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La reflexión sobre la filosofía de la educación


Enviado por   •  29 de Enero de 2013  •  Documentos de Investigación  •  3.522 Palabras (15 Páginas)  •  806 Visitas

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TEMA 1.2 Y 1.3 FILOSOFIA

CAMPO CRÍTICO

La reflexión sobre la filosofía de la educación es una actividad que está por realizarse a cabalidad. Pensar o reflexionar la cuestión educativa en nuestro entorno se ha constituido en un auténtico reto, no sólo teórico, sino fundamentalmente, político. La filosofía de la educación vista de esta forma, nos permitiría establecer, no sólo un compromiso teórico, sino también un compromiso concreto, real para así poder visualizar un camino, donde los distintos actores y niveles educativos vean reflejadas sus aspiraciones, necesidades, intereses, deseos y prácticas. Parte de su quehacer es también el repensar y retomar la discusión sobre la relación que guarda el problema educativo y el uso del poder.

La educación contemporánea ha sido la respuesta demagógica de la práctica política de diferentes signos. Se ha hecho demagogia de la educación desde la derecha, la izquierda o el centro ideológico.

Miguel Ángel Escotet

I.- Algunas consideraciones.

Desde hace algún tiempo hablar o reflexionar sobre la filosofía, la educación; y para el caso concreto, sobre la filosofía de la educación ha sido, sino frecuente, al menos más audible. Esto no quiere decir o significar simplicidad o menosprecio. Más bien, lo que se quiere afirmar es que, en la medida en que se profundiza sobre el punto, cada vez parece más un diálogo de sordos. En este sentido, también se puede decir que, los niveles de análisis y tratamiento han tenido muy diversos tonos y direcciones, y en no pocas ocasiones han mostrado flagrantes contradicciones que han hecho de esta línea discursiva, como el titulo mismo de este trabajo lo refiere:¿? ¿Un binomio en crisis?. El campo mismo de tratamiento en un sentido muy concreto cada vez está más expuesto por las condiciones bajo las cuales se desarrolla la labor educativa, y que son cada vez más complejas y precarias. No es una exageración lo que se comenta. Simplemente vean en qué condiciones tiene que trabajar la gente que se dedica a la docencia. Esto es, pensar o reflexionar la cuestión educativa en nuestro entorno se ha constituido en un auténtico reto, no sólo teórico, sino fundamentalmente, político. Porque la discusión en términos concretos está referido en esos niveles. No hay que darle más vueltas, ¿ni hacer que como qué? ¿Hacemos ciencias?. ¿Por qué inicio con esta consideración? Por una razón muy sencilla, y ésta es, porque parece algo realmente paradójico, pero mientras más se habla y se reflexiona sobre filosofía y educación, va siendo más compleja y entreverada su comprensión. Con esto no se pretende extremar los términos de la discusión, pero muchos de sus referentes van caminando en esa dirección, ésta es, la de hacer más compleja su captación.

En consonancia con lo planteado hay que decir que, la reflexión sobre la filosofía de la educación en sentido estricto, al menos para nuestro medio y nuestro contexto, es una actividad que está por realizarse a cabalidad, reitero a cabalidad. Con esta afirmación, lo que se desea precisar es que no es algo de todos los días, como para sostener que es un quehacer cotidiano, común, ejercitado de manera sistemática, el considerarla una actividad realmente significativa o como se dice actualmente: de alto impacto. Aunque debiera ser un campo de trabajo y de reflexión permanente para todos aquellos que estamos inmersos en la labor educativa, ya sea como docentes o como administradores. ¿En definitiva lo que se está afirmando es que este quehacer no debe ser visto o contemplado como algo exclusivo de? ¿Expertos?.

Esto está en íntima relación con los referentes que despierta el hablar de la filosofía, porque mucha gente al escuchar esa palabra, toma distancia y posición. El referir o evocar a la filosofía genera múltiples reacciones entre otras: admiración, escepticismo, incomprensión, duda o franco rechazo, ¿al ser vista como un quehacer eminentemente especulativo, inasible, etéreo, para? ¿Iniciados?, etc., etc. Entre otras tantas razones, y siendo honestos, esta actividad ha sido considerada para pocos, como una cuasi-secta con derecho de admisión y permanencia. Con esto se ha llegado a una gama muy amplia de confusiones, exageraciones y distorsiones; y de ahí al panfletarismo y la vulgarización; en cuanto que se sobredimensiona o se subestiman sus aportes y planteamientos.

Retomando un punto, el tratamiento sobre la cuestión educativa debe estar en una perspectiva amplia y plural. Porque para muchos, y cuando digo muchos, estoy haciendo referencia a la autoridad educativa y sus diversas instancias que han centrando esta reflexión de manera prioritaria en las cuestiones normativas o declarativas como la Artículo Tercero Constitucional -que dicho sea de paso, está tan parchado y remendado que uno ya no sabe cómo interpretarlo-, la Ley Federal de Educación, las normatividades respectivas, etc. En este orden uno de los puntos más conflictivos es creer o pensar que la reflexión educativa únicamente está asentada en estos documentos, porque si fuera de esa manera caeríamos en la pauperidad conceptual, analítica y discursiva; y en el último de los casos, estaríamos reiterando una de las viejas prácticas en nuestro medio: la de repetir y predicar principios y consignas como si fueran materia cuasi-divina, de forma catequética o dogmática. Al respecto añadiría que, para que tales principios tengan un real y efectivo sustento, requieren de profundización, estudio y análisis crítico con proyección histórica. Porque de otra manera se convierten en lo que se han convertido, en consignas carentes de toda fuerza y contenido.

II.- Filosofía de la educación.

¿Para proponer o plantear una? ¿Definición? Sobre el punto en cuestión, de manera general haría más bien una aproximación a un aspecto más general como ¿qué es la filosofía o el quehacer filosófico? Para de ahí hacer las consideraciones respetivas y la discusión posterior. Al respecto retomaría una afirmación hecha por un compañero nuestro Mario Magallón, que en sus años mozos fuera profesor de educación básica, y dice: ? Lo qué queda y está a su alcance (de la filosofía) es la de ser sólo mediadora en términos de interpretación entre el saber de los expertos y una práctica cotidiana necesitada de orientación: de fomentar e ilustrar procesos de autoentendimiento del mundo y de la vida [?] La filosofía, en lo general, sólo se limita a aprehender estructuras generales teóricas, filosóficas, discursivas y de existencia.

Con la afirmación propuesta,

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