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Reporte de lectura del libro: “El Contrato Social”


Enviado por   •  3 de Marzo de 2016  •  Resúmenes  •  4.429 Palabras (18 Páginas)  •  2.227 Visitas

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[pic 1]    Universidad

    Euro Hispanoamericana

Nombre

Julio César Hernández Flores

Materia

Poder Judicial

Matricula

EH1402MCA085

Maestra

Patricia Elena Zúñiga Gaspar

Reporte de lectura del libro: “El Contrato Social”


Es menester comentar que  la obra está conformada por cuatro libros, con nueve, doce, dieciocho y nueve capítulos cada uno respectivamente. Lo que aquí se pretende es hacer un reporte de lectura acerca de los contenidos de esta obra.

En el libro primero el autor se propone a investigar sobre si existe una administración legítima y permanente entre el orden civil y las leyes.

El hombre es de naturaleza libre, pero a pesar de eso vive en cierto estado de esclavitud, pues está obligado a obedecer dentro de una sociedad, lo cual se considera legítimo. Esto podría resultar paradójico, pues a pesar de esto, él se considera dueño de su propia libertad. Pero también se encuentra en el mismo derecho de recuperarla que con el que se le fue arrebatada, pues la libertad se le fue otorgada para gozar de ella. El orden social no es un derecho natural, pero es fundamental para el sustento de los demás derechos, el cual es fundado sobre convenciones.

El autor menciona que la familia es considerada como la más antigua y natural de todas las sociedades, ésta también la toma como primer modelo de sociedades políticas, tomando en consideración que el padre tiene el papel de jefe, el papel del pueblo les corresponde a los hijos, y habiendo nacido libres no enajenan su libertad sino en cambio de su utilidad. Ya que los hijos permanecen bajo la autoridad del padre hasta que ya no tienen la necesidad de esta, es aquí cuando los hijos ya sin el mando del padre comienzan a gozar de cierta libertad.

En cuanto a la esclavitud nos menciona que: el más fuerte no lo es jamás bastante para ser siempre el amo o señor, si no transforma su fuerza en derecho y obediencia en deber. Con esto hace referencia a la ley del más fuerte.

A pesar de que un hombre pueda deslindarse de su libertad, no puede enajenar la libertad de sus hijos, ya que, como él, son hombres nacidos libres y su libertad les pertenece sin que nadie pueda disponer de esta; el padre podrá estipular condiciones para la conservación y bienestar de sus hijos, pero jamás dispondrá completamente de dicha liberta. Al renunciar a su libertad el hombre renuncia a su derecho natural, a sus deberes, a su condición de hombre, despojarse de su libertad sería como despojarse de moralidad.

En cuanto a las maneras “legitimas” de arrebatar la libertad de un hombre se menciona el caso de la guerra, puesto que el vencedor tiene el derecho de disponer de la vida del vencido. El vencedor compra la vida del vencido a precio de su libertad. Tomando en cuenta que la guerra no proviene de una relación de hombre a hombre a hombre, sino de Estado a Estado, tal como lo menciona el autor, pues los individuos que en ella participan resultan siendo enemigos accidentalmente, no como hombres ni como ciudadanos, sino como soldados, los cuales a su vez resultan no miembros de la patria, sino defensores […] Las declaraciones de guerra son advertencias dirigidas a los ciudadanos más que a las potencias. La guerra tiene como supuesto objetivo el fin de la destrucción de un Estado enemigo, lo cual le da el derecho de matar a los defensores mientras se encuentren armados, pero en cuanto estos entregan sus armas y se rinden dejan de ser enemigos y con esto recobran su condición de hombre y el derecho a la vida.

Las primera sociedad, por naturaleza es la familia, aunque el lazo se rompe al terminarse la necesidad de un hijo hacia un padre, comúnmente sigue habiendo una relación que sin forzosa ni natural, es más un convenio; así pues toda sociedad es un convenio. El cual tiene jefes y subordinados. Y aunque unos nacen para mandar y otros para ser esclavos, no es porque haya distinción, es solo porque así ha existido.

El derecho sobre los demás jamás significara nada si emana de la fuerza, ya que esta palabra significa potencia física, y si alguien sucumbe ante la fuerza, no es un acto de obediencia, sino un acto de necesidad o prudencia, así que el derecho no nace de la fuerza, ni se está obligado a obedecer, además, si la razón está dada por el derecho ante los demás, significa que cada que hubiese alguien más fuerte la razón cambiaria de significado, no teniendo jamás un sentido común, por lo que las relaciones no podrían darse.

El derecho de esclavizar a las personas no la da la superioridad en fuerza, la esclavitud no es parte de la naturaleza social y mucho menos de la naturaleza humana. Ni la guerra da el derecho de esclavitud, solo el de obediencia, el derecho de matar a los enemigos en una guerra pueblo a pueblo es sensato, solo cuando este tiene arma en mano, en caso contrario, la matanza es inhumana y sin sentido.

La sobrevivencia individual de las personas sería imposible; así que la única forma de lograrlo es unir fuerzas. Muchos hombres forman parte de un todo a favor de un bien común, esto es el pacto social, pero cuando el pacto se rompe y se deshace la alianza, cada individuo recupera su naturaleza primitiva; la libertad. Pero como el objetivo es colectivo, no debería haber intereses personales en un pacto social, impidiendo así que se desintegre, pero si los hay, entonces ese pacto social es tiranía.

La soberanía de cada individuo se encuentra dentro de una sociedad, existe esa alianza que obliga al individuo a actuar bajo el bien común, pero esto no significa que tenga que estar de acurdo con todo, sin embargo no puede incluir un interés personal hacia el resultado de la búsqueda del bien común.

Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que intenta y puede alcanzar; lo que gana en él mismo es la libertad civil y la propiedad a todo lo que posee.

El derecho de primer ocupante, aunque más real que el del más fuerte, no llega a ser un verdadero derecho sino después de establecer la propiedad. Todo hombre tiene naturalmente derecho a lo que le es necesario; pero el acto positivo que le hace propietario de algún bien le excluye de todo lo que queda. Esto es que, cada individuo tiene derecho a poseer algo, pero para esto, no debe tener ya un dueño, que solo se acupe lo necesario para vivir, y que se acupe por medio del trabajo y no de simples actos vanos como la compra.

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