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Seis Sombreros Para Pensar


Enviado por   •  18 de Marzo de 2014  •  2.342 Palabras (10 Páginas)  •  270 Visitas

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Seis sombreros para pensar

Edward de Bono

Cada sombrero representa uno de los elementos del pensamiento:

- Blanco: neutro y objetivo, basado en hechos y números

- Rojo: la visión emocional

- Negro: cuidado y precaución

- Amarillo: optimismo, pensamiento positivo

- Verde: crecimiento fértil, creatividad y nuevas ideas

- Azul: calma, organización

Los consejos y estudios de casos pueden ser usados para crear un clima de pensamiento más claro, mejorar la comunicación y mejorar la creatividad en cualquier empresa.

Aprendamos a pensar con el sombrero indicado

"Actuar como si"

Si actúas como un pensador te convertirás en uno

No importa cuan buenos seamos, siempre querríamos ser mejores. Generalmente, los únicos que están satisfechos con su capacidad de pensamiento son aquellos pobres pensadores que creen que el objetivo de pensar es probar que tienen razón - para su propia satisfacción.

...Pensar no es una excusa para no hacer, sino un modo de hacer las cosas mejor. Así que manos a la obra.

Poniéndose un sombrero

Un proceso muy deliberado

El ponerse un sombrero de un modo deliberado es algo muy preciso.

Esta imagen mental de alguien que usa un verdadero sombrero para pensar podría servir para evocar el estado mental tranquilo y despreocupado necesario para que cualquier pensamiento implique algo más que meras reacciones frente a una situación.

Se trata de dirigir la atención y dé tener un modo de hacerlo.

El tipo de pensar que traza mapas requiere cierto distanciamiento. No así el tipo automático de pensamiento (caminar-hablar-respirar). En realidad, este tipo de pensamiento reactivo sólo puede funcionar cuando hay algo ante qué reaccionar. Por esto la noción de que el pensamiento crítico es la forma más completa de pensamiento puede resultar muy peligrosa.

Dos tipos de pensamiento: el rutinario y el deliberado (para pensarlo)

Un programa para enseñar a pensar. Se llama TIC (Tarea de Investigación Cognitiva). Actualmente lo utilizan varios millones de escolares de diferentes países. La primera lección se llama PMI En lugar de sólo reaccionar ante una determinada situación, el joven traza un mapa simple. Para hacerlo, contempla primero la dirección "Plus" (positivo) y anota lo que observa. El joven dirige después su atención hacia la dirección “Minus” (negativo) y finalmente hacia la dirección "Interesting” (interesante) (para todas las cosas que vale la pena anotar pero no encajan ni en "Plus" ni en "Minus"). El mapa está trazado. El pensador elige su ruta.

Intención y desempeño

Ser un pensador no implica tener la razón constantemente. En realidad, quien siempre cree tener la razón es muy posible que sea un pobre pensador. Ser un pensador no implica ser inteligente. Tampoco implica que pueda resolver todos los ingeniosos problemas que la gente me presenta esperando que yo los resuelva siempre. Ser un pensador implica querer conscientemente serlo.

La intención es el primer paso. Es fácil y difícil al mismo tiempo. Bastante parecido a los hábitos Zen, sobre los que es fácil escribir pero no tan fácil realizar.

El aspecto del desempeño. La respuesta es afirmativa si la postura es deliberada, y negativa si es natural.

De este modo la decisión que tomes será mejor que una improvisada sobre la marcha.

Los seis "sombreros para pensar" ofrecen una forma de traducir la intención en desempeño efectivo.

Representar un papel

Unas vacaciones del ego

El rol amplio del sombrero para pensar se descompone en seis diferentes roles de personajes, representados por seis sombreros para pensar de distintos colores.

Eliges qué sombrero para pensar adoptas en un momento determinado. Te pones ese sombrero y representas el papel que define- ese sombrero. Te observas desempeñando ese rol. Lo representarás lo mejor que puedas. Tu ego queda así protegido por el rol. Tu ego se compromete a representarlo bien.

El propósito del pensar con seis sombreros

Los seis "sombreros para pensar" ofrecen una forma de traducir la intención en desempeño efectivo.

El primer valor de los seis "sombreros para pensar" es el de la representación de un papel definido. Los sombreros nos permiten pensar y decir cosas que de otro modo no podríamos pensar ni decir sin arriesgar el ego. Disfrazamos de payasos nos autoriza a actuar como tales.

El segundo valor es el de dirigir la atención. Debemos hallar un modo de dirigir la atención a un aspecto después de otro.

El tercer valor es el de la conveniencia. Ofrece un modo conveniente de pedir a alguien (incluso a ti mismo) que cambie de modo. Puedes pedir a alguien que sea o que deje de ser negativo. Puedes pedir a alguien que dé una respuesta puramente emocional.

El cuarto valor es la posible base en química cerebral.

El quinto valor surge de establecer las reglas del juego. Uno de los medios más eficaces para enseñar a los niños es el aprendizaje de las reglas del Juego.

Seis sombreros, seis colores

Cada uno de los seis sombreros para pensar tiene un color: blanco, rojo, negro, amarillo, verde, azul.

El color de cada sombrero está relacionado con su función.

Sombrero Blanco: El blanco es neutro y objetivo. El sombrero blanco se ocupa de hechos objetivos y de cifras

Sombrero Rojo: El rojo sugiere ira, furia y emociones. El sombrero rojo da el punto de vista emocional.

Sombrero Negro: El negro es triste y negativo. El sombrero negro cubre los aspectos negativos. Por qué algo no se puede hacer.

Sombrero Amarillo: El amarillo es

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