TACTO PEDAGÓGICO

TACTO PEDAGÓGICO

Recuerdo que al entrar a la normal, nos bombardearon con la idea de que estaríamos en esta profesión por más de 30 años, es mejor que se vayan acostumbrando, asimilen la idea y ustedes deciden si es lo que quieren en su vida. Al oír estos comentarios, me imaginaba como seria mi labor de docente y luego me transportaba a la plática que tuve con una amiga, hija de una maestra de primaria, a la cual le había contado que estudiaría en una normal. Ella me dijo algo que me puso a pensar y que aun sigo pensando como defenderme de dicho conflicto; “ser maestro te amarga la vida”. Yo le pregunte porque lo decía, me contesto de una forma entre enojada y triste que su mama llegaba con un genio a su casa, tanto era el estrés, frustración o no sé que de la maestra, que ella prefería irse a su cuarto para tener el menor contacto con su mama, así ha sido toda su vida de maestra, desde que tengo uso de razón, eso fue lo que me dijo. Tal vez fue un poco extremista o quería desahogarse de los malos momentos que ha tenido con su mama por la acumulación de estrés y problemas que provienen de la difícil labor de la docencia.

Al leer el texto del tacto pedagógico puedo definir al tacto pedagógico como: “es una herramienta muy certera que permite esclarecer una diversidad de hechos o situaciones adquiriendo la habilidad de responder a múltiples acontecimientos educativos de una manera eficaz y coherente de acorde a las necesidades o problemáticas presentadas” dicho definición la construí con una amiga que estudia pedagogía, no se si lo saco de internet o de algún otro lado, pero me pareció una definición clara, especifica y concreta. Bueno ahora veamos que relación tiene el párrafo introductorio con la definición; la definición nos dice a que se refiere el tacto pedagógico, incluso leyendo el texto nos muestra situaciones y formas en las que se puede prestar para aplicar la habilidad del tacto y las modalidades en las que se puede manifestar. Una frase que me llamo la atención es “profesores falsos y verdaderos”. Dice que los niños pueden apreciar con bastante exactitud esta diferencia. Ahora yo digo que un maestro estresado, frustrado con su trabajo, sin amor a su profesión, dudo mucho que pueda tener tacto pedagógico. No importa que lea una y otra vez sobre el tema, que estudie para adquirir la habilidad del tacto pedagógico, eso no es relevante, lo primordial recae en el placer que nos produce el ayudar a las personas, si queremos o no hacerlo. En el caso de la mama de mi amiga no creo que aplicara estas habilidades eficazmente, si ella no se siente bien, no creo que pueda ayudar a alguien mas hacerlo.

Ahora yo digo que si me gusta ayudar a las personas, con mis primos en edad escolar básico y algunos otros niños de mi comunidad trato de aconsejarlos y motivarlos para que estudien, o cuando tienen problemas familiares trato de ayudarlos como a mi se me viene a la mente, la que yo creo que puede funcionar para hacerlos sentir mejor, aunque en muchas ocasiones no sale como tenia pensado. Es aquí la importancia de conocer el tema, aunque como dije antes, primero esta la disposición para hacerlo; leyendo las formas en las que se puede tener tacto pedagógico, se me vino a la mente la virtud de la empatía, creo indispensable desarrollar esta virtud, ya que

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