Naturaleza y cultura en el ser humano

Trabajo naturaleza y cultura en el ser humano

1. Creacionismo vs evolucionismo

Durante el siglo XIX tuvo lugar un cambio de paradigma respecto a la idea que se tenía acerca de la creación del ser humano. La teoría que primaba hasta aquel entonces era la de que todas las especies (incluido el ser humano) permanecen estáticas y no sufren ningún tipo de cambio físico. Esta teoría se conoce como fijismo, y va de la mano del creacionismo que defiende esto mismo, añadiéndole la existencia de un dios, creador no solo del mundo sino de absolutamente todo. La aparición de fósiles se explica mediante los relatos bíblicos también. Se da por hecho que todas las especies son inmutables, pero se pueden extinguir, por lo que los fósiles son restos de especies que fenecieron durante el diluvio, u otros momentos posteriores a la creación.

Esta teoría plantea una visión muy jerarquizada de la naturaleza, de forma que el hombre se sitúa por encima de todas las especies y estas están a su entera disposición, ya que dios lo ha estipulado así entregado al hombre la capacidad de hablar y cierta inteligencia.

El evolucionismo se posiciona en contra de este paradigma, y esto supone un periodo de revolución científica. Podemos decir que los avances tecnológicos y biológicos de la época permitieron desarrollar teorías más laicas, lo cual desautorizó en gran medida a la doctrina religiosa.

El evolucionismo defiende que todas las especies varían físicamente a lo largo de los años, hasta llegar a convertirse unas en otras, explicando así la procedencia del ser humano como descendiente de los primates.

Esto supuso un tremendo golpe para la iglesia, ya que cambió el papel de dios en la vida de la gente. Se pasó de un paradigma teocentrista a uno antropocentrista. Para no quedarse obsoleta ante la gente, la iglesia acabó argumentando que esta teoría no era incompatible con la creacionista, de forma que dios creó el mundo, y las especies, y que estas evolucionaron según su voluntad.

2 teorías de la evolución

2.1 ¿Por qué tienen el cuello tan largo las jirafas?

Dadas las leyes de la física,  el estado inicial del universo y nuestra posición en el cosmos, unas colecciones de átomos con forma de jirafas de cuello largo surgieron a la existencia 14.000 millones de años después del Big Bang.

Esta primera teoría corresponde al fijismo. Se defiende que las jirafas tal como las conocemos ahora, aparecen en el medio de forma espontánea.

Un cuello largo resulta sexualmente atractivo. Las jirafas macho compiten por el afecto de las hembras oscilando sus cabezas. Mutaciones aleatorias en su ADN les dieron a algunas jirafas cuellos más largos que a las demás, lo que les confirió una ventaja reproductiva. Les transmitieron esa ventaja a sus descendientes y gradualmente la población de jirafas desarrolló cuellos más largos.

Esta teoría defiende que los cambios en una especie se producen en su mayoría por mutaciones del ADN, y el objetivo se convierte en transmitir estos genes. Esta teoría se llama neodarwinismo y combina las ideas de mendel y las de Darwin. De forma en que los sujetos que incorporan las mejoras de adaptación al medio sobreviven, y las mutaciones de ADN que estos incorporan se pueden transmitir genéticamente.

A lo largo de las generaciones, las jirafas estiraron el cuello para alcanzar las hojas cercanas a la cima de los árboles. Gradualmente, los cuellos se fueron alargando.

Lamarck es el principal defensor de esta teoría. Defiende que todo cambio físico resultado de la adaptación al medio se transmite genéticamente a las futuras generaciones.

Un cuello largo ayuda a comer. Mutaciones aleatorias en su ADN les dieron a algunas jirafas cuellos más largos  que a las demás. Esos individuos disfrutaron de una ventaja nutricional sobre sus congéneres, al poder alcanzar las hojas tiernas cercanas a las cimas de los árboles. Les transmitieron esa ventaja a sus descendientes y gradualmente la población de jirafas desarrolló cuellos más largos.

Para Darwin, la mejor adaptación al medio de algunos individuos de la especie les proporciona una ventaja sobre otros, haciendo que poco a poco la población cuya vida ha resultado más ventajosa vaya adquiriendo nuevas características.

2.2

Un creacionista defendería que dios creó a las jirafas así tras haber creado todo lo existente, tangible intangible, por su propia voluntad, fruto de su bondad y generosidad.

3. Determinismo biológico

3.1.  Un ejemplo de determinismo biológico: como concepto, los comportamientos innatos de los animales constituyen un ejemplo de comportamiento biológicamente programado. Cuando un animal tiene cachorros sabe perfectamente cómo actuar. A la pregunta de si este comportamiento es general,  podemos dudar que exista entre los protozoos, y por tanto hemos de establecer un límite inferior de complejidad para encontrar patrones de comportamientos determinados.

3.2 Puntos fuertes: Esta científicamente demostrado que la carga genética y su herencia implica un condicionamiento del comportamiento de los receptores de los genes. En muchos casos esta herencia es determinante. Los comportamientos socialmente aceptados son muchas veces explicados por el cumplimiento de una ley natural, en muchos sentidos, biológica. Por ejemplo el canibalismo resulta biológicamente problemático para la especie y es socialmente rechazado. De nuevo un mandato biológico programa o prohíbe un comportamiento.  

3.3 Reduccionismo: si el ser humano es un mero ejecutor del mandato genético que hereda, deja de verse como un ser libre y pasa a ser un robot.

3.4 Los condicionantes de la herencia son innegables, pero no son determinantes, nuestras elecciones nos permiten controlar nuestros actos. Una persona que decide suicidarse, rompe claramente con el interés biológico de la especie, sin embargo toma una decisión por la que su voluntad prima sobre el instinto de supervivencia. La educación matiza y suaviza caracteres innatos como por ejemplo, una persona que tiende a pensar de una determinada forma, puede ser educada y adoctrinada con el objetivo de cambiar sus ideas. Todos diríamos: yo me mantendría fiel a mis principios, pero lo cierto es que somos lo suficientemente volubles y manipulables como para que este tipo de adoctrinamiento funcione. En el  libro del filósofo Friedrich Nietzsche “así habló Zaratustra”, se postula que la raza humana puede y debe evolucionar en lo que él llama superhombre, que es básicamente alcanzar un estado de absoluta libertad mediante la virtud, y salir del concepto de manada.  

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