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La ética en la profesión docente


Enviado por   •  17 de Enero de 2014  •  Trabajos  •  1.358 Palabras (6 Páginas)  •  331 Visitas

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL

LIBERTADOR

INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO

LA ÉTICA EN LA PROFESIÓN DOCENTE

SAN CRISTOBAL, JULIO DE 2013

La ética tiene como propósito fundamental indagar y explicar los "actos humanos". De los actos que realiza el hombre, se llaman humanos solamente los que son propios del hombre en cuanto tal. El hombre se diferencia de los demás seres irracionales en que puede llegar a ser dueño de sí. De esta manera, sólo pueden ser actos humanos los que impliquen un dominio del hombre sobre ellos. Ahora bien, el hombre es soberano de sus actos gracias a la conjunción de la razón y la voluntad. Cualquier otro acto que no implique la posibilidad de adquirir un mando racional y un impulso de la voluntad no es un acto específicamente humano. En este caso se estaría hablando de actos que corresponden con la naturaleza animal, con sus diversas manifestaciones orgánicas y fisiológicas. Por eso la ética tiene como objeto de estudio los actos que se originan de la concordancia entre la inteligencia y la voluntad, mientras que los procesos físicos y químicos del cuerpo son abordados por disciplinas como la medicina, la biología y la microbiología, entre otras. En la presente reflexión se ha tomado como base principal el libro “Ética profesional de los Profesores” 2010. De Emilio Martínez Navarro. Dirigiendo la mirada a las actitudes y relaciones que constituyen la profesión Docente, sus aportes como especialista del conocimiento y como miembro de una comunidad educativa.

En los profesionales de la educación, los Docentes esos actos humanos son una ordenación hacia las virtudes y los valores. Por consiguiente, se considera que no sólo la razón y la voluntad son los dos aspectos que caracterizan el acto específicamente humano. Existen otras dimensiones del ser humano que, con la práctica de determinadas virtudes y valores, lo perfeccionan de manera integral. Tal es el caso de las actitudes, las cuales son aprobaciones o desaprobaciones a través de enunciados llamados de evaluación es decir es la forma de representar como se siente una persona. Las actitudes no son lo mismo que los valores pero están interrelacionados. Igual que los valores las actitudes se adoptan de los padres, grupos sociales, maestros. Se nace con cierta predisposición y a medida que se va creciendo se toma lo que se ve de las personas que se respeta, se admira o se dice incluso de los que se teme. Se va moldeando las actitudes al ir observando a los demás. Se dice también que las actitudes son más inestables ya que son moldeables a la conveniencia de personas obteniendo de ellas un comportamiento deseable.

A este respecto cita Martínez (2010), a Jordán, 1998, 127:

“Las actitudes se internalizan en el sujeto moral, llegan a formar parte de él como un ethos, como un carácter moral que se forja el propio agente con ayuda de la comunidad en la que vive y en la que se forma, mientras que los deberes mantienen siempre cierta externalidad. (132).

Por lo tanto, una actitud es la consecuencia de los valores y normas que la preceden, a su vez es una tendencia evaluadora (ya sea positiva o negativa) con respecto a personas, hechos o cosas. Las actitudes reflejan cómo se sienten con respecto a algo o a alguien y predice la tendencia a actuar de una manera determinada.

El docente como un agente activo, participativo e innovador, ha dado respuesta a los diferentes modelos educativos que ofrecen de manera diversa la visión y prácticas educativas a partir del ambiente laboral y académico desarrollado en su espacio educativo. Partiendo de la consideración socializadora de la educación escolar, el docente necesita recurrir a determinados referentes que le guíen, fundamenten y justifiquen su actuación a fin de que pueda plantear o enfrentar los retos enmarcados en las condiciones de calidad, equidad y eficiencia, en una vida académica integral.

En la actualidad, la modernización de la sociedad y paralelamente de la educación, comparten un sin número de relaciones entre el hombre y su trabajo, requiriendo dominar un proceso productivo y un mecanismo de aprendizaje más complejo, derivando en él, la experiencia, atención a las necesidades de la sociedad a través de los diferentes segmentos laborales y la posibilidad de un mejoramiento en el ambiente económico, laboral y social del profesionista.

Dichas relaciones

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