Scott Slasch

Cierto es que el amor ha venido a ser uno de los protagonistas en la historia, y si algunos no coinciden con esto será al menos innegable que en el arte de la Literatura sí lo es.

¿Qué tiene el amor que tanto nos atrae, nos hace pensar y no pensar; perder la cabeza? ¿Será posible en algún momento de la vida se pueda vivir sin él?

Tanto pensadores, literatos, artistas, filósofos, finalmente todos personas, han adoptado al amor como uno de sus universos, como su propia idiosincrasia o como su propia fuente de inspiración.

Para muchos el amor es un sentimiento de afecto, cariño o solidaridad que una persona siente hacia otra, para otros es la persona amada. Pero para Octavio Paz, el amor es un concepto mucho más complejo pues éste va de la mano de un erotismo, de un tiempo crónico, de la imaginación, la atracción, elección y sacrificio, de la poesía. Es, citándolo textualmente “un arrebato que concentra toda nuestra atención, nuestro entusiasmo y nuestra energía ̈.

Sin embargo, agrega que existe un tono un poco lúgubre en su teoría del amor, pues no es terno y está condenado a desaparecer y es por eso que puede llegar a ser desdichado. Aquí es donde se hace referencia al tiempo, ya que como afirmaría Paz: “Cuando amamos por un momento alcanzamos la experiencia del instante o nuestra ración de paraíso”. Es un tiempo que se mide por su intensidad y si se descuida puede morir paulatinamente.

Cada persona ha tenido la dicha o desdicha de sentirlo o vivirlo, como menciona el ganador del Premio Nobel, “Todo amor es trágico incluso el más feliz”.

Bien es sabido que Paz fue heredero de la filosofía platónica, pues coincidió con dicho filósofo en diversos aspectos sobre el amor idealizado mencionado en su escrito llamado “El Banquete”. Ese amor que “hace posible a los imposibles”, el

que nos hace sentir como hermanos por encima de las diferencias. Ésa búsqueda de belleza y perfección. En este caso, nuestro escritor no coincide con su filosofía pues a esto le responde que el amor no busca nada más allá de sí mismo, es un fin en sí mismo y es la respuesta a la soledad, porque sólo el amor posibilita la comunicación y ésta anula la carencia de compañía.

Paz considera que Platón fue el primer filósofo del amor y el primero que teorizó sobre el amor, lo que lo convierte en poeta, y la poesía busca la belleza del lenguaje. La poesía es creación humana que requiere de imaginación como el amor para que no se vuelva tedioso. Pensaba que si se carece de la imaginación el amor se podía volver cansino o apagado, sin chispa u ordinario.

Siento que este pensamiento es necesario en estos días donde existe una carestía de compromiso. El simple aburrimiento en su infinita inexistencia, como diría un autor anónimo, quebranta el concepto de fidelidad y tolerancia. ¡Qué sencillo es deshacerte de quien ya no sientes afecto apasionado ni intenso!

¿Por qué tratar de renacer ese amor que en años atrás trabajaste arduamente si probablemente va acabar siendo igual? Es mejor olvidarlo, la vida está compuesta de ciclos y etapas que uno no puede cambiar. Ésa es la ideología actual.

Pero hace falta desechar el individualismo egoísta, la comercialización de la sexualidad... el amor efímero que no lucha, que no perdura y no es más que una mentira disfrazada de autenticidad.

Paz cerciora que el amor permanente y exclusivo sí existe aunque sean pocos los casos que sirvan como ejemplo del amor verdadero. Y cuando éste vaya apagando su llama, la solución que encontró fue “seguir arriesgándose a la aventura de vivir. El amor no contiene menos riesgos que la vida”.

Pienso que debemos abandonar la rutina e imaginar. Soñarle al amor, crearlo, convertirlo en arte y desempeñarse en este oficio, para quien lo considere así. Importante es no olvidarlo, impensable es abandonarlo, la vida no sería tan bella si faltara este algo que enaltece al alma, la embellece y la cautiva.

Así mismo consideraba importante agregarle esa “poética corporal”, a la que famosamente se refiere como el erotismo. Este aspecto representó una parte fundamental, casi primordial en el sujeto del amor. Podemos analizar que la Real Academia de la Lengua Española define al erotismo como el amor sensual, como la exaltación del amor físico en el arte, y Octavio Paz lo define como una invención equívoca del hombre, ya que es dador de vida y muerte, defiende a la sociedad de los asaltos de la sexualidad pero asimismo niega a la función reproductiva.

Éste implica una “sed de otredad”, esa condición de ser otros que tenemos como seres humanos porque en algún momento de nuestras vidas

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