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Lo Inefable En Wittgenstein


Enviado por   •  27 de Agosto de 2012  •  2.137 Palabras (9 Páginas)  •  1.020 Visitas

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Sobre lo inefable en el primer Wittgenstein.

El primer Wittgenstein, en la época del Tractatus y sus conferencias de ética, nos muestra una serie de cartas, conferencias y aforismos que nos dicen su opinión acerca de las cuestiones estéticas, éticas y místicas. Para él son totalmente inefables, y hay que callarnos con respecto a ese tema. Para distinguir esto hay que separar las cosas que se pueden decir y cosas que se pueden mostrar, ya que éstas pertenecen a las que sólo se pueden mostrar.

Acerca de lo que se puede decir, Wittgenstein piensa que son las proposiciones con sentido, que pueden ser verdaderas o falsas. En el primer y segundo aforismos de los punto 1 “El mundo es todo lo que acaece” y el 1.1 “El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas” del Tractatus, Wittgenstein nos dice sobre la realidad, donde tenemos que aquí está una clave importante para saber lo que se puede decir. Por ejemplo, se puede hablar en proposiciones elementales o compuestas sobre los hechos y estados de cosas, donde la verdad y falsedad dependen de cuánto y cómo concuerden con la realidad del mundo. El hecho es lo que se conoce en teoría de la ciencia como aquello que aprueba o contrapone una hipótesis dada. Este tipo de oraciones sí se pueden decir, aunque sean falsas, ya que se puede demostrar que lo son basándonos en el hecho que la refute o contradiga. Las oraciones representan o reproducen aquello que sucede como hecho o estado de cosas. Describen, declaran y representan.

También hay proposiciones que no hablan de los hechos pero que aún así se pueden decir. Por ejemplo en las tautologías, este peculiar pensador cree que nada dicen sobre el mundo por ser redundantes. Estas proposiciones tautológicas que menciona son las de la lógica y matemáticas. Ambas proposiciones, tanto las de la lógica como las de las matemáticas, son análogas. Nada dicen del mundo y los hechos por sí mismas, y ambas se relacionan más con la forma lógica que con la descripción del mundo.

También hay ciertas proposiciones de la filosofía que nos pueden ser útiles. El ejemplo más famoso quizá es el que pone el mismo Wittgenstein en el punto 6.54, donde dice que estas proposiciones, una vez entendidas, cambian nuestra perspectiva del mundo pero la proposición se vuelve después ya inútil, usando una metáfora de una escalera, que una vez escalada, es desechada y tirada.

Pero también encontramos que Wittgenstein piensa en lo inefable, aquello de lo que no se puede hablar, pero que sí se puede mostrar. Están ubicados aquí la ética, la estética, la voluntad, la metafísica y lo místico. Ya a partir del punto 6.42 del Tractatus Wittgenstein empieza a darnos opinión en materia de ética. Dice que el premio o castigo como finalidad son irrelevantes; en lo ético el castigo y premio residen en la acción misma (6.422). Por eso defendía en clase y defiendo aún que aquí Wittgenstein tiene una ética relativista. Pondré y repetiré el ejemplo que usé en clase. Si yo voy a la guerra y mato gente como Wittgenstein (se presupone que él en la guerra tuvo forzosamente que matar a alguien), será más difícil o tal vez imposible para mí volver a tener una experiencia de cualquier cosa que sea lo inefable para este misterioso autor. Al vivir esa acción, que para mí sería un castigo desde la perspectiva del pensador en cuestión, ya no podría vivir más una experiencia inefable. Si bien quisiera aclarar, como lo hice en la entrevista de final de curso, que tal vez la sensación o sentimiento de la experiencia de lo inefable sea la misma en todos, cosa que por cierto no aclara Wittgenstein, pero el método para llegar es totalmente diferente, ya que recae en la acción misma, cosa que sí aclara Wittgenstein. Según mi interpretación, esto está en contra de la idea kantiana del imperativo categórico, el cual queda rezagado. Sería muy difícil encontrar alguna acción humana donde todos experimenten lo ético con la misma situación e intensidad por el mundo. Las acciones toman muchísima prioridad en Wittgenstein, cosa que yo estoy de acuerdo.

Ese autor, en sus conferencias de ética, dice que las palabras solo pueden referirse a los hechos, pero no a lo ético ni lo inefable, sería como a una taza de té echarle litros y litros de líquido, al final todo se derrama y contiene sólo lo que su capacidad le permita. El lenguaje no puede abarcar el exceso de contenido que hay en lo inefable. La ética expresada en el lengaje es algo así como una quimera, donde el lenguaje es incapaz de expresar el absoluto, y como consecuencia, el lenguaje se convierte en el cerco de nuestra expresión. Pero esto no hace que se le reste valor a lo inefable, ya que él nos dice que el mundo del feliz es otro que el del infeliz (6.43), siendo mucho más grande el primero.

Sobre la voluntad (wille), me parece haciendo una pequeña pero profunda crítica a Schopenhauer, tampoco se puede hablar, y menos como portadora de lo ético (6.423). Ética y estética son lo mismo (6.421), cosa en la que yo no estaría totalmente de acuerdo. Si bien muchas veces sí encontramos una relación entre ambas, no me parecen determinantes el uno con el otro. Conozco personalmente artistas que son gente muy malvada y cruel en el fondo. También es evidente que la estética trascendental, 1er capítulo del libro de Kant “crítica de la razón pura”, no tiene en sí elementos éticos en ninguno de sus argumentos.

Sin embargo, regresando al punto, Wittgenstein no le quita valor a lo inefable, al contrario, es lo primordial incluso en su Tractatus. Agrego una carta donde Wittgenstein mismo dirigiéndose a Von Fickler menciona él mismo un poco más.- "El punto del libro es ético. En un momento tuve la intención de incluir en el prefacio una frase que no se encuentra ahora ahí pero que escribiré para ti aquí, ya que será quizás algo clave para tu trabajo. Lo que quise escribir entonces fue esto: Mi trabajo consiste de dos partes: La que está presentada aquí más todo lo que no escribí. Y precisamente esta segunda parte es la importante. Puesto que en mi libro lo ético tiene sus límites dibujados desde adentro, por así decirlo; y estoy convencido de que esta es la ÚNICA forma rigurosa de trazar ese límite. En pocas palabras, creo que ahí donde muchos otros están hoy simplemente suponiendo, he logrado en mi libro poner firmemente

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