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Otra Perspectiva Sobre El Banquete Del Lenguaje

Ireviole27 de Marzo de 2015

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Otra perspectiva sobre: El banquete del lenguaje

En El problema de la verdad en el joven Nietzsche, prólogo sobre el futuro de nuestras instituciones, tomaría un par de frases: “Todavía tienen tiempo” y “deseamos que sea lo suficiente formado como para tener a su formación realmente por muy poco, más aun, pensar despectivamente sobre ella. Entonces podría entregarse con toda confianza a la guía del autor, que se atreve precisamente a hablarle únicamente desde el NO-SABER y desde EL SABER DEL NO-SABER.

En el texto de Jean-Francois Lyotard, ¿Por qué desear?, plantea que la filosofía se falla a sí misma cuando se pregunta qué es la filosofía, en lugar de preguntarse por qué filosofar?En la pregunta, por qué lleva en sí mismo la destrucción de lo que cuestiona. En esta pregunta se admiten a la vez la presencia real de la cosa interrogada, la filosofía como un hecho, una realidad y su ausencia posible, se dan a la vez la vida y la muerte de la filosofía, se la tiene y no se la tiene.

Pero el secreto de la existencia de la filosofía pudiera estar precisamente en esta situación contradictoria, contrastada. Podemos entender esta relación eventual del acto de filosofar y la estructura presencia-ausencia ,desde el deseo. Qué es el deseo? Porque en filosofía hay philein,amar, estar enamorado, desear. No debemos entender la cuestión del deseo como perteneciente a la categoría de la causalidad, sino como el movimiento de algo que va hacia lo otro como hacia lo que le falta a sí mismo. Eso quiere decir que lo otro (el objeto, si se prefiere, pero precisamente, ¿es el objeto deseado en apariencia el que de verdad lo es?) está presente en quien desea, y lo está en forma de ausencia. Quien desea ya tiene lo que le falta, de otro modo no lo desearía y no lo tiene, no lo conoce, puesto que de otro modo tampoco lo desearía. El movimiento del deseo hace aparecer el supuesto objeto como algo que ya está ahí, en el deseo. Entonces lo esencial del Deseo estriba en esta estructura que combina la presencia y la ausencia. La combinación no es accidental: existe el deseo en la medida que lo presente está ausente a sí mismo, o lo ausente presente. De hecho el deseo está provocado, establecido por la ausencia de la presencia o a la inversa; algo que está ahí no está y quiere estar, quiere coincidir consigo mismo, realizarse y el deseo no es más que esta fuerza que mantiene juntas, sin confundirlas, la presencia y la ausencia.

Sócrates cuenta en el Banquete que Diotima, una sacerdotisa, le describió el nacimiento del amor, Eros. Durante la cena que dieron los dioses por el nacimiento de Afrodita, se encontraba Poros que había bebido néctar y se quedó dormido, y llegó a la fiesta Penía, escasa de recursos, que decidió acostarse al lado de Poros, que estaba embriagado, para hacerse hacer un hijo, así fue como concibió a Eros. Por esta razón Eros es acompañante de Afrodita, por ser engendrado en la fiesta del nacimiento de la diosa y además de ser un amante de lo bello, dado que también Afrodita es bella. El destino de Eros proviene de su herencia: Eros se ha quedado con las siguientes características: es siempre pobre, duro, seco, descalzo y sin casa, duerme siempre al raso y descubierto, se acuesta a la intemperie en las puertas y al borde de los caminos, compañero inseparable de la indigencia por tener la naturaleza de su madre. Pero, de acuerdo a la naturaleza de su padre, está al acecho de lo bello y lo bueno, es hábil cazador, ávido de sabiduría y rico en recurso, un amante del conocimiento, formidable mago, hechicero y un sofista. No es por naturaleza ni inmortal ni mortal, sino que en el mismo día unas veces florece y vive, cuando está en la abundancia, y otras muere, pero recobra vida gracias a la naturaleza de su padre. Mas lo que consigue siempre se le escapa, de suerte que Eros nunca está ni falto de recursos ni es rico.

En este mito podernos observar , que el mismo día que es engendrado, es el mismo día que Afrodita, La BELLEZA, su objeto en definitiva, viene al mundo: hay una especie de co-nacimiento del deseo y lo deseable.

Además la naturaleza doble de Eros, no es dios, no es hombre, participa de la divinidad por parte de su padre y es mortal por parte de su madre, que mendiga, que no se basta a sí misma.

Platón insiste en la alternancia de la vida y de la muerte en la vida de Eros.

Esto se refiere a que el deseo, por ser indigente, tiene que ser ingenioso, mientras sus hallazgos terminan siempre por fracasar. Eso quiere decir que Eros continúa bajo la ley de la Muerte, de la Pobreza, tiene permanente necesidad de escapar de ella, de rehacer su vida, precisamente porque lleva la muerte en si mismo.

