIVERSIDAD AUTONOMA LATINOAMERICANA


Enviado por   •  14 de Abril de 2018  •  Informes  •  6.687 Palabras (27 Páginas)  •  200 Visitas

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FILOSOFÍA DEL DERECHO



POR: PAOLA ANDREA CUESTA LOPEZ  



DOCENTE: VICTOR HUGO MOSCOTE


UNIVERSIDAD AUTONOMA LATINOAMERICANA

TERCER SEMESTRE

FACULTAD DE DERECHO

MEDELLÍN-ANTIOQUIA

2018

Introducción

En este trabajo se realiza el análisis y crítica a la obra la Formación de la Mentalidad Sumisa de Vicente Romano, en la cual el autor, de una manera muy precisa y de fácil comprensión, explica los diversos mecanismos que utiliza el sistema capitalista, para influir en las conductas de la población y crear lo que él denomina mentalidades sumisas. 

La formación de la mentalidad sumisa pretende sopesar esas consecuencias. La economía mundial requiere de un “pensamiento único” que ha relegado conceptos como clase social y propiedad, y que propaga la idea de que el desarrollo tecnológico equivale a progreso. Sin embargo, ese progreso y sus beneficios en realidad están en manos de poderosos que se esfuerzan en mantener el monopolio de la opinión y alimentar la “falsa conciencia”.

Vicente Romano, Doctor en Comunicación Púbica por la Universidad de Münster (Alemania) y en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, explica que para dar una imagen de capitalismo humano los empresarios se han visto obligados a dar a sus trabajadores ciertas concesiones (jornada laboral fijada, antigüedad, salario mínimo, etc.). Pero, y he aquí la razón del libro, en la actualidad todo este terreno se ha perdido. Sin embargo, lo que viene a denunciar este reputado profesor es que la clase media se halla cada vez más encogida por una diminuta clase poseedora, escandalosamente rica, que lo tiene todo. Cada vez son más las personas que trabajan por menos dinero en todo el mundo, mujeres y niños incluidos. La jornada laboral se ha incrementado a niveles desconocidos hace muchas décadas. A las familias con varios miembros trabajando en precario hay que sumar el pluriempleo. Si a todo esto se añade la posibilidad de comprar a plazos, las tiendas de “todo a cien”, etc., se entenderá por qué las masas populares siguen consumiendo a pesar de estar más explotadas.

Pero para alcanzar estos objetivos de alienación se requiere algo más que el consumo. Se requieren formadores de opinión. Los formadores de opinión pretenden mantener a la población desinformada, sin otra posibilidad de alternativa sumisa.

La formación de la mentalidad sumisa

La formación de la mentalidad sumisa, expresión que designa uno de los problemas actuales en cuanto aceptación y sumisión de la sociedad ante las órdenes de políticos y poderosos y que sirve, además, de título a la obra de este brillante profesor, consigue explicar muchos de nuestros comportamientos al margen de militancias políticas, pero con frecuencia impuestos desde una ideología concreta, la del capitalismo internacional.

Las personas con mentalidades sumisas aceptan cualquier situación social que se presenta, sin analizarla, porque su actuación como ciudadano ha sido moldeada permanentemente para que piense que corresponde a los medios de comunicación, escuelas e instituciones en general, abordar los problemas y buscar las soluciones. Esto lo refleja el autor en muchos ejemplos, tal como en el caso de EEUU, país que vive de la guerra, y que ha creado una corriente de pensamiento que hace creer a su población que sus actos bélicos están justificados, y que son necesarios para poder tener un mejor país y mundo, sin que sus ciudadanos analicen el porqué de tal situación quedando con la mentalidad de que “eso no es problema mío”, pero eso no solo pasa en los estados unidos si no en muchos lugares del mundo.

Otra sociedad que no podemos dejarla pasar como si nada en la cual el autor señala como una población de mentalidad sumisa, es la española; dado su origen español, el autor conoce de cerca la conducta de esta sociedad, lo que le permite mencionar muchos ejemplos sobre su país; entre ellos, hace referencia a varios artículos de la constitución española, los cuales, según el autor, se tratan de mentiras porque nada de lo que dice se aplica como tal; al respecto, destaca al artículo que establece que toda la población es libre de expresarse, sea verbalmente, por prensa, gráficamente u otro medio, cuando termine de leer esta parte me di cuenta que ni en mi casa tengo ese derecho ya que en Colombia se establece se constitución ese derecho, entonces como venía diciendo en mi casa no tengo ese derecho porque si yo digo lo que pienso soy una grosera mal educada o si mucho me pegan una cachetada porque para ellos responder ante las acusaciones que los padres, abuelos o los tíos es grosería, y eso no solo me pasa a mi si no a muchos muchachos y niños que hoy dejan que se les vulnere sus derechos por el miedo a un castigo que ha sido inculcado desde Europa.

Ciertamente, en fechas recientes se han difundido noticias de casos de gente española que ha opinado en contra de la monarquía de forma abierta, y los han encarcelado, además de pagar multas.

Este libro nos hace reflexionar sobre nuestra propia conducta y la de nuestros conciudadanos, sobre la actitud que generalmente asumimos ante los diversos problemas sociales, económicos, culturales y políticos que con frecuencia se presentan. El autor nos siembra la semilla de la duda, sobre si uno mismo también ha caído o es parte de esa población sumisa; con ello, el autor trata de hacer despertar a la gente.

El señor  Eduardo Andrés Granada Becerra en una opinión acerca del libro dice: “que los medios de comunicación son el cuarto poder, además del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. En un país como Colombia, ¿qué tan cierto será dicha afirmación? ¿No serán, por el contrario, los grandes medios unos apéndices del Ejecutivo? ¿Son éstos realmente independientes, objetivos y éticos? ¿Contribuyen efectivamente con la formación política, social y ciudadana de los individuos?”

La información periodística es una de las manifestaciones de la información social, es decir, de la transmisión de conocimientos, saberes y opiniones sobre hechos y relaciones, especialmente de hechos nuevos. Un amigo de la U dice: Esto determina que las acciones de una persona marcan el curso de su vida, las informaciones que recibe determinan cómo vive. Como ejemplo de esto es la ley del  karma que  según esta ley lo que haces crea una energía que luego vuelve a ti. Si haces algo considerado bueno pues eso es lo que te regresa, si lo que haces se considera malo o negativo, también. Esta es una información en la cual la una gran parte de la población confía en que esta ley es cierta y les obliga a pensar qué acciones son buenas y cuales son malas.

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