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Libro 3 aristoteles


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2017  •  Síntesis  •  2.168 Palabras (9 Páginas)  •  352 Visitas

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Libro III

En el primer capítulo analiza en sí la forma y el cómo a la hora de realizar un discurso. Son puntos muy importantes la voz (tono, ritmo, pronunciación, potencia, modulación, entonación, etc) y  la escenificación que el locutor ha de tener para que sus palabras tengan éxito. 

Aristóteles dice que uno de los elementos más importantes para alcanzar la virtud del orador en su discurso es la claridad.

Para que un discurso tenga mayor probabilidad de éxito y nos aseguremos que llega a todos e conveniente utilizar las palabras de uso usual y olvidarnos de las complejas. 


Un orador expresa su forma de pensar mediante la palabra, y si no es entendible no llegará a la audiencia. 

Para adornar nuestro discurso dispondremos de la metáfora , ya que son las únicas que tienen un efecto de claridad y singularidad. Hay que ser cauteloso e intentar seleccionar la metáfora ajustada para cada caso.

El epíteto es una forma de metáfora pero hay que tener cierto cuidado y utilizarla  con moderación al igual que el diminutivo. 

Aristóteles hace una distinción de cuatro tipos de frialdad; una por palabras compuestas; otras por extrañas; por epítetos y por último las metáforas inapropiadas.

Aristóteles hace referencia al símil y a la metáfora. Se distingue en que un  símil es una comparación y la metáfora es una asociación de componentes.  Para Aristóteles el símil ofrece un toque de brillantez pero la metáfora es más sencilla de utilizar al ser más corta.

Según el autor del libro hay modos de expresarse mediante el uso de conjunciones; modo directo; evitar la ambigüedad; formas correctas de utilizar singular y plural.


Con estas “normas” nos cercioramos que a la audiencia le llega el mensaje con claridad y sin dificultad de entendimiento

Existen modos que ayudan a que el discurso sea majestuoso como sustituir una palabra por una expresión; evitar caer en el modo poético con metáforas y epítetos; es aconsejable utilizar el plural; evitar la unión de palabras con artículos; utilizar las conjunciones; exageración de las cualidades de un sujeto que no las tiene

Cuando nos habla de la expresión de sentimientos en capítulo VII, ha de  estar vinculado con el contexto en que se desenvuelven. De esta forma son d carácter afectivo y se complementan con el ethos.

La mejor manera de realizar un discurso creíble ante la audiencia es autoconocerse previamente y saber las propias debilidades que uno posee.

En cuanto se adentra en la prosa nos narra que se debe mantener y no modificarla al verso. Existen 3 tipos de ritmo. Uno de ellos es el heróico, el troqueo y el peón.

El ritmo perfecto para la prosa es el peón porque no carece de una métrica poética.

Capítulo IX: Expresiones continuas o Expresiones estructuradas


Aristóteles diferencia dos tipos de expresión. Una es la continua y se puede construir de dos maneras: 
 la coordinativa  o la correlativa.

Es continua cuando no hay lugar de representación.

La correlativa se distribuye en períodos teniendo un inicio y un final. Se le llama determinada. 
Los períodos en la expresión correlativa se desglosan en dos tipos: los miembros y el simple. 

Normalmente se recomienda el uso del período simple porque  ni son demasiado cortos ni demasiado largos.

Cuando Aristóteles se refiere a la pariosis lo muestra como los órganos de una estrofa son iguales. La paromeosis se describe que son idénticos pero en sus extremos.

Un recurso para embellecer el discurso es una expresión ingeniosa, por ello, Aristóteles realiza un estudio . Una buena base es que todo lo que se asimila cómodamente es algo agradable. 

Uno de los más ingeniosos son los entimemas, se debe evadir tanto lo obvio como la dificultoso.



Para facilitar la claridad del mensaje los juegos de palabra nos ayudarán.
Los apotegmas por ejemplo, son frases que contienen un toque moral.

Otro recurso es la hipérbole pero se consideran  ajustadas para una audiencia juvenil. 

Los géneros de expresión se dividen en los escritos (se domina perfectamente el idioma) y hablados (se comunicará lo que se desea, nunca se calla).

La expresión escrita siempre será la más precisa debido a su planificación. El reconocimiento de dichos discursos escritos radica en que no se utilizan las conjunciones cuando se pronuncian. Por ejemplo, ''Vine, fui a su encuentro, le suplicaba''. Por otro lado, la repetición en el discurso también es un recurso propio de la expresión escrita. 

Además, esta expresión será mucho más útil en las asambleas, ya que en dichas reuniones no puede dejarse nada a interpretación, sino más bien dejar todo claro. La oratoria de 
exhibición y forense son las más adecuadas para la expresión escrita. 

La expresión hablada se tiene dos divisiones: el comportamiento y los sentimientos. Esta expresión sirve para los debates y la interpretación, aunque también puede utilizarse la repetición para expresar interpretación; por ejemplo,''ése es quien nos ha robado, ése es quien nos ha burlado, ése es el que nos ha traicionado''. 

Capítulo XIII: Partes del discurso

Fundamentalmente, las partes del discurso son dos; la exhibición y la demostración, ya que son en cierto sentido las más importantes. Ahora, si consideramos el discurso en su totalidad debemos tomar en cuenta por lo menos cuatro partes: 

  1. Exordio (o preámbulo)
  2. Proposición (o exposición)
  3. Argumento (o persuasión)
  4. Epílogo

De acuerdo con Aristóteles, el epílogo es la parte imprescindible del discurso porque si el asunto es breve o fácil de recordar se quita del discurso. 

En todo caso, la parte más importante del discurso en términos absolutos es el argumento, la proposición también es importante, pero el argumento es esencial. 

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