Libro la República
Nidia15rosalesResumen20 de Marzo de 2016
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OBJETIVOS
- Expresar la concepción del arte, lo político, la sociedad, la justicia, la inmortalidad, la virtud, el bien y el mal.
- Unificar diálogos, para luego exponer algunos problemas fundamentales en cuanto al pensamiento de Platón.
- Exponer las principales ideas de Platón, para que el hombre alcance su felicidad y crezca en su moralidad.
- Intentar razonar diversidad de temas que entroncan en la espina dorsal del libro la República constituida por la justicia.
- identificar la moral individual con la teoría de la Constitución Civil que integrará el concepto de la ciudad.
SOBRE LA MÚSICA Y SU ENSEÑANZA:
Sócrates tenía la pena de que Glaucón no le entendiese lo referente al canto y melodía, aunque tenían muy claro que debían actuar conforme a lo que pensaban y decían, Glaucón no se atrevería a afirmar todo lo que Sócrates dijera, sin embargo si tenía claro que la melodía se compone de tres elementos:
- Letra
- Armonía y
- Ritmo
Sócrates le recalcaba a Glaucón que la armonía y ritmo debían acomodarse a la letra, en su mismo explicar, Sócrates pide que le diga cuáles son las armonías lastimeras a lo que él le responde: la lidia mixta, lidia tensa y otras que se parecían, ante esto Sócrates opinaba suprimirlas porque no eran aptas para mujeres de mediana condición y menos para varones.
A pesar de que glaucón no sabía mucho sobre el tema, se atreve a decirle a Sócrates que permita dos tipos de armonías, las más importantes, pudiéndose imitar la voz y acento de un héroe en acción: la violenta y la pacífica, es decir donde se puedan imitar las voces de personas infelices, en desgracia, etc., y la segunda que represente las voces de personas felices, cautelosas, justas y muy tranquilas. Prácticamente Sócrates ya se había referido a ese tipo de armonías. Sin necesidad de elaborar instrumentos con gran cantidad de cuerdas para sus cantos y melodías, produciendo armonías. Los instrumentos en existencia en el Estado, la lira y la cítara reconociendo también la flauta
Sócrates planteaba que se debía purificar el entorno y averiguar después de la armonía los tipos de ritmos de una vida ordenada que los identifica y por obligación tendrían que hacer que el pie y la melodía se adapten al lenguaje del ser humano. Zeus en su indecisión hace mención de tres ritmos y que se combinan con los distintos elementos. Sin embargo existen cuatro tipos tonales de donde vienen todas las armonías; Esperaban que Damón les ayudara a decidir cuáles son los metros que sirven para expresar vileza, desmesura, demencia u otros defectos semejantes y qué ritmos deberán quedar reservados a las cualidades opuestas.
Definiendo dos conceptos importantes como lo son:
Lo eurítmico: modelo y seguirá a la bella dicción.
Lo arrítmico: sigue todo lo contrario a lo eurítmico.
Tal y como sucede con lo armónico e inarmónico, dos casos totalmente opuestos.
Sin embargo, es importante que el ritmo y la armonía sigan a las palabras, no estas o aquellos.
A todo esto la bella dicción, armonía, gracia y euritmia son consecuencia de la lo simple del carácter; pero no la que entendemos como necedad, sino de la simplicidad propia del carácter que lo hagan bello es decir lo que es correcto, aceptable o bueno en relación a la conducta de la persona, valores, creencias, etc., aceptadas como modelo moral. Esto bien se puede encontrar en cualquier tipo de arte.
La falta de gracia, ritmo o armonía están relacionadas con la maldad en cuanto a palabras y modo de ser y, en cambio, las cualidades contrarias son reflejos del carácter opuesto, que es el racional y bondadoso.
A raíz de esto, se proponen vigilar a los poetas, para que sus imitaciones representen lo bueno de su carácter y sirvan de modelo a los seres humanos e impedirles que se reproduzca lo malo, lo inmoral, así resaltar los dotes naturales de forma linda y agraciada y que los jóvenes vivan y sientan todo ello saludable, con la intención de poder amar y obrar bellamente, como una mejor educación, concluye Glaucón.
Razón por la que se incluye la música en la educación, según Sócrates se debe a que el ritmo y la armonía son elementos esenciales para llegar al alma, lo cual le brinda a uno la gracia sobresaliendo por supuesto en la persona que se encuentra muy bien educada.
