Maestro Constructivista

Escuela/

Criterios Tradicional/Transmisiva Constructivista

Concepción del Alumno El alumno no sabe nada, por lo tanto recurre a la escuela para aprender. Todos los alumnos son iguales ante la mirada neutral del maestro. El alumno posee conocimientos y recurre a la escuela para reflexionar sobre los mismos, organizarlos, profundizarlos, enriquecerlos y desarrollarlos en grupo.

Concepción del Maestro El maestro es el que posee el saber y recurre a la escuela a enseñar. El maestro garantiza que cada alumno pueda alcanzar el máximo desarrollo de sus potencialidades cognitivas, sociales y prácticas, con la participación y contribución del medio externo.

Concepción de la Inteligencia El desarrollo cognitivo de un niño parte de la idea de considerarlo como un “recipiente vacío” que es preciso ir llenando progresivamente por superposición de conocimientos. La inteligencia es un “recipiente lleno” que se modifica y enriquece por reestructuración.

Concepción del Aprendizaje El aprendizaje es una consecuencia directa y causal de la enseñanza. El alumno construyo su propio conocimiento.

Concepción de la Escuela Escuela de carácter discriminatorio, debido a que la premisa fundamental que la ha sustentado (“una escuela para todos y todas”) se contradice con la realidad y se convierte más bien en una “escuela para quien pueda se pueda quedar”. Escuela que se modifica permanentemente porque alberga un saber en transformación. Es una escuela fundada sobre la diversidad.

Tratamiento de la Diversidad No Sí

3- Presentar las características del maestro de la Escuela Constructivista

• Un maestro para el que sabe, es un maestro que no sabe todo:

Si acordamos en que el conocimiento está en constante cambio, el maestro deberá ser quien acompañe y coordine a sus alumnos en el camino de la búsqueda y transformación del conocimiento. Debe abandonar, por lo tanto, el lugar de garante de las verdades absolutas para asegurar los métodos para que tal transformación advenga.

• La educación básica debe pasar a ser confiada en manos de los mejores capacitados de una sociedad:

La cuestión radica en plantear que “la educación no debe representar un servicio social sino más bien una inversión social del Estado”. Una inversión en el área educativa implicaría una verdadera revolución cultural, que llevaría a que los mejores de cada sociedad tengan la oportunidad de contribuir con la educación, reafirmando el lema: “los niños merecen lo mejor”.

• La formación de los maestros debe ser coherente con el modelo educativo:

La propuesta educativa debe guardar coherencia desde la formación de los docentes hasta lo que sucede en el aula con los niños. A la escuela la hacen los maestros, por eso a menos que se modifique el sistema de formación profesional y los docentes recuperen su capacidad, sus deseos de experimentar y su pasión profesional, no se generará un cambio verdadero. Se deben formar docentes investigadores del quehacer educativo capaces de generar nuevas propuestas que nazcan de sus propias prácticas de trabajo.

• En necesario romper con

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