Finalmente el deseo es hombre y mujer a la vez, que vida y muerte. Eso quiere decir que en el texto de Platón la pareja de opuestos vida-muerte se identifica, al menos en cierto modo, con la pareja de opuestos macho.hembra.

El padre de Eros simboliza lo que en el deseo acerca el amor a su objeto, su encuentro, mientras que su madre, la pobreza, encarna lo que los mantiene separados. En este texto la atracción es viril y el rechazo femenino.

“Cualquier relación a la presencia tiene lugar sobre un fondo de ausencia.”Lacan.

Así el deseo, que por esencia contiene esta oposición en su conjunción, es nuestro Maestro.

Debe quedar claro que por la palabra deseo entendemos la relación que simultáneamente une y separa sus términos, los hace estar el uno en el otro y a la vez el uno fuera del otro.

Al final del Banquete, Alcibíades ebrio ( él afirma que la verdad está en el vino), hace el elogio a Sócrates, junto al que ha venido a acostarse. El fragmento que nos interesa es en el que está convencido que Sócrates está enamorado de él, puesto que se lo ve al filósofo buscar asiduamente la compañía de jóvenes bellos, decide ofrecerle ocasión para sucumbir y Sócrates frente a esto, le explica su situación del siguiente modo: “tú has creído encontrar en mí una belleza más extraordinaria aún que la tuya, de otro orden, oculta, espiritual y tú quieres intercambiarla, tú quieres darme tu belleza para tener la mía; eso sería un buen negocio para ti, si al menos yo poseyera realmente esa belleza oculta que tú sospechas; sólo que no es seguro, debemos reflexionar juntos. “ Alcibíades cree entender que Sócrates acepta el trato, pero en toda la noche no pasa nada.”¡nada que no hubiera pasado de haber dormido con mi padre o con un hermano mayor!” Y Alcibíades añade “El resultado es que no había manera de enfadarme y dejar de frecuentarle, ni de descubrir de qué modo podría conducirle hacia mi propósito? No encontraba una salida, yo era su esclavo como nunca nadie lo ha sido de alguien, no hacía más que girar en torno a él como un satélite”. (Banquete 219d-e).

Mediante este relato Alcibíades nos describe el juego del deseo y nos revela, en forma inocente la posición del filósofo.

Alcibíades cree a Sócrates enamorado de él, pero él desea lograr que Sócrates le “diga absolutamente todo lo que sabe”.Alcibíades propone un intercambio: él concederá sus favores a Sócrates, Sócrates responderá dándole a cambio su sabiduría. Sócrates busca neutralizar esta estrategia. No rehúsa la proposición, ni se burla, lo que hace es poner en tela de juicio un negocio redondo y preguntarse en voz alta dónde está la ganancia: eso es todo. Alcibíades quiere cambiar lo visible, su belleza, por lo invisible, la sabiduría de Sócrates. Es visible que corre un gran riesgo, porque si no hay sabiduría, no obtiene nada a cambio, pero él cree que esto es un “regateo” de Sócrates, no como la imposibilidad de un intercambio de lo que no se sabe si hay, por ello insiste en la propuesta y no ya con palabras, sino con gestos.

Alcibíades permanece en el error hasta el final del relato, cuando interpreta la actitud de Sócrates como una estrategia superior a la suya; él quería conquistar al filósofo y es conquistado; dominarle y es dominado, finalmente él es su esclavo.

El amante ya no es Sócrates es Alcibíades. ¿Se trata de un error? O Alcibíades trata de desbaratar el juego socrático? A fin de cuentas, el esclavo es el amo del amo.(Hegel). Y la mejor jugada de la pasión consiste en que, si no puede obtener quitando, está dispuesto a conquistar dándose. De hecho Alcibíades juega su juego porque Sócrates no logra neutralizarlo, fracasa. Sócrates sabe bien que los demás, inclusive Alcibíades, creen que él no sólo interroga, pero él se considera un jugador superior. Para él la falta de sabiduría no es una simple finta, para él es la hipótesis de la finta la que constata hasta qué punto hay falta de sabiduría, puesto que ella supone, que el filósofo es realmente sabio. La locura de Alcibíades es creer que la sabiduría de Sócrates es intercambiable. Para Sócrates, neutralizar a Alcibíades es el único objetivo perseguido, porque si tiene éxito significaría que Alcibíades ha comprendió que la sabiduría no puede ser objeto de intercambio, no por valiosa, por preciosa, sino porque jamás está segura de sí misma, contantemente perdida y constantemente por buscar, presencia de una ausencia.

Sócrates intenta provocar esta reflexión suspendiendo la lógica de Alcibíades que admite la sabiduría como un haber, como una cosa, una res, la lógica reificante de Alcibíades y los atenienses. (Reificar: “convertir algo en cosa”, “cosificar”).

Por todo esto es que Sócrates toma la cicuta, para mostrar que no tiene nada que perder. Lo que quiere el filósofo no es que los deseos sean convencidos y vencidos, sino que sean examinados y reflexionados. Quizás toda la sabiduría consista en escuchar

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