¿Y no será la persona debidamente educada en este aspecto quien con más claridad perciba las deficiencias o defectos en la confección o naturaleza de un objeto y a quien más, y con razón, le desagraden tales deformidades, mientras, en cambio, sabrá alabar lo bueno, recibirlo con gozo y, acogiéndolo en su alma, nutrirse de ello y hacerse un hombre de bien; rechazará, también con motivos, y odiará lo feo ya desde niño, antes aún de ser capaz de razonar; y así, cuando le llegue la razón, la persona así educada la verá venir con más alegría que nadie, reconociéndola como algo familiar?
Parece irónico tener que ni ellos ni los guardianes puedan ser músicos sin reconocer las formas de templanza, valentía, generosidad, magnanimidad y otras virtudes, como la de las cualidades contrarias y darse cuenta de ellas en personas que las tienen, sin despreciarlas ya que ambas son objeto del arte y disciplina.
SOBRE EL AMOR SENSUAL
Con una linda disposición del espíritu y cualidades físicas que tengan relación con lo mismo, sería un hermoso espectáculo para apreciar. Por lo tanto se dice que el músico llega a amar a la persona si en realidad se encuentra en armonía. También es importante no relacionar el amor con la locura o bien con la incontinencia. Casi para concluir la conversación con respecto a la música Sócrates y Glaucón señalan que prácticamente todo esto era como establecer una ley donde prohíba que el amante esté, bese y toque al amado, por el contrario se le trataría como grosero, mal educado. Por la misma razón Sócrates concluye en que la música pueda encontrar su fin en el amor de lo bello.
SOBRE LA GIMNÁSTICA Y LA EDUCACIÓN GIMNÁSTICA:
Se opinaba sobre que era necesario preparar a los muchachos en cuanto a la gimnástica, sin embargo Sócrates opina en que no es necesario tener un cuerpo muy bien constituido para que proyecte bondad, sino que es el alma generosa la que permite mejorar o bien perfeccionar las virtudes. Lo mismo sucede en el caso de un guardián embriagado lo cual parece ilógico que no sepa en dónde se encuentra e incluso necesite de un guardián, por lo tanto ellos consideran que deben dejar de tomar licor.
Ellos esperaban que sus muchachos se desempeñaran en el atletismo con un alto grado de rendimiento, para participar en certámenes, basado en su alimentación y para lograrlo se piensa en un régimen de vida flexible, estando, como los canes, siempre en vela, tener sumamente aguzados vista y oído y, aunque cambien muchas veces de aguas y alimentos o padezcan soles y temporales en sus campañas, su salud no debe sufrir quebranto alguno.
SOBRE LA MEDICINA Y LOS MÉDICOS
Se consideraba como una completa vergüenza no solo ver en las personas de pocos recursos sino ahora también a las que se consideran haber sino educadas como personas libres la necesidad de un buen médico y juez. Como también el hecho del que no sólo pasa la mayor parte de su vida demandando y siendo demandado ante los tribunales, sino que incluso es inducido por su mal gusto a jactarse de esta misma circunstancia, y hace alarde de su habilidad para delinquir y su capacidad para dar toda clase de rodeos, recorrer todos los caminos y escapar doblándose como el mimbre con tal de no sufrir su castigo. De la misma manera les parecía vergonzoso obligar a los ingeniosos hijos de Asclepio a poner a las enfermedades nombres como
«flatulencias» o «catarros». Ante tantos nombres raros que hoy en día existen para las medicinas como yátrica, entre los Asclepíadas a ellos les parece extraño, porque antes del tiempo de Heródico no se conocía nada con ese tipo de nombres. El profesor de gimnasia perdió la salud, hizo una mixtura de gimnástica y medicina y comenzó por torturarse así mismo para seguir después torturando a muchos otros más. Por una muerte lenta, por no ser capaz, de sanar de su enfermedad, que era mortal, se dedicó a seguirla paso a paso y vivió durante toda su vida sin otra ocupación que su cuidado, sufriendo siempre ante la idea de salirse lo más mínimo de su dieta acostumbrada. Como es natural que suceda –dije– a quien no sabe que no fue por ignorancia ni por inexperiencia de esta rama de la medicina por lo que Asclepio no la transmitió a sus descendientes, sino porque sabía que en toda Estado bien regido le está destinada a cada ciudadano una ocupación a la que ha de dedicarse forzosamente, sin que nadie tenga tiempo para estar enfermo y cuidarse durante toda su vida.
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