La Ética Profesional del Abogado

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA INDOÁMERICA

LENGUAJE Y COMUNICACIÓN JURÍDICA

Alumno. - Japson Eduardo Narváez Pérez.

Curso. - 1er Semestre de Derecho, Semipresencial.

Docente. -  Dra. Paola Isabel Cajo Montesdeoca.

-Tarea: La ética profesional del abogado

*Desarrollo:

Antes de intérnarnos en el basto mundo del estudio del Derecho y ejercer a través de las Ciencias Jurídicas como un abogado,  debemos de poseer una ligera noción de lo que esto implica, y desde luego parte fundamental para comprender el ejercicio de la profesión cabalmente es lo que se conoce como la “ética profesional”.

Esta nos indica que la deontología , como también se la conoce; es un témino que proviene  del griego deón: debido, y logos : tratado', lo cual puede traducirse etimológicamente hablando como “Tratado de lo Debido” o “Teoría del Deber”, término introducido por Jeremy Bentham en su Deontology or the Science of Morality, (Deontología o Ciencia de la Moralidad, de 1834) es la rama de la ética aplicada cuyo propósito es establecer los deberes de quienes ejercen una profesión.  

A su vez debemos inmiscuirnos en lo que respecta a conocer a breves rasgos, por el momento; puesto que nos adentraremos en el estudio ello muchísimo más, en lo que es ser un abogado. Por eso se manifiesta comúnmente que el  abogado es un profesional cuyo objetivo fundamental es colaborar en la defensa de la Justicia, también genéricamente se puede definir el término abogado como: "persona con título de grado habilitado conforme a la legislación de cada país, que ejerce el Derecho, en asistencia de terceras personas, siendo un colaborador activo e indispensable en la administración de la Justicia de un país."

El Diccionario Jurídico de Guillermo Cabanellas en sus páginas cita que el abogado es: La persona que con título legítimo ejerce la abogacía. Asimismo es el “profesor en jurisprudencia que con título legal se dedica a defender en un  juicio, por escrito o de palabra los intereses o causas de quien es parte en un juicio y disputa en el sobre alguna cuestión ya sea como actor o demandante en lo civil, y como querellante o acusador en lo penal; ya sea como demandado o reo”

Ante estas definiciones expuestas también se puede manifestar que según la Diccionario de la Real Academia de la Lengua, dice que abogado, es: “Perito en el derecho positivo, que se dedica a defender en juicio, por escrito o de palabra los derechos o intereses de los litigantes y también a dar dictamen sobre las cuestiones o puntos legales que se le consulten”; de tal manera, que es el profesional que gracias a su preparación académica se halla técnicamente capacitado para contribuir a la solución de los conflictos sociales, mediante la planificación y el empleo del sistema legal, bien sea buscando evitar la producción de conflictos, bien juzgándolos o bien reclamando la protección legal para uno de los intereses en juego.

De lo anotado, se desprende, que hoy los abogados no solo son defensores obligados de una causa, sino también asesores en múltiples campos de la vida nacional en general, y es por esto, hoy más que nunca, aparece la necesidad de capacitación en nuestra profesión, más aún si todos la consideramos como la más noble y hermosa, dentro del nuevo perfil del abogado moderno.

La legislación ecuatoriana no se queda atrás y  manifiesta lo siguiente en sus diferentes instrumentos legales:

Según el Código Orgánico de la Función Judicial, en el Titulo VII, trata sobre las abogadas y abogados, desde el Art. 323 al 338.